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Columnas y artículos de opinión
Tierra de Babel
Quien no ama a Mao…
Jorge Arturo Rodríguez
7 de junio de 2012
alcalorpolitico.com
A la memoria de la Libertad de Expresión,
digo, perdón, de los periodistas caídos…

Un amigo sabiondo me dijo alguna vez que no era lo mismo “chupar” que “mamar”, aunque muchas veces ambos vocablos sean utilizados como sinónimos, pero, acotó, hasta en las sinonimias hay sutiles diferencias, imperceptibles contrastes. ¡Ah, cabrón!, sabiondo pero a veces como que le sale a flote lo aprendiz de erudito, que pal caso viene siendo lo mesmo que lo mesmo, dijera mi madre.

En fin, terco mi amigo en ilustrarme, me dijo que “tampoco es lo mismo “chupar” y “mamar” que “beber”, ¿verdad?” A lo que de inmediato le contesté que pos que clarines, “a güevo que no, ahorita lo que estamos haciendo es beber, ¿o no?” Desde luego, nos carcajeamos.


Y luego el cabrón ya encarrerado me dijo que pa’ que entienda bien, con ejemplos me lo mostraría… “¡No!, así está bien”, le espeté, bueno, lo detuve con un “Aguanta, güey, no es pa’ tanto, ya entendí”. “No seas pendejo, mira, aquí tengo el Diccionario de la Lengua Española, ese del que tanto se pitorreó Nikito Nipongo”, me mostró un mamotreto, y agregó: “Según esta madre, “Mamar” viene del latín mammāre, amamantar, y significa, entre otras cosas, “atraer, sacar, chupar con los labios y la lengua la leche de los pechos; adquirir un sentimiento o cualidad moral, o aprender algo en la infancia, como decir “Mamó la piedad, la honradez”; también significa emborracharse”.

Mi amigo continuó: “Y hay, ya dentro del albur, muchas expresiones de “mamar”, y, bueno, “chupar” es sacar o traer con los labios y la lengua el jugo o la sustancia de algo; humedecer con la boca y con la lengua; absorber; también puede significar ir quitando o consumiendo la hacienda o bienes de alguien con pretextos y engaños”.

Entonces, ya empezando a fastidiarme, lo detuve con un “Ya déjate de mamadas. Mejor vamos a seguir bebiendo”. Nos carcajeamos de nuevo.


Días después, caminando rumbo a la chamba –alguien tiene que trabajar-, se me vinieron a la mente ciertas palabras y expresiones, como “Chupacabras”, “Chupamirtos”, “Chúpale pichón”, “No mameyes en tiempos de melones”, y otras más. Me acordé de que el Ejército Mexicano dio un fuerte golpe a los “chupaductos” o ladrones de pipas de hidrocarburos en Minatitlán, donde fueron asegurados un millón, 370 mil 700 litros de petróleo crudo, 140 mil litros de diesel y 16 mil litros de diesel de exportación. Así de fácil.

Pero bueno, me pregunté, quién no ha chupado en esta vida, quién no ha mamado, porque como dice el chiste, quien no ama a Mao… Lo malo es acostumbrarse y hacerlo fuera de la legalidad, atragantarse en forma ilícita, pero hay quienes aún lo siguen haciendo dentro de las Leyes, las cuales en México están hechas a modo, a la medida de muchos o más bien de pocos a quienes no se les aplica de veras.

Incluso sabemos que muchos maman de lo lindo del presupuesto, ¿o no? Ahí están las bancadas partidistas en la Cámara de Diputados que acordaron distribuirse 230 millones de pesos, adicionales a los recursos que reciben cada cuatro meses para la operación legislativa, y no será necesario que justifiquen el gasto. ¿Cuál sufrir?
Y qué decir de los sindicatos, tanto de sus líderes y muchos agremiados, como de sus hijos y parientes. Ahí están Romero Deschamps y familia; Napoleón Gómez Urrutia y Elba Esther Gordillo, por citar sólo algunos. Con los años, México más pobre, y cierta clase política más rica, por no mencionar a los empresarios.


¡Qué viva México!

De cinismo y anexas

Del libro Picardía Mexicana, de Armando Jiménez, que les iré compartiendo como recordando algunos pasajes, de aquí hasta antes del 1º de julio… ¡Ay, nanita!:


“En una fiesta, una de las invitadas va con el anfitrión:

-Pepe, la reunión está degenerando, ¡que me regresen mis pantaletas y me marcho!”

Ahí se ven


Hasta la próxima
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