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Columnas y artículos de opinión
Escuelas en riesgo
Guillermo H. Zúñiga Martínez
14 de julio de 2012
alcalorpolitico.com
Resulta interesante lo que está sucediendo en Chile. País culto, ilustrado, cuenta con universidades prestigiadas en el continente americano. Es sobresaliente porque la declaración de Harald Beyer, actual ministro de educación, es tajante y enérgica: si los colegios incorporados a la Secretaría, que cuentan con reconocimiento de validez oficial, no acatan las diversas normativas que el gobierno de la república impone, se procederá al cierre, por lo cual actualmente 400 escuelas particulares están en peligro de ser clausuradas.

Aquel gobierno estará fiscalizando más asiduamente a los colegios para darles la oportunidad de cumplir con los estándares exigidos. Dijo Beyer que, este año, han encontrado que cuatrocientos han incumplido una serie de recomendaciones que para el ministerio de educación son fundamentales, por lo que están redoblando la vigilancia y con mucho cuidado analizando sus acciones y operación. El funcionario ha ordenado que la supervisión se aplique, cuando menos, seis veces al año con el propósito de ofrecerles facilidades para que vayan satisfaciendo las exigencias legales.

Advirtió a los dirigentes de esas instituciones que, si no corrigen los aspectos señalados, empezarán a recibir multas e incluso pueden sufrir la pérdida del reconocimiento oficial. Será a partir de este año 2012 que se implementará un nuevo modelo de fiscalización que aumenta las sanciones y está enfocado en los aspectos más sensibles como la asistencia, el estado de los profesores, la higiene, la seguridad del recinto y la rendición de cuentas.


El endurecimiento de esa política se ha visto con buenos ojos en la tierra de Salvador Allende, porque la educación es un renglón sumamente importante en toda sociedad y es obvio que lo que está reclamando el ministerio de educación, es que eleven la calidad y fortalezcan los resultados en la preparación de las nuevas generaciones.

Lo anterior indica con claridad que siguen aplicando un criterio tradicionalista en materia pedagógica: están pidiendo, en primer lugar, que los maestros tengan la suficiente preparación para que su noble tarea se desempeñe con eficacia y esto debe entenderse de manera formal, porque lo que están procurando es que cada docente sea un especialista en la didáctica de la materia que desarrolla frente a los grupos escolares, lo que significa ser un ejemplo desde el vestido mismo, los buenos modales, demostrar un afecto limpio y sincero para los alumnos, ser muy claro en sus exposiciones y redescubrir la verdad con una enorme sencillez para que los estudiantes, sentados en su pupitre, estén atentos y aprendan las lecciones de cada uno de sus mentores, lo que representa idealizar una relación maestro-alumno, entre quienes debe existir respeto pero sobre todo camaradería y gusto por la enseñanza y asimilación de los conocimientos.

Están pidiendo que los edificios escolares cuenten con lo más adelantado porque deben estar aseados, bien pintados y con mobiliario escolar en buen estado, además de pintarrones y materiales cibernéticos al alcance de los alumnos; están preocupados, asimismo, por la higiene escolar, porque anhelan aulas bien ventiladas, con iluminación bilateral izquierda o cenital y además con material didáctico apropiado para lograr una magnífica ambientación escolar. Así es que si los particulares quieren dedicarse a la educación en Chile, deben demostrar que los mentores están bien preparados académicamente y el plantel en excelentes condiciones para cubrir los requisitos que exige la protección civil.


Se les requiere también que cumplan con la rendición de cuentas, es decir cobrar cuotas justas, cubrir salarios adecuados, prestaciones y las exigencias de carácter administrativo que permitan que, cuando los visite la autoridad, puedan mostrar sin mayor trámite el orden existente en cada una de estas escuelas.

Cuando estas noticias se divulgan, lo que se advierte es que se sigue pensando en el fenómeno educativo teniendo en cuenta que lo más importante es la manera de transmitir el conocimiento, la forma de enseñar y de influir en los alumnos, por lo que los maestros, y obviamente la comunidad ilustrada, están obligados a aceptar, desarrollar y observar las normas que dictan las autoridades educativas y es lo que explica que cada mentor debe tener conocimiento de la psicología de los niños, de los adolescentes y de los jóvenes para entenderlos, comprenderlos y hacer que participen en la vinculación indisoluble maestro-alumno.

Lo que hace mucha falta es valorar las características del aprendizaje autónomo, del autodidactismo significativo y crítico, que es el presente y el futuro de la educación universal porque se tiene que redescubrir la capacidad, el interés y la voluntad de cada aprendiente para sobresalir por sí mismo, involucrado en la sociedad del conocimiento.


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