En realidad da pena ver como los candidatos a los cargos de elección popular, desde diputados federales, senadores y presidente de México, se han angustiado por tratar de garantizar a los votantes que programas como el de Oportunidades no van a desaparecer, que, al contrario, se van a fortalecer en sus administraciones ahora que ganen.

 

Y decimos que da pena (indignación) porque no se trata de otra cosa que de comprometerse a seguir dando una cantidad de dinero mensual a los más jodidos de este país, para que sigan paliando el hambre en vez de ofrecer alternativas de empleo para que dejen de depender de estas dádivas oficiales y aspiren, no sólo a tener ingresos para solventar sus necesidades más elementales sino para superar sus niveles de miseria.

 

Estamos de acuerdo con que se apoye a los niños, a las personas de la tercera edad que no cuentan con seguridad social; es decir, en el caso de los niños con asistencia médica gratuita y medicinas y servicio de guarderías; y en el caso de las personas de la tercera edad, que llegan a esa situación sin contar con una pensión, pues, está bien que el estado les ayude económicamente para cubrir sus necesidades más apremiantes.

 

Pero de ahí a que se fortalezcan programas como el de Oportunidades, creado por el PRI con el nombre de Solidaridad, es otra cosa.

 

Los gobiernos priistas que instrumentaron estas acciones y los panistas que las secundaron y fortalecieron, lo hicieron con la intención de obtener votos, de comprar la conciencia ciudadana, pero crearon ejércitos de parásitos que hoy, en la mediocridad que les permite un apoyo mensual como el que les da el programa Oportunidades, se conforman y no están dispuestos a hacer nada (trabajo) porque el gobierno los mantiene.

 

Y como son millones de mexicanos, con credencial de elector dispuestos a castigar a quien amenace con quitarles esa canonjía, que es la limosna mensual con la que logran subsistir, los políticos aspirantes a un cargo de elección popular se han aplicado en prometer el incremento de esas ayudas (encarecer el voto), por eso escuchamos en sus discursos “vamos a fortalecer los programas de Oportunidades, no se dejen engañar porque no los vamos a desaparecer, al contrario, les vamos a dar un incremento”, con lo que compran el sufragio con dinero del erario público, de nuestros impuestos, de lo que pagamos usted y yo, los pocos contribuyentes cautivos que tiene el gobierno federal y estatal.

 

Tenemos con nosotros empleadas domésticas que están dados de alta en Oportunidades, al igual que sus hijos, hasta menores de edad, sus hermanos y toda la parentela, quienes siendo muy jóvenes ya reciben una lanita mensual del gobierno, que apenas si les alcanza para comer pero a cambio de eso abandonaron la producción en el campo, ya no buscan emplearse, se tiran al trago barato y sobreviven, al filo de la navaja, gracias a que el gobierno los mantiene a cambio de que voten por ellos cuando hay elecciones.

 

Es más, sabemos de casos de familiares de empleados y funcionarios de Sedesol, que sin tener necesidad de estos apoyos se dan de alta y ahí están periódicamente succionando la ubre presupuestal federal del programa Oportunidades.

 

Por eso tiene razón quien propone refundar la república, empezar de cero y crear nuevas instituciones blindadas contra la corrupción y la impunidad. El país necesita una sacudida para hacer a un lado todos estos vicios creados al amparo del poder y para conservarlo, y aspirar a construir un país que aproveche sus recursos naturales, los explote racionalmente y viva con decoro del producto de este trabajo.

 

Y es que Salvador Mikel Rivera, representante del Partido Revolucionario Institucional ante la Junta Local del Instituto Federal Electoral, informó que dicho instituto político ha presentado hasta el momento más de 412 denuncias contra el PAN y contra el Gobierno Federal por manipular los programas sociales a favor del blanquiazul. 

 

Acompañado del diputado Antonio Benítez Lucho, dijo que de diciembre de 2011 a la fecha se han sustituido, en abierta violación a la normatividad, alrededor de 28 mil de 35 mil vocales, es decir 8 de cada 10, quienes fungen ahora como operadores electorales.

