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Columnas y artículos de opinión
La mirada de los otros
La televisión pública una alternativa (2)
Tomás Rodríguez Pazos
30 de agosto de 2012
alcalorpolitico.com
En la columna anterior omití mencionar que el porcentaje de lectores de periódicos o revistas en México es del 12.22%, según manuales.com (internet del 21 de agosto). El 87.78% queda conforme con las noticias rápidas seleccionadas por la TV y la Radio comerciales. Ejemplifiquemos adonde nos pueden llevar: Cesar de Anda, uno de los principales productores de huevo, en Jalisco, entrevista por Carlos Mota de Milenio, afirma: “No hay especulación (…) la influenza aviar representó un golpe durísimo del que tardaremos en recuperarnos ocho meses”. Carlos Puig, del mismo medio cuestiona, por su parte, al Director de la Central de Abastos del D.F., sobre ese tema él explica: La fiebre aviar no afectó más del 25% de la producción nacional; los 14 grandes productores de huevo del país debieran ser llamados a cuentas por la Procuraduría del consumidor, no se justifica el alza del 100% del precio. ¿Cuál fuente resulta más confiable? ¿Por qué?

Para escapar del panorama obscuro de la comunicación mediática, retomo una noticia reciente: el 22 de marzo de este año, El Presidente de la República anunció la ampliación de la cobertura nacional abierta del canal 11 del Politécnico Nacional al 70% del territorio y la del canal 22 al 56%; se refirió también a la apertura del canal 30, que integrará lo mejor de esos canales, además de T.V. UNAM y del canal de Telesecundaria. Cada uno de los canales mantendrá su programación y producción de manera autónoma y sólo se integrará en la selección del 30, que requerirá de un decodificador.

Parece una decisión prudente, en el último semestre del sexenio, no interferir en la administración independiente del 11 y del 22, ejes de los que sería una T.V. púbica “sin intervención del gobierno” según se dijo al anunciarlo. En adelante se puede avanzar en tres vertientes: otorgar el 100% de la cobertura para esos dos canales y para el nuevo 30; coordinar esfuerzos de ambos canales, si no en lo administrativo, si con acuerdos que permitan a cada uno especializarse en la oferta de su programación; y con base en el canal 30 integrar un acervo para la educación formal e informal (según niveles; preescolar, primaria, secundaria, bachillerato, etc.), disponible para las escuelas y para cada hogar.


Resta considerar la posibilidad de incorporar los 28 canales estatales y los institucionales -- T.V. UNAM, canal Judicial, canal del Congreso-- a una red nacional con el 22 y el 11, para aprovechar sus recursos --generalmente insuficientes-- y evitar convertirlos en voceros de las autoridades en turno. De los años 80 a la fecha las televisoras estatales han vivido entre el impulso de quienes las crearon y las precarias economías de los gobiernos estatales que las heredaron.

Finalmente, sí la T.V. pública ha de ser una opción al servicio de los ciudadanos y son estos quienes las sostienen mediante el erario, ésta debe ser autónoma del gobierno, bajo la responsabilidad de un Consejo Ciudadano. Una TV pública de calidad haría un gran servicio a los mexicanos.