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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Mitigar el desencanto de la elección
Francisco L. Carranco
9 de julio de 2012
alcalorpolitico.com
Este sábado, nuevamente, miles de jóvenes en el país, salieron a las calles en señal de protesta ante lo que ellos llaman una elección fraudulenta por el triunfo de Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional, quién se lleva la elección por escasos 6 puntos de diferencia sobre el abanderado del PRD.

Desde la noche del uno de julio que se supo del gane tricolor, empezaron los cuestionamientos sobre el proceso electoral, del IFE como juez y del débil triunfo de Peña Nieto; los mexicanos no están satisfechos con los resultados porque, según la votación general, más del 60% de los habitantes de este país votaron por otro partido que no fue el PRI.

Las fuerzas políticas que contendieron están echando mano de sus recursos legales, tanto para impugnar los resultados como para legitimar los triunfos, al margen de estos derechos electorales, en la ciudadanía crece un sentimiento de frustración, descontento o, mejor dicho, de desencanto de quienes habrán de gobernar el destino del país, los próximos seis años.


Los escenarios que se abren al día de hoy sobre el proceso electoral que no acaba aún, surgen varias alternativas, primera: La impugnación para que se anule la elección, ésta sería considerada como una segunda vuelta para legitimar al ganador y ungirlo como presidente. La posibilidad que esto ocurra esta vigente porque los partidos opositores al triunfo esperan que el IFE oficialice al ganador para que éstos interpongan el recurso de anulación, obviamente, con las pruebas y alegatos que demuestren la violación de la Ley Electoral en lo que respecta a este asunto y, principalmente, el relativo a los gastos de campaña que según manifiestan, los inconformes, excedió los topes permitidos por la autoridad electoral y, si se demuestra, podría proceder la anulación de la elección, e incluso la pérdida del registro del partido acusado.

Segundo escenario: Que las cosas se queden como están y que, las autoridades electorales IFE y TRIFE, fallen a favor del virtual ganador desechando todas las pruebas, inconsistencias, quejas, señalamientos, presiones y validen la elección. Esta situación agravará el descontento de los ciudadanos y tensará las relaciones Gobierno ciudadanos, porque, insisto, las estadísticas dicen que el ganador de la elección lo hizo con el 38 y fracción de la votación general, lo que representa que el 60%, mas o menos, de votantes no lo hizo por él.

Esto tendrá consecuencias nada favorables para el Presidente electo, porque de no seleccionar a un gabinete que presuma de elevada honestidad, ética, comprometido con el servicio público, patriota, y convencido de que México necesita un verdadero cambio fuera de rollo, prepotencia, impunidad, corrupción, politiquería, engaños y abusos, no podrá legitimar la figura presidencial y la tensión social podría subir de tono.


La sociedad teme que la barbarie desatada en este país rebase en su totalidad el ejercicio de las autoridades públicas, que el estado no pueda resolver y mitigar la pobreza, el desempleo, la salud, la falta de educación y el progreso del país.

Las cámaras que calificarán su desempeño como presidente el partido político del cual él emana no tienen mayoría, por lo tanto, tendrá que negociar el bienestar del país.

Y, último escenario, quizás el más distante ante la mirada de los mexicanos es que Peña Nieto, asuma desde el primer día su papel como Presidente de México y enfrente la critica, demuestre que él puede cambiar el rumbo de la historia ejerciendo los poderes que le da el estado desde una óptica humana y honesta; que tire el lastre que ahora carga y que defina una política basándose en la ley, con acciones en contra de lo que más lastima a la sociedad.


Peña Nieto, debe sorprender a los mexicanos con, insisto, acciones contundentes que lo hagan creíble, que persiga a la delincuencia, a los pseudo políticos, líderes charros, a los corruptos, a los prepotentes, usurpadores de poder y que alinee a todos sus colaboradores para que sirvan al país, si no de nada servirá su gestión.

El destino estará en sus manos, en las Reformas, en sus ideas y en sus decisiones, finalmente, él será el Presidente y tendrá que dar cuentas para distender la tensión social, el desencanto y las dudas que existen sobre su desempeño como presidente, cuatro meses para preparar las acciones con las que empezará el nuevo gobierno y el destino de México.


Suburbio 1


Por supuesto de que nada ayudan individuos como ese que amagó a los estudiantes durante la manifestación en Xalapa, que, con un arma en la mano, resultó militante del partido tricolor e intentó disuadir la marcha de los muchachos y la sociedad civil que protestaba por el resultado electoral.

De eso políticos ya no queremos y si es ciudadano sobre él todo el peso de la Ley, que explique por qué porta un arma, dónde la compró y por qué amenaza a los ciudadanos, en fin, no me ayudes compadre.

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