11 de junio de 2012
alcalorpolitico.com
El examen final para las encuestadoras esta por llegar; las elecciones del 1 de julio, demostrarán si ésas casas deben volver al rigor científico, que obliga cada investigación, y no presuponer las tendencias en cuanto a las preferencias electorales del ciudadano y los márgenes de error, según la metodología que mejor conviene a los resultados y los intereses de cada empresa que se dedica a los estudios estadísticos… ¿ornamentales?
En cada elección, las encuestas son instrumentos de medida que ayudan a dar una visión sobre opinión, preferencia, rechazo y otros valores respecto a un evento susceptible de ser medido, generalmente, se usa una metodología aceptada y normada por los entes electorales, estatal o federal, y los resultados se condicionan a la cientificidad del cuestionario, la selección de la muestra, el método de aplicación de la encuesta y las variables que le dan certidumbre a la investigación
La muestra (universo de personas que pueden ser seleccionadas para contestar la encuesta, debe considerar todas las posibilidades y atributos que debe tener un posible elector, se deberán cubrir cuotas de genero, edad, si vota o no, domicilio si es rural o urbano, por ejemplo, si la investigación es telefónica cómo y que se hará para ver que opinan las comunidades donde no hay teléfono.
Esas inconsistencias se llaman sesgos y desvirtúan los resultados finales. Hemos notado que los resultados semanales de las casa encuestadoras que publican en los periódicos, prácticamente, han desaparecido los porcentajes de los indecisos, es decir, solo incluyen los porcentajes de las preferencias hacia tal o cual candidato o partido, induciendo una preferencia “bruta” sin indecisos, lo que no dicen es que a partir de no ser considerado ese porcentaje el margen de error cambia y la investigación se sesga, en ocasiones, dramáticamente.
Aquí le presento los resultados de las últimas elecciones presidenciales: Investigación año 2000, resultados publicados en el periódico Reforma el 24 de junio de ese año.
Preferencias electorales antes de la elección presidencial del 2000
Vicente Fox Quezada
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31.00%
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Francisco Labastida Ochoa
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34.00
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Cuauthémoc Cárdenas
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13.00%,
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otros/nulos
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3.%
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INDECISOS
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19.00%
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Resultados de la elección 2000 datos del IFE
Vicente Fox Quezada
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42.52%
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Francisco Labastida Ochoa
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36.11%
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Cuauhtémoc Cárdenas
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16.64%
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otros/nulos
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4.73%
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Total
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100%
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Comportamiento del 19% de indecisos en la Elección 2000
El 11.52% se movió para Vicente Fox Quezada
El 2.11% se movió para Francisco Labastida Ochoa
El 3.64% se movió para Cuauthémoc Cárdenas
El 1.73% se movió para Otros candidatos
Preferencias electorales antes de la elección presidencial, según el periódico Reforma el 26 de junio de 2006:
Felipe Calderón Hinojosa
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30.00%
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Roberto Madrazo Pintado
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22.00
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Andrés M. López Obrador
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32.00%,
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otros/nulos
|
4.%
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INDECISOS
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12.00%
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Resultados después de la elección del 2006, según IFE:
Felipe Calderón Hinojosa
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35.89%
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Roberto Madrazo Pintado
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22.26%
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Andrés M. López Obrador
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35.31%
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otros/nulos
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6.54%
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Total
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100%
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Comportamiento de los indecisos en la Elección 2006 12%:
El 5.89% se movió para Felipe Calderón Hinojosa
El 0.26% se movió para Roberto Madrazo Pintado
El 3.31% se movió para Andrés Manuel López Obrador
El 2.54% se movió para Otros candidatos
Con esta lógica que arrojan las encuestas podemos suponer que de las posibilidades de los indecisos, según los históricos de las elecciones presidenciales, bien podrían inclinar la balanza para uno de aquellos candidatos, no punteros, en los reportes estadísticos, publicados en las encuestas.
Francisco Labastida Ochoa, llegó a la elección del 2000 con 34% de preferencias electorales a favor y, con un 19% de indecisos, y PERDIÓ.
Andrés Manuel López Obrador, llegó a la elección del 2006 con el 32% preferencias electorales a favor, y con un 12% de indecisos, y PERDIÓ.
Usted saque su propia conclusión para la elección del 2012.
Suburbio 1
Al momento del cierre de esta colaboración el debate esta en su mero punto, ya lo comentaremos.