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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Xalapa, la joya priista
Raymundo Jiménez
23 de agosto de 2012
alcalorpolitico.com
Por ser la capital veracruzana, asiento de los tres poderes del estado, la ciudad de Xalapa será en la próxima elección municipal la joya de la corona que más defenderá el PRI.
 
Luego de haber sido gobernada de 1997 al 2000 por Rafael Hernández Villalpando, de la alianza PRD/Convergencia –pues en el siguiente cuatrienio, de 2000 a 2004, llegó a la alcaldía el aún convergente Reynaldo Escobar Pérez, pero de inmediato se declaró el más alemanista de los ediles de la entidad, y luego, como secretario de Gobierno en la administración del gobernador priista Fidel Herrera terminó afiliándose públicamente al partido tricolor–, la presidencia municipal de Xalapa fue recuperada por el priismo hace ocho años a través del comerciante Ricardo Ahued Bardahuil y posteriormente retenida por el empresario David Velasco Chedraui y más tarde por Elízabeth Morales García, actual munícipe que en 2010 triunfó con alrededor de cien mil votos aunque Javier Duarte de Ochoa, candidato del Revolucionario Institucional a la gubernatura, fue avasallado en esa misma elección.
 
Ahora, después de la estrepitosa derrota del pasado 1 de julio en la que el PRI no sólo perdió la elección presidencial y la de senadores sino que el ex alcalde, ex secretario de Gobierno y ex procurador de Justicia Reynaldo Escobar fue relegado hasta el tercer lugar en la votación de diputado federal, en el partido tricolor andan buscando al candidato más competitivo para asegurar los comicios del año entrante.
 
Hasta ahora, el prospecto natural sería el diputado local Américo Zúñiga Martínez, a quien en 2010 habían perfilado inicialmente para la alcaldía y al final decidieron postularlo al Congreso del estado porque la alcaldesa Morales –a la cual le ofrecieron primero la diputación– presionó al gobernador Herrera y al candidato Duarte con unas encuestas en las que sacaba amplia ventaja en las preferencias electorales tanto a los aspirantes del PRI como a los de la oposición.
 
Elízabeth les argumentó que como candidata a diputada sólo podía hacer campaña en la mitad del municipio, pero que para la alcaldía podría jalar el voto de la mayoría de los xalapeños. Por eso, Herrera y su virtual sucesor decidieron el enroque de candidaturas entre Américo y Morales, ya que, además, la actual munícipe filtró que estaba recibiendo invitaciones de la oposición.
 
En efecto, la munícipe priista ganó con amplio margen los comicios pero sus votos no se los pudo endosar al candidato del PRI a gobernador.
 
Américo Zúñiga, sin tanta alharaca, también ganó esa misma elección
 
El problema ahora para el Revolucionario Institucional es que además del acendrado antipriismo que de nueva cuenta se acaba de manifestar en esta ciudad capital –el cual, en los últimos doce años sólo se evidencia sexenalmente en las urnas durante las elecciones presidenciales y de gobernador–, es que en Xalapa existe un gran malestar entre el electorado por los escándalos mediáticos y los decepcionantes resultados de la administración municipal que preside Elízabeth Morales, cuyo abultado bono electoral de 2010 se desinfló.
 
El desgaste político de la alcaldesa xalapeña era de esperarse. Y es que, por ejemplo, Ricardo Ahued, quien en 2004 ganó la alcaldía con más de 70 mil votos, a pesar de su buen desempeño en la presidencia municipal, en 2009 apenas pudo ganar la elección de diputado federal con poco más de la mitad de los sufragios obtenidos cinco años atrás.
 
Por eso, ahora, en el CDE del PRI y en Palacio de Gobierno están ponderando la factibilidad de integrar una fórmula de candidatos con buena aceptación entre la ciudadanía, tanto para el gobierno municipal como para el Congreso del estado.
 
Y una posibilidad sería postular para la alcaldía al joven ex secretario de Trabajo, Previsión Social y Productividad, y para la diputación local al comerciante Ricardo Ahued, cuya gestión como representante popular ante el Congreso de la Unión está por finalizar la semana próxima.
 
Indudablemente sería una fórmula ganadora. Pero habría que ver si aceptaría la propuesta el señor Ahued, aunque en 2010 fue uno de los principales aliados del diputado Américo en la búsqueda de la candidatura municipal que de última hora le fue arrebatada por Elízabeth.
 
La gran interrogante sería qué van a hacer con la alcaldesa Morales, quien en Xalapa se ha convertido en una pesada carga negativa para el PRI.
 
Y si no que le pregunten a Reynaldo Escobar, quien fue superado hasta por la desconocida candidata del PAN, Rosa Hilda Llamas González, una ex regidora panista de Poza Rica que en el último instante, para cumplir legalmente con la cuota de género, el partido blanquiazul la mandó a hacer campaña por el décimo distrito electoral federal.
 
El sonado fracaso de Escobar en Xalapa demostró, además, que las elecciones no siempre se ganan con carretadas de dinero ni con mapachería electoral.
 
Aunque, eso sí: una cosa son los procesos electorales federales y otra los comicios locales organizados por el Instituto Electoral Veracruzano.
 
CONSUMAN CAMBIOS
 
Tal como lo habíamos anticipado previamente aquí, este martes Rogelio Hernández Madrid y Jorge Santos Azamar tomaron posesión como directores generales de Gobernación y de Organizaciones y Partidos Políticos, respectivamente, de la Subsecretaría de Gobierno.
 
El encargado de tomarles la protesta de ley fue el secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón.
 
Con estos otros dos nombramientos –sumados al de Luis Francisco Sardiña Salgado, quien la semana anterior asumió la Dirección General de Política Regional–, el subsecretario Enrique Ampudia Mello ha conformado un equipo cuya afinidad política deberá reflejarse en mejores resultados para la administración del gobernador Javier Duarte de Ochoa.