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Columnas y artículos de opinión
Nuevo Siglo
Reconocer a quien gana, no es cosa de gracia; es asunto de justicia, a secas
Jenaro del Ángel Amador
19 de julio de 2012
alcalorpolitico.com
El estado de derecho debe permanecer inalterable. Igual cuando gane el partido que tenga más votos y los acredite, que cuando el que pierde no los haya obtenido.

En un parte informativo del PAN se pudo leer que la Secretaria General del CEN, Cecilia Romero, “subrayó que Peña Nieto tiene reconocimiento como el candidato ganador; así también lo reflejaron el conteo rápido y el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), y aunque se ha señalado que hubo coacción de voto, no se puede comprobar”

Esta afirmación de la funcionaria panista deja claro lo que hizo confuso el Presidente del CEN de ese partido, Gustavo Madero, y corre paralelo a la visita que realizó el candidato ganador del PRI a Los Pinos y al Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa. Y no podía ser menos: México necesita que haya paz y tranquilidad en el país, y reflejarla hacia el resto del mundo.


México no es una isla o un país ubicado en la nada. Es una nación que tiene más de tres mil kilómetros de frontera común, con la Nación más poderosa de la Tierra, y la tercera porción superficial del Continente Americano. Un país forjado a golpe de acomodos sociales que patrocinaron una revolución armada en el siglo pasado, que permitió darnos un estado de derecho que debe prevalecer por sobre ambiciones políticas de grupos o partidos, que no han acreditado haber ganado la elección que renueva los poderes legislativo y ejecutivo de la república.

México, es, también, un país que tiene más de cien millones de habitantes, 59 de los cuales votaron el primero de julio; 19 o más para el candidato ganador; 15 o más por el segundo lugar, y 12 o más para quien ocupó la tercera posición. Y el voto de esos ciudadanos deben y tienen que ser respetados por la ley y quienes dicen el derecho e imparten justicia.

Que el PAN reconozca al ganador de las elecciones de julio, es buena señal para la estabilidad y gobernabilidad del país: ya que haber dicho que sería en agosto cuando esta formación política se definiera, alentó en forma pasajera a quienes aspiran a tomar el poder por la fuerza física y sin la fuerza de los votos.


En agosto se conforman las Cámaras del Congreso de la Unión, y el día primero de septiembre en, sesión plenaria, reciben el informe del Presidente de la República y se inician las sesiones del primer período ordinario de sesiones. Ya después, entre el 3 y el 6, debe producirse la resolución del TRIFE, seguramente validando la elección del primero de julio, y extendiendo la constancia declaratoria de Presidente de la República, a quien ganó las elecciones.

En derecho, lo que sigue es la transición: El gobierno que entrega y el Presidente que recibe. Y a diferencia del 2006, la truculencia de la rendición de la protesta constitucional de aquélla época, no podrá repetirse. La Constitución de la República ya contempla otras opciones que, de ser necesario, se usarán.

Que bien que el PAN haya dejado en claro lo políticamente justo. El país es el beneficiado.


PD.- José Enrique Ampudia Melo o Mello, sin ser veracruzano, podrá acreditar que conoce Veracruz, actuando, no declarando. Ese es su trabajo.

PD.- Ahora afirma que hubo dinero <<de la delincuencia organizada>> en las elecciones de julio. AMLO no tiene límites. Sólo falta que afirme que el financiamiento vino del más rico del mundo…