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Columnas y artículos de opinión
Espacio Ciudadano
Pinceladas de mi terruño
Jorge E. Lara de la Fraga
24 de agosto de 2012
alcalorpolitico.com
“Allá es mi tierra. Allá, donde me vieron nacer los que me esperan, donde la eternidad empieza…”

Hace poco, el mes pasado, al estar en la tierra de mis mayores disfruté de una buena comida en un lugar campestre de los recintos del Gran Conejo. Por el rumbo de La Cuchilla, La Reforma, Mesa del Rancho y 5 de mayo opera un restaurante donde la especialidad son los platillos de trucha. Al estar ahí, con mi esposa Rosa Aurora, rodeado de floresta y con el sonido tranquilizante de uno de los afluentes del río Jamapa, rememoré mis épocas infantiles y juveniles, cuando cortaba café por esas fincas del señor Melitón, de mi padrino Cristóbal Yóbal y del señor Páez. Inspirado en esa vivencia hoy ocupo este espacio para mencionar algunas facetas interesantes de esa localidad enjundiosa que responde al nombre de Huatusco. En principio no puedo olvidar ese himno alusivo que entonábamos en la escuela primaria y que iniciaba así: “Huatusco tierra lozana, bellísima y sin igual; tu alma veracruzana es sueño primaveral… Tus hijos sabrán honrarte con energía y altivez,… Trabajo, paz y progreso hacia ellos has de marchar, y debes ir sin tropiezo camino del bienestar…”.

Allá por 1965, hace ya la friolera de 47 años, un estimado intelectual expresaba lo siguiente: “Huatusco tiene sabor y posee ese encanto típico de las antiguas ciudades empotradas en los bellos, privilegiados parajes de la mediana altura, del clima templado, del arrollador panorama y del fértil suelo, localizadas entre las montañas y el mar, con cara al oriente, embalsamadas de flores y viviendo siempre esa tranquilidad provinciana…”. Puedo expresarles que en este 2012 ahí sigue en lo general esa estampa de riqueza natural siempre verde y llena de remembranzas, entre flores de izote, flor de chachana, gasparitos, hongos de encino, chayotes, café de altura y míticas chicatanas. Amerita destacarse que fueron los teochichimecas los iniciales pobladores del territorio huatusqueño, mismos que por el año de 1327 fundaron lo que después sería denominado como el Señorío de Cuautochco.


Huatusco, durante la Colonia, fue Alcaldía Regional y después Corregimiento, abarcando comunidades como Maltrata, Acutzingo, Orizaba, Coscomatepec, Totutla, Ixhuatlán, Chocamán, la región de Zongolica y hasta la zona poblana de Quimixtlán. En la Guerra de Independencia tuvo destacada participación porque en sus ámbitos geográficos operó el valeroso general Guadalupe Victoria. Durante las épocas álgidas de la Reforma y de la Revolución de 1910, ese heroico pueblo también se identificó con las causas populares y evidencia de ello es el recibimiento respetuoso y cordial en 1860 al Benemérito de las Américas, a Benito Juárez, durante su estancia en la localidad, en compañía de algunos colaboradores. Asimismo la ciudadanía se comportó estoicamente durante la lucha revolucionaria y con su intervención fueron derrotados facinerosos durante los años 1912, 1913, 1915 y 1916.

Periódicamente me traslado a la tierra de mis orígenes para convivir con mis familiares, saludar amigos, realizar unas compras, arreglar unas tumbas en el cementerio, caminar por esas calles de ensoñación y para deleitarme con esa riqueza ecológica que circunda a esa extraordinaria comunidad. Al transitar por esas rúas del terruño escucho en mi interior esas coplas precisas: “entre las calles amigas, distancia del viejo y querido pueblo, donde se abrieron mis ojos, distancia donde jugué de pequeño…” y vislumbro en mi imaginación a mis contemporáneos de esas décadas gloriosas de los años 40 y 50, cuando jugábamos basquetbol o futbol o bien participábamos en las primeras serenatas y en esas noches bohemias a la luz de la luna, teniendo como testigos mudos a los cerros de Acatepec y de Guadalupe. No cabe duda que recordar es vivir y experimentar que los años no pasan en balde y que ya 7 décadas me impiden realizar acciones alocadas y vibrantes como en el ayer.

JELF/halt


Atentamente


Profr. Jorge E. Lara de la Fraga