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Raspados
Guadalupe H. Mar
5 de julio de 2012
alcalorpolitico.com
RASPADOS
 
PELOS EN LA CERCA.... La pírrica victoria en la elección presidencial que pregona el Revolucionario Institucional en la entidad veracruzana, debe ser analizada con sumo cuidado, tomando en cuenta que además de la maquinaria estatal tricolor, se enviaron refuerzos de alto nivel desde la ciudad de México para apenas sacarle a Josefina Eugenia Vázquez Mota, poquito más de 800 votos de diferencia.
 
No están ustedes para saberlo, pero poco más de un mes antes de la elección, desde el altiplano vieron que en Veracruz el PRI se estaba yendo a pique, motivo por el cual enviaron desde el DF a un grupo de experimentados priistas, viejos lobos de mar, que pusieron en práctica sus viejas enseñanzas.
 
Así tenemos que en los últimos 30 días antes de concluir las campañas proselitistas, el PRI de Enrique Peña Nieto observó que no había una estrategia acertada para hacer frente al descenso en las preferencias que registraba el abanderado del tricolor a la Presidencia de la República, como tampoco se observaba una campaña electoral que le agenciara al candidato mexiquense votos para ganar al partido Acción Nacional y a su abanderada, por lo que de inmediato enviaron a Veracruz experimentados actores políticos, que distrito por distrito operaron la estrategia electoral.
 
La orden fue muy clara para estos enviados, nada de quitarle el lugar a los priistas que ya estaban en funciones de manera oficial.
 
Por si fuera poco, se habló con la dirigencia estatal del PRI en el estado, que encabeza Erick Lagos y también con el supuesto coordinador de la campaña de Enrique Peña Nieto en Veracruz, Jorge Carvallo Delfín a quien se les anunció que a los delegados especiales y distritales que ya se tenían “sembrados” por el estado, se les agregarían otros más experimentados, de tal forma que quedaran en forma conjunta, delegados jóvenes combinados con los ya grandecitos, para conjugar juventud con experiencia.
 
La instrucción fue precisa “hay que rescatar lo rescatable”.
 
Como en las películas, el viejo escuadrón priista que ya se encontraba cuidando a sus nietos en sus casas luego de que fueran hechos a un lado por los jóvenes encargados del Revolucionario Institucional, a quienes por cierto el trabajo fino no se les da y por ende son burdos, tuvieron que venir a Veracruz para hacer el zurcido fino.
 
Que conste, de no haberse enviado a los ruquitos del PRI a Veracruz, no se hubieran tenido ni los 800 votos a favor del candidato presidencial priista, con lo que queda en evidencia el supuesto liderazgo de Jorge Carvallo Delfín, quien al menos de apodo era el encargado de la campaña de Enrique Peña Nieto en el estado de Veracruz.
 
Además de que nunca contó con un equipo afín a él, Carvallo Delfín mostraba tendencia a la imposición. De tal forma que designó a sus propios delegados, desplazando priistas a más no poder, haciendo a un lado incluso a los delegados que mantenía el PRI estatal y su gerente Erick Lagos, en los 21 distritos electorales.
 
Tampoco mostró coordinación alguna con los delegados del primer priista del estado, quien había encomendado a secretarios y subsecretarios, que en sus ratos libres promocionaran el voto a favor del abanderado del tricolor a la presidencia de la República.
 
A todo ello habría que sumarle el hecho de lo que dentro del tricolor, fue como el secreto a voces, que la supuesta estructura electoral de Carvallo Delfín, no promocionaba el voto a favor de los candidatos al senado, Pepe y Héctor Yunes, sólo la de Peña Nieto.
 
Pa´ más, dijera la alvaradeña, en la conurbación VeraBoca se conoce de una enorme bodega que quedó “atiborrada” de material de propaganda de Enrique Peña Nieto y cuyo resguardo a decir de los sinquehacer, le correspondió justamente a Jorge Carvallo Delfín, quien nunca distribuyó el material. Así o más claro, por ello es que de inmediato desde el Distrito Federal enviaron operadores y habilitaron otros tantos veracruzanos priistas para sacar adelante al candidato presidencial Enrique Peña Nieto.
 
A la zona de Boca del Río por ejemplo, el equipo peñista envió al ex diputado y ex gobernador oaxaqueño Pepe Murat, quien no dejó de asombrarse de la ingenuidad y falta de oficio político que mostraban los supuestos operadores priistas boqueños y mejor se salió de la encerrona que mantenían en una casa particular, para ver si algo podía hacer con su propio equipo, pues lo que urgía no era enseñar estrategias electorales a estos jóvenes sino aplicarlas con urgencia.
 
No en balde el experimentado político y notario público del sur del estado, Flavino Ríos Alvarado, mencionó que el PRI tiene que revalorar sus cuadros y entrarle necesaria y urgentemente a una buena selección de candidatos rumbo a la elección que habrá de registrarse el próximo año, para renovar alcaldías y diputaciones locales.
 
Indudablemente que las palabras del diputado local traslucen el hecho de que lo sucedido en este proceso electoral 2012, es un indicador para la lucha electoral de 2013.
 
EL MUERTO AL HOYO.... No cabe duda que la derrota es huérfana, el candidato perdedor en el distrito IV que incluye la cabecera de Boca del Río, el priista Oliver Aguilar Yunes, se encontraba en su casa de campaña solo con su equipo de conteo de votos que hacían su trabajo. Nada de las multitudes priistas que lo siguieron. Antes de retirarse derrotado, recibió la visita de titular de SAS, Pepín Ruiz y de su esposa Paola Paratore, nadie más, aparte, por supuesto de la fiel, Elisa Tagle.
 
En la pérdida de este distrito como en el de Veracruz Puerto, en donde los panistas doblaron dos a uno el voto en contra de los priistas, se habla de que los propios miembros del tricolor hicieron perder a sus compañeros de partido. Los sinquehacer que en el PRI abundan, exponen que esta vez el doctor Ramón Ferrari y su equipo de los “negritos y bembones” decidieron apoyar a otro partido. Los mismos que hablan sin fundamento, juran y perjuran que los priistas de Veracruz, sobre todo los dirigentes sindicales, hicieron lo propio para con la candidata del PRI, Ángela Perera.
 
TODOS PARA UNO.... Y donde todos trabajaron en conjunto, fue en el distrito de Poza Rica donde el PRI ganó las tres elecciones, la de diputado federal, la presidencial y la de senadores. Y aunque hay muchos que quieren colgarse la medalla ante el primer priista del estado, a quien le presumen que “mueven” el distrito completo y a los pozarricenses, lo cierto es que el éxito y trabajo corresponde íntegramente al delegado especial del PRI en el distrito, Marcos López Mora, al alcalde pozarricense, Alfredo Gándara Andrade y a Juan Morales.
 
López Mora, uno de los experimentados, se tomó como suya la campaña de Gaudencio Hernández, quien también hay que decirlo, caminaba todo el distrito desde muy temprano y visitó todas las comunidades y en algunos estuvo hasta dos veces.
 
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