icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
12 años después, la espera continúa
Arturo Reyes Isidoro
3 de septiembre de 2012
alcalorpolitico.com
Dijo Enrique Peña Nieto que iniciará una nueva forma de gobernar, acorde a las exigencias del México plural exigente y participativo del siglo XXI; que algo bueno está por suceder.
 
Así lo expresó el viernes al recibir la constancia que lo declaró Presidente Electo de México, con lo que se inició una nueva etapa en la vida y en la historia del país.
 
De su breve mensaje de ese día, me llamó la atención en especial, porque tiene que ver en forma directa con quienes practicamos el ejercicio periodístico, su ofrecimiento de apertura a la crítica y su disposición a escuchar y a tomar en cuenta a todos los mexicanos.
 
“En los próximos meses dedicaré tiempo para planear y definir las acciones que permitan la concreción del proyecto que ofrecí en mi campaña. México tendrá una Presidencia moderna, responsable, abierta a la crítica, dispuesta a escuchar y a tomar en cuenta a todos los mexicanos”.
 
Que se sepa, desde su campaña el ahora Presidente Electo, a través de sus más cercanos colaboradores, viene siendo receptivo a todos los puntos de vista periodísticos y los ha venido registrando en lo que ha constituido un verdadero cuaderno de bitácora, que seguramente le están sirviendo para delinear rumbo hacia el futuro del país.
 
La llegada de un nuevo titular del Ejecutivo renueva las esperanzas de que cambien muchas formas de hacer política, prácticas obsoletas, que salgamos del atraso político con el que todavía en muchas áreas del poder se pretende continuar gobernando.
 
Presidencia moderna, nueva forma de gobernar, Presidencia abierta a la crítica, Presidencia dispuesta a escuchar, son conceptos que puso en relieve seguramente por el pulso que tomó al país durante su campaña y supo del hastío de los mexicanos en sus autoridades, porque permiten o fomentan la corrupción, limitan la libertad de expresión, porque se muestran insensibles al clamor popular, porque dicen una cosa y hacen otra, todo lo cual ha llevado a una crisis de incredulidad y de desconfianza, cuando la credibilidad y la confianza son básicas, fundamentales para poder avanzar y seguir adelante.
 
¿Qué diagnóstico tiene Peña Nieto de la relación prensa-poder que una de sus primeras iniciativas será la de crear una instancia que supervise la contratación de publicidad gubernamental en medios de comunicación? Esto lo anunció desde su campaña y lo ha reiterado ya Presidente legalmente reconocido. Pero, además, ha planteado que la medida se desdoblará hacia estados y municipios. Habrá que conocer el contenido de su iniciativa. De entrada, despierta interés porque todo lo que tenga que ver con la prensa-poder es tema sensible por tantos intereses en juego y por la carga histórica de prácticas que a fuerza de su costumbre ya se hicieron casi ley. Romperlas u ordenarlas o reordenarlas puede encontrar resistencias, o las encontrará, pero la medida debe ser bienvenida si en el fondo lo que se busca es el uso óptimo, el buen uso de los recursos públicos y si de por medio no se atenta de alguna forma contra la libertad de expresión.
 
¿La Comisión Nacional Anticorrupción será creada pensando en el líder petrolero Carlos Romero Deschamps y en los lujos de hija de jeque que se da su hija Paulina? ¿O en la señora Elba Esther Gordillo? ¿O en más Yarringtons? Los mexicanos tienen de vecinos a personas que apenas llegadas al poder, en muy poco tiempo, de la medianía en que han venido viviendo han saltado a la riqueza sospechosa e incluso a veces insultante. Si Peña Nieto viene y va en serio, todos los mexicanos le aplaudirán.
 
¿La transparencia en estados y municipios que anuncia y que será otra de sus iniciativas inaugurales, irá en serio o terminará en otros institutos más de acceso a la información donde se clasifican como secretos de Estado informes que deben ser del conocimiento público?
 
En los casos del combate a la corrupción y de la transparencia en estados y municipios, nadie repara en que esas eran dos de las grandes expectativas que movieron a millones de mexicanos a desear el triunfo electoral del candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, luego de comprobar que el panismo había resultado igual o peor que el priismo que le había antecedido.
 
Acaso por eso Peña Nieto haya decidido iniciar por ahí, como una forma de atraerse a todos esos mexicanos, a los que necesita y son necesarios, y si en los hechos vemos que de veras inicia el combate a la corrupción, entonces indirectamente habrá que anotarle un triunfo al tabasqueño.
 
Hace doce años, cuando un Presidente no priista asumió por primera vez el poder, todos esperábamos un cambio verdadero, la aplicación de la justicia sin ninguna contemplación ni distinción, el inicio del fin de la impunidad, de la corrupción, un fortalecimiento de las instituciones a partir del respeto a todas las libertades, etcétera.
 
Doce años después, la espera continúa. De vuelta al poder, el PRI debe, tiene que dejar un mensaje claro de que no es el del siglo XX. Cuando Peña Nieto habla de una Presidencia moderna, podría entenderse que está consciente de que así debe de ser. La mayoría de los mexicanos decidieron otorgarle una nueva oportunidad. Del nuevo Presidente depende y dependerá si sabe aprovecharla.
 
Confirma JDO: habrá cambios
 
Entrevistado el viernes en Córdoba, el gobernador Javier Duarte de Ochoa declaró: “… es normal como en cualquier otra administración de cualquier nivel que algunas personas por deseos de escalar otros sitios políticos, por el propio desgaste físico de los funcionarios, dejen el cargo y se den cambios o renovaciones. Veracruz no es la excepción, va a haber cambios, vienen procesos electorales el próximo año, hay funcionarios que tienen su corazoncito puesto en las municipales y el Congreso del Estado”. Se sabe que los cambios incluirán secretarios de despacho.
 
De Irene Arceo
 
A propósito de Prosa aprisa del viernes pasado (“Lujambio, el mensajero”), la colega Irene Arceo me remitió lo siguiente:
 
“Adriano fue a Baiae, un poblado costero del Golfo de Nápoles, donde murió el 10 de julio de 138. Apenas unos días antes había escrito allí estas líneas en latín:
 
Animula vagula blandula
hospes comesque corporis
quae nunc abibis in loca
pallidula rigida nudula
nec ut soles dabis iocos


Alma, vagabunda y cariñosa,
Huésped y compañera del cuerpo,
¿Dónde vivirás?
En lugares lívidos, severos y desnudos
y jamás volverás a animarme como solías