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Columnas y artículos de opinión
El Consejo Político Nacional del PAN y sus repercusiones partidistas
Eduardo de la Torre Jaramillo
10 de agosto de 2012
alcalorpolitico.com
Acción Nacional tras perder la presidencia de la República, el primero en plantear el futuro inmediato de nuestro partido político fue el presidente Felipe Calderón, usando un equívoco concepto de “refundación”, quien a través de los expresidentes nacionales Luis H. Álvarez, Luis Felipe Bravo, Germán Martínez y César Nava propusieron los siguientes puntos: “La primera, abrirse a la ciudadanía, especialmente con los jóvenes; una nueva forma de elegir a los candidatos (postular a los mejores), un nuevo modelo de organización (sincronía entre dirigencias y ciclos electorales), sanciones que permitan excluir con rapidez y eficacia a quienes con su conducta trastocan la identidad del PAN y una nueva manera de administrar el financiamiento público y privado que permita destinar mayores recursos a los procesos electorales”.

El primer error de esa propuesta es de origen, ya que es el grupo en el gobierno quien lo propone, cuando ese mismo grupo encabezado por el presidente Calderón Hinojosa violentó la cultura cívica y democrática del PAN al designar por “dedazo” a los presidentes Germán Martínez y César Nava, es decir ese “priista que todos llevamos dentro” (Carlos Castillo Peraza) fue él que intentó implantar un presidencialismo del Ejecutivo federal en el interior de Acción Nacional.

La reacción a esa propuesta vino del actual presidente del CEN del PAN, Gustavo Madero, rechazando el concepto de “refundación”, posteriormente el Yunque en voz y participación política del exgobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, quien convenció a 16 presidentes estatales del PAN para rechazar la propuesta de la corriente política gubernamental, después se sumaron otros 7 presidentes estatales, haciendo un total de 23 presidentes que estaban en contra, de allí se sumaron los próximos congresistas, quienes presentaron un documento, más un grupo de panistas históricos que publicaron un desplegado en diarios de circulación nacional, que se autodenominan Movimiento Nacional por el Rescate de los Valores Democráticos.


De los integrantes del Consejo Político Nacional, éste tiene un total de 381, de los cuales el presidente Calderón cuenta con 127, Madero con 129, el Yunque con 45 y otros 15 no se inclinan por ningún grupo, los demás están dispersos o no asistirán; allí se dará el primer debate sobre la realización de la Asamblea Nacional para noviembre de este año, que es la propuesta calderonista o el próximo año, como lo sugieren los otros grupos panistas.

En el plano pragmático se encuentra la disputa por los restos del partido, que son las prerrogativas, las posiciones políticas locales, los coordinadores parlamentarios y algunas vacantes que tendrá el CEN; pero en el plano de la propuesta calderonista, ésta tiene yerros como son: el planteamiento de una nueva organización, entre dirigencia y ciclos electorales, en lugar de proponer la concurrencia de las elecciones federales y estatales, actualmente sólo son 7 entidades federativas las que los tiene; la otra vertiente de postular a los mejores candidatos, pues eso de por sí ya es muy complejo, porque el padrón de afiliados está corrompido y prostituido, lo que significaría abrirse a la ciudadanía y transformar a Acción Nacional de ser un partido familiar a uno como lo pensó Manuel Gómez Morín, un partido de mujeres y hombres libres; y quizá la propuesta que causa mayor risa, es la de excluir a quienes trastocan la identidad del PAN, cuando en estos últimos 12 años se han premiado a los corruptos y se ha castigado a las voces críticas que pretenden corregir los errores internos, no veo que expulsen a quienes tienen constructoras no siendo ingenieros y medraron con los programas federales, o aquellos que ponen tesoreros en los ayuntamientos para extraer los recursos públicos, o los cómplices de los gobiernos del PRI en los estados. En fin, es una propuesta que nació muerta porque esas conductas y acciones fueron toleradas desde el gobierno federal.

La crisis actual de Acción Nacional es inédita porque es la primera vez que gobernaba el poder ejecutivo federal, -aunque se puede explicar con los resultados de 2009- no es una crisis como lo fueron en el siglo XX, de participar o no en las elecciones, de recibir financiamiento del Estado mexicano, del ingreso de los empresarios, hoy está en jaque la propia esencia de Acción Nacional: su visión ciudadana, que la olvidó en el ejercicio del poder político; ante esto la posible salida a esta situación pasa por rechazar el cinismo con el que se conducen grupos y miembros activos, y la primera acción será revisar el mecanismo de ingreso al PAN, además de limpiar ese padrón de afiliados, que es el origen del proceso político neocorporativo que se afianzó en el partido, y de allí que saquen candidatos “pigmeos” como lo señaló el propio Calderón.


Finalmente, se podrán reformar los estatutos pero la responsabilidad está en el militante y en quien este en un puesto de elección popular, porque si se optó por llevar un modelo priista y no panista, ya que lo extraviado por la mayoría de la militancia fueron 3 cosas: la democracia interna, la honestidad en el ejercicio del poder político y el respeto a la dignidad de la persona humana. Inclusive, el propio presidente Calderón se vuelve a equivocar, cuando quiere regresar en el 2018, pero no se hace la pregunta de que: ¿para que quiere que el PAN regrese el poder en el 2018?, no lo dice pero si es para gobernar con sus cuates y siguiendo el modelo priista, eso no puede seguir sucediendo en el interior de Acción Nacional, es preferible que la crisis sea larga para no repetir los errores que se hicieron en estos 12 años, porque la ciudadanía nos votó en contra por ineptos y no tener un proyecto de gobierno, y esencialmente por no arriesgarse a gobernar bajo los principios y la doctrina panista.