 

Los vocales que deben ser electos democráticamente entre los miembros de la comunidad fueron designados directamente por las autoridades delegacionales. Por ello, dijeron que solicitarán a las autoridades correspondientes que se castigue de manera ejemplar a los responsables.

 

El candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, advirtió ayer que no caben las alusiones de fraudes anticipados y "no hay quien pueda comprometer los votos de una ciudadanía". Después de diversas acusaciones por parte de Andrés Manuel López Obrador acerca de la posibilidad de un fraude y que los gobernadores del PRI fueron obligados a cumplir con algunas cuotas de votantes, el priista dedicó a este tema parte de su discurso frente a estructuras de Tecámac.

 

Peña Nieto, sin mencionar su nombre, salió a responder a las acusaciones hechas por su adversario del PRD, Andrés Manuel López Obrador. El abanderado del PRI dijo que en el proceso de democracia que ha construido el país, "no caben alusiones de fraudes anticipados" y quien está viendo trampas en la elección, simplemente no quiere ver los cambios políticos que ha sufrido el país. "Que no los confundan, aquí no hay quien pueda comprometer los votos de una ciudadanía".

 

También llamó a cerrar filas y a mantener el proyecto que encabeza hasta después de que culmine el proceso de la elección, que insistió, habrá que obtener con un triunfo contundente. "Les pido que vayamos unidos, que cerremos filas en torno al compromiso de mejorar la calidad de vida. Necesito de su voto contundente que me permita llegar a la Presidencia".

 

El candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, asegura que "ya se probó" la cuota de votos que supuestamente fijó el secretario de Organización del PRI, Miguel Ángel Osorio Chong, para los gobernadores de su partido en una reunión, en beneficio de Enrique Peña Nieto. "Ya se probó en lo general –afirmó- ya el detalle ni modo que el señor que salió del PRI diga que sí, que fijó 3 millones de votos a Eruviel (Ávila) y un millón y medio a (Javier) Duarte, ya porque tampoco hay que pedirles tanto, pero así fue, pidieron cuotas al estilo de antes, como lo hacía el finado Fidel Velázquez que ofrecía votos por anticipado, como si los ciudadanos fuesen un objeto", dijo el candidato la mañana de ayer en conferencia de prensa.

 

Miguel Ángel Osorio Chong confirmó este miércoles que sí se realizó una reunión entre mandatarios estatales y el candidato presidencial del PRI, pero dijo que no se impusieron cuotas de votos, sino que se analizó el panorama político actual.

 

En realidad no había necesidad de tratar de desmentir a López Obrador, que bueno que los gobernadores emanados del PRI, que están en sus cargos gracias a que el PRI los encumbró, se comprometan con su partido y le cumplan ingratos serían que no lo hicieran.

No es que tengamos a la mano una bola de cristal ni que nos hayan filtrado alguna información para asegurar que, pasando la elección del primero de julio, habrá cambios en el gabinete del gobernador Javier Duarte de Ochoa. Son naturales o más bien obligados.

 

Aquí van a pagar facturas quienes no cumplieron con su encomienda partidista, quienes se clavaron el dinero que les dieron para invertir en actividades proselitistas a favor de Enrique Peña Nieto, los que traicionaron la confianza y le apostaron a candidatos a diputados federales de partidos distintos al PRI por pura venganza personal, los que de plano decepcionaron porque ofrecieron una cuota de votos y no la consiguieron, los que se echaron a la hamaca cuando había mucha chamba y, aprovechando el viaje, los que de plano no tiene caso que sigan succionando la ubre del presupuesto estatal a cambio de nada que por cierto no son pocos: mucho ayuda el que no estorba dice el refrán.

 

Estamos a unos cuantos días de ver el desenlace final de este capítulo de la historia política de México, posiblemente el más complejo de los últimos tiempos. En la aldea, los políticos veracruzanos juegan de acuerdo a sus intereses, a varios priistas les conviene más un gobierno encabezado por la izquierda o el PAN que por Enrique Peña, y a eso apuestan.