Cualquier aspirante a un cargo de elección popular, puede asistir <<si así lo decide>> o no, a un debate, o a una confrontación de proyectos, a un evento de exposición de propuestas e ideas, si así fuera realmente su desarrollo.

Al menos, esa es la percepción del programa de los miércoles de los elegidos de Televisa, para extender lo que llaman Tercer Grado. Se sientan a la mesa circular y bajo temas decididos, recrean su criterio sobre los mismos solamente sus integrantes.

Pero lo variaron. Tuvieron frente a así a la señora JoVaMo, a EPNieto, y antier, al señor López Obrador. Y seguramente, para no ser discriminatorios, llevarán al señor Quadri en un miércoles posible.


Antier los señores Leopoldo Gómez, López Dóriga, Carlos Marín, Carlos Loret, Ciro Gómez, Víctor Trujillo, Adela Micha y Denisse Maerker, estuvieron en la mesa circular e hicieron planteamientos variados ante el candidato “de las izquierdas” <<porque son varias>>, y a todos, como estrategia pre establecida, AMLO les dio la vuelta.

Con pretextos conocidos, se fue zafando de los temas. Nunca encaró ante la audiencia televisiva, cualquier viso de responsabilidad. Todo lo ha dejado al <<Tribunal del Pueblo>> para que éste dicte sentencia, ante una previsible derrota electoral.

Él nunca sabe del trabajo <<el malo, por supuesto>> de sus colaboradores; ignora en que pasos andan; a quien le piden dinero; que destino le dan a lo recibido. Siempre está fuera de cuadrante de lo que le es imputable. Y, además, de repartir culpas a todos y por todo, se erige en Tribunal Unitario para dictar sentencias: Ya dijo que los Consejeros del IFE no cumplen con su trabajo. Por enésima ocasión, ha mandado al diablo a las Instituciones.


En tercer grado no se aclaró nada. A todo se escabulló, incluso “al compló” que afirma le hacen Milenio diario, el Universal y Televisa, por el hecho de que no se pliegan a sus designios.

Y ni porque ayer fue el día de la Libertad de Expresión!

El Secretario de Educación Pública de su utópico gabinete, siempre a su alcance, el siquiatra Juan Ramón de la Fuente, por lo que se aprecia, no está haciendo bien su trabajo de funcionario en ciernes. Más bien da la impresión de ser su Ujier por la manera que hace notas y desliza al <<prócer de las izquierdas>>


Pero hay nuevos planteamientos en los también nuevos abanderados de las izquierdas.

EPN ha decidido no aceptar la nueva decisión <<es de ellos, unilateralmente>> del #132, declarados con rapidez e imprudencia, anti peñistas, como para ir con ellos a un “diálogo” al que han convocado a los aspirantes presidenciales, en el campo que designen, porque iría, de seguro, a que lo destacen materialmente. No se puede dialogar en un campo minado en el que lo insultarían; le harían juicio sumario de todo lo que en el pasado no se hizo bien. Pasado que sólo incluiría del año 2000 hacia atrás, como si doce años no existieran, y como si Enrique Peña fuera el responsable.

De lo que sí es responsable Enrique, es de ser candidato de un partido que se ha reposicionado en el ánimo de la sociedad nacional. Reposicionamiento que se expresó en el año 2009 y que se ha seguido ganando la confianza del colectivo electoral.


Nadie ignora que en el pasado ha habido malos gobernantes de todos los partidos; azules, tricolores, amarillos; antier, ayer y hoy mismo. Y no todos han sido malos ni muy buenos; los hay que cumplieron y también los que fallaron. ¿Y para eso surgió el #132? Es como si nada hubiere sucedido en la historia de México en el siglo XX y lo que va del XXI?

Un objetivo es reclamar equidad en los medios, en estos tiempos electorales <<como para que se trate parejo a todos los aspirantes, incluido el suyo>>, y otra, muy diferente, abarcar temas que se deben encauzar ante gobiernos constituidos, Un objetivo debe ser, para todos los aspirantes, que incluyan en sus plataformas políticas, asuntos que vayan en dirección a la educación y solventar carencias de la sociedad. Un movimiento social tiende a reivindicaciones para la sociedad; no son tribunales de condena; ese tribunal ya existe. Es la historia que se pronuncia con sus juicios en el tiempo.

La sociedad nacional no está como para que los mexicanos sigamos caminando en dos brechas: En las que se transita por las institucionales, que no por ello implican renunciar a la reclamación legítima; y las que conducen a hondonadas sin salida.


Hemos perdido mucho por la polarización política. Es tiempo de recuperar espacios que hasta hoy son improductivos. Es tiempo de respetar la ley para vivir en la armonía que permita avanzar en el camino. ¿O hay de otra?

Por ejemplo: ¿Quién podría garantizar que hubiera respeto, equidad y trato justo en un diálogo con los #132, si ellos lo organizan y disponen, el cómo, el dónde y el cuando? ¿Ellos mismos?

PD. Estamos muy lejos de Grecia y los modales de sus representantes populares. No debemos perder el sentido de la democracia, aunque haya algunos que intenten apoderarse de ella.


PD.- ¿Y qué le debemos ahora al gobierno del Reino de España?... No a los españoles.