Salvo que antes del domingo 1 de julio ocurriera una hecatombe en el bunker del PRI u otra serie de hechos imprevistos como el movimiento estudiantil surgido a mediados de mayo tras la accidentada visita de Enrique Peña Nieto a la Universidad Iberoamericana –revuelta antipriista que ejerció una fuerte presión contra las televisoras y logró modificar parcialmente la tendencia de las encuestas–, pero hasta ahora todo parece indicar que ni a Josefina Vázquez Mota, del PAN, ni a Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Progresista, les alcanzará el tiempo y sus recursos para alcanzar al mexiquense que ha resistido todo tipo de ataques.

La noche de este miércoles, en el programa “Tercer Grado” que conduce el doctor Leopoldo Gómez, vicepresidente de Televisa, fue entrevistado por el panel de periodistas y conductores de noticieros Gabriel Quadri, candidato presidencial de Nueva Alianza.

Quadri fue duramente cuestionado sobre todo por servir a los intereses patrimoniales de la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, que es la verdadera dueña del Panal.


Le cuestionaron que cómo él, que se autodefine como un “no político” y el más liberal y preparado de los candidatos presidenciales se ha prestado para salvar el registro del partido de la presidenta vitalicia del SNTE que no sólo recurre a las mismas prácticas corporativas que él cuestiona a los abanderados de otras fuerzas partidistas sino que además usa al Panal para que su hija, su yerno y su nieto accedan a cargos de elección popular.

Pero al final de la amplia entrevista le preguntaron a Quadri que cuál es el escenario que él ve para el próximo 1 de julio y que si la elección aún no está decidida, como desde la semana anterior lo ha venido reiterando el presidente Felipe Calderón, quien ha dicho que cualquiera de los tres candidatos más fuertes todavía la puede ganar.

El candidato del Panal respondió que él cree que difícilmente se va a revertir la tendencia que han venido marcando las encuestas desde el inicio de las campañas, y que por los pocos días que faltan para la jornada electoral todo indica que el triunfador será Peña.


Entre Vázquez Mota y AMLO, dijo, sólo se dará la disputa por el segundo lugar.

En su texto periodístico semanal publicado ayer en el diario capitalino “Reforma”, el doctor Lorenzo Meyer, quien es autor de 17 libros sobre política mexicana y se ha declarado a favor de la candidatura de López Obrador, hacía alusión a la encuesta que mandó a hacer el Observatorio Universitario Electoral (EOUE) –un grupo de académicos de varias universidades–, la cual permitió fotografiar el estado de ánimo de la opinión ciudadana entre el 30 de mayo y el 6 de junio, y en la que Peña continuaba adelante (entre 30.9 y 35.9%), seguido por AMLO (entre 22.8 y 31.8%). Vázquez Mota permanecía en tercer lugar.

Esta encuesta y su metodología se pueden consultar en el sitio de internet www.contamos.org.mx.


Dicho sondeo arrojó datos que bien podrían explicar parte de la fortaleza del candidato priista. De acuerdo con la EOUE, que tuvo una muestra representativa del doble de lo usual (3 mil 480 casos), que abarcó 600 secciones electorales (lo usual son 100) en las cinco circunscripciones en que está dividido el país y donde la no respuesta total al cuestionario fue de 40% (porcentaje alto pero menor que en otras encuestas publicadas), se encontró que el 80% de los que respondieron dijeron que se enteran de las noticias por la televisión, apenas si 7% señaló a la radio como su fuente de información y únicamente 6% nombró a la prensa escrita como su vía preferida para informarse. Las redes sociales, que es el medio más novedoso, plural y favorito de los estudiantes que en buen número simpatizan con la candidatura de López Obrador, sólo tuvo la preferencia del 2%.

Otro destacado académico, Carlos Elizondo Mayer-Serra, doctor y maestro en Ciencia Política por la Universidad de Oxford y ex director del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), coincidía también en que todas las encuestas publicadas esta semana por diversos diarios, incluida la de Reforma aparecida este martes, confirman a Peña con una ventaja que va de 12 hasta 16 puntos como máximo.

“Falta aún definir el segundo lugar. La encuesta más favorable para López Obrador lo ubica con 6 puntos de ventaja sobre Vázquez Mota. Pero la de Ulises Beltrán, publicada en Excélsior, trae a Josefina en un apretado segundo lugar. Andrés Manuel crece ya muy poco o incluso, en el caso de la de Reforma, tiene una sorprendente caída de 4 puntos. Hay acuerdo de que Josefina está recuperándose. En la intención de voto por el Legislativo, el PAN y los partidos de izquierda están muy cercanos”, consigna Elizondo en su texto publicado este jueves en “Reforma”.


Según la opinión de este académico, Peña hizo bien en no asistir ni exponerse en el
debate organizado por el movimiento #YoSoy132 que nació “con el objetivo de que no llegue al poder”. En cambio, Vázquez Mota y López Obrador que sí acudieron desaprovecharon esta oportunidad para definir claramente la segunda posición e intentar alcanzar al puntero.

Elizondo cita, por ejemplo, el encabezado de anteayer del diario capitalino “La Jornada”, cuya línea editorial siempre ha estado inclinada a favor del abanderado de la izquierda: “Nada nuevo ofrecieron candidatos en sus planteamientos”.

“No había que esperar algo nuevo en una campaña que está por terminar. Lo más sorprendente –apunta el ex director del CIDE– fue la gran cantidad de gente que trató de seguirlo, más de 100 mil según algunas notas. Pero se les cayó el sistema. Los organizadores decidieron dejar fuera a los medios interesados en transmitirlo y tener el monopolio de la señal”.


En su texto titulado “La batalla por la plata”, Elizondo señala que la pelea entre Josefina y AMLO por el segundo lugar no es trivial a estas alturas de la campaña, ya que si Vázquez Mota consolida su tendencia al alza y termina por encima de López Obrador, esto la dejaría con la posibilidad de ejercer liderazgo en su partido. “El PAN enfrenta una dura prueba pues, además de tener que aprender a vivir nuevamente como oposición, cargará con el peso de la derrota en estados que hoy gobierna. Un tercer lugar sería devastador para el partido y haría esta tarea aún más complicada”, asegura el académico.

En cambio, advierte que para López Obrador el segundo lugar le permitiría tratar de desafiar a Peña Nieto en el proceso postelectoral y mantenerse como el líder de la izquierda. “No alcanzar el segundo lugar, aunque la distancia con Josefina fuera de 0.56 por ciento, como en la presidencial pasada, sería un desastre mayor. Su liderazgo en el partido se vería erosionado. Desde el tercer lugar argumentar robo de urnas sería risible. Sólo quedaría el alegato de que el pueblo fue desinformado, aunque no queda claro cómo esto sería posible, si López Obrador en más de una ocasión nos ha dicho que el pueblo nunca se equivoca. Ya veremos cómo vota el pueblo el 1o. de julio…”