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Columnas y artículos de opinión
Las golondrinas de Calderón
Uriel Flores Aguayo
24 de agosto de 2012
alcalorpolitico.com
Si alguien dudara de que este sexenio ya se acabó, si creyera que todavía tiene algo que dar, además de pena, solo tiene que hojear los discursos de Calderón, para concluir que se esta despidiendo todos los días, con nostalgia prematura, en obsesivo auto reconocimiento y justificaciones de su Gobierno. El gran tema, que por lo visto le quita el sueño, es el de su guerra al narcotráfico, el de la violencia y la militarización del país. El problema de Calderón, es que el quisiera terminar su administración con homenajes que nadie le va a organizar, ser recordado por algo positivo que no aparece por ningún lado; es al contrario, su legado, por decir algo, es de fraude y muerte. Para los Mexicanos no tiene nada que ofrecer ya, salvo vergüenzas; lo que le resta y viene haciendo, donde si tiene control es en los acuerdos con los poderes facticos y con el PRI; por supuesto que también tiene el dominio del PAN, partido huérfano de espíritu y de futuro en el plano nacional.

Los "amarres" de Calderón, tienen que ver con su sobrevivencia política, el cuidado de sus espaldas y un relativo afán de continuismo por lo menos en el ámbito de su partido. Sus operaciones incluyen obvios acuerdos con el PRI, desde antes, candidatura de paja entre otros, asumir pago de cierto costo político tomando medidas que bien le podría dejar a la administración entrante, como el caso artero de MVS. El único consuelo que le puede quedar a Calderón, es que su sexenio es igualito al de Fox, completando ambos 12 años perdidos para la transición democrática de México. Fracaso, más de lo mismo, continuismo, mismas prácticas con otras caras, mediocridad, corrupción, desastre, decepción, nulidad, son algunos de los rasgos que definen y quedarán registrados como recuerdo de los Gobiernos del PAN. Suena fuerte, no hay de otra pero Calderón, significó una tragedia para los Mexicanos; aunque lo parece no es exageración: muertes, violencia, inseguridad son su sello de Gobierno. Nada mejoró, todo empeoró, no somos más democráticos, las elecciones son turbias, el PRI puede regresar al poder, hay más pobreza, él Estado es más débil, los poderes facticos se fortalecieron; ese es el rostro verdadero del Calderonismo, eso es lo que nos deja, es su herencia. Producto de un fraude termina como inicio: defraudando a los Mexicanos, incluyendo a los miembros de su partido, que lo van a extrañar como pesadilla, después de ver como aseguró en cómodas posiciones plurinominales a su familia, amigos y cómplices.

Calderón, jugó con fuego, se embarcó en una guerra loca que le costó la tranquilidad a la mayoría de los Mexicanos, pero los estragos mayores los están pagando las fuerzas armadas, desgastadas, con signos alarmantes de complicidades y, por primera vez, cuestionados en su integridad y eficacia. Metidos en un abismo se ve algo difícil que puedan salir pronto y bien, porque no se sabe no se comprenden las facilidades que le dieron a Calderón, los mandos militares para que los desprestigiara de tan fea manera. Están violando la constitución y, ahora, son parte del problema en lugar de la solución. Con y sin ellos, la sociedad sigue sufriendo los actos criminales de bandas armadas que se han fortalecido al grado de controlar territorios y hacer victimas, prácticamente donde quieren, a los ciudadanos pacíficos. Al menos que asuman el llamado "síndrome de Estocolmo", en unos meses los Panistas van a tener que evaluar en frio a sus dos sexenios, especialmente al actual que será el que entregue la banda presidencial a un partido distinto del suyo. No se los deseo pero van a vivir un tiempo terrorífico, sin certezas de nada, en la orfandad, depresivos, en fuga, conviviendo con traiciones y fugas. Tal vez la única salida, su salvación moral y política, sea la de expulsar a Fox y enjuiciar a Calderón, como criminal de guerra. Una vez que se deshagan de los que solo llegaron por " chamba", los oportunistas de sexenio, haciendo cuentas de los que queden con cierta convicción, podrán iniciar una ruta de recuperación hacer algo distinto en los ámbitos locales y esperar que en unos 50 años vuelvan a Palacio Nacional. Independientemente de lo que resuelva el Tribunal Electoral, órgano poco confiable, en cuanto a la impugnación de la elección presidencial, la izquierda mexicana debe hacer todo para mantenerse unida en sus partidos, liderazgos, base social y compromisos democráticos. Cuenta con millones de votos que son voluntad de cambio verdadero, con presencia en espacios de Gobiernos locales y de representación legislativa. Una izquierda madura, renovada, comprometida y en movimiento le viene bien al país, le da equilibrio a la política y puede ser contrapeso a los intentos restauradores. En la unidad por ningún motivo se debe omitir el respeto, respaldo y espacio para Andrés Manuel López Obrador, incansable y autentico líder progresista. Si la izquierda sigue así, unida, si se logra diferenciar de la clase política tradicional, si aporta al país y mantiene una presencia real al lado del pueblo, tarde o temprano, 2018, va a llegar a gobernar a México.


Recadito: tengo el síndrome del “jamaicón”.

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Xalapa Enríquez Veracruz., 23 de Agosto de 2012.