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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
En EU 8 comisionados; en el Reino Unido, 1; en México, ¡22,353!
Arturo Reyes Isidoro
6 de septiembre de 2012
alcalorpolitico.com
“Nos llega el final de otra administración y aún no tenemos una respuesta contundente, clara y honesta a la sencilla pregunta de ¿cuántos maestros hay en México?
 
“Ante esa falla cabe la indignación y el coraje, pero sobre todo la insistencia y la perseverancia. Por eso, las 103 organizaciones reunidas en torno a la iniciativa de ¿Dónde está mi maestro?, exigimos que el futuro gobierno cumpla la tarea de publicar un padrón de maestros confiable a más tardar para el inicio del ciclo escolar 2013-2014”.
 
Así comienza el artículo de Claudio X. González Guajardo que en su calidad de colaborador invitado publicó ayer en el diario Reforma con el título de “Fin al abuso”.
 
Se refiere al abuso que, afirma, tiene que ver con “el robo colosal a la educación, a la Nación y a cada uno de nosotros que significan las comisiones sindicales”.
 
Sobre el tema, en el estado ya brincó Ernesto Callejas Briones, ex dirigente de la Sección 56 del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), quien dijo que los docentes comisionados son necesarios para la operatividad de todos los sindicatos magisteriales y que no se trata de aviadores porque desempeñan una función específica. El angelito reconoció que durante su gestión como secretario general de su Sección tuvo 20 maestros comisionados.
 
En el portal alcalopolitico.com se publicó el martes que la Secretaría de Educación Pública dio a conocer el ejercicio del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica (FAEB), donde destaca que se gasta más en la nomina de comisionados sindicales que en el presupuesto para programas como la Educación Superior Abierta y a Distancia (ESAD).
 
“Un comisionado sindical es un maestro que deja su grupo y su escuela y se dedica a tareas sindicales. Lo que no deja es la plaza, ni su salario de maestro, mismo que pagamos todos nosotros. Eso es ilegal, indebido y abusivo”, apunta el señor X. González Guajardo.
 
La iniciativa ¿Dónde está mi maestro? es un compromiso en el que 103 organizaciones, de diversos ámbitos, expresan su exigencia de conocer a los maestros que son el pilar del sistema educativo en México, a través de la publicación de un Padrón de Maestros confiable. En este 2012 han reactivado la iniciativa para avanzar en la transparencia, rendición de cuentas… y para exigir que se ponga fin a las comisiones sindicales. “Paguémosle más y mejor a nuestros buenos maestros y digamos: ¡Fin al abuso! ni un peso más a los comisionados del sindicato”, dice en su portal oficial.
 
“A confesión de Elba Esther Gordillo, con el paso del tiempo y el descaro y descuido de los actores involucrados, se fueron acumulando el número de comisionados hasta numerar miles a nivel nacional. Mexicanos Primero ha podido documentar la existencia de por lo menos 22,353 comisionados sindicales. El costo al erario y a nosotros de mantener ese ejército privado asciende a por lo menos 1,700 millones de pesos anuales. Esa es una cantidad estratosférica”, apunta en su artículo de ayer.
 
Señala que ese dinero se debería de utilizar para fines educativos. En cambio, se utiliza para pagar a una organización territorial que el Sindicato y sus secciones manipulan impunemente para cumplir con fines de poder y control. Es decir, el Estado Mexicano le paga al Sindicato, con dinero que le pertenece a la educación, el personal que necesita para cumplir con fines que casi siempre son contrarios a la lógica educativa.
 
Pero ofrece datos, cifras que nos hacer ir para atrás: “Para efectos comparativos, Estados Unidos, de una central de dos millones de maestros, más del doble que México, tiene 8 comisionados. En Reino Unido, entre cientos de miles de maestros hay un comisionado. En Ecuador y Perú ya lograron desterrar las comisiones. En España tienen 25 ‘liberados’ para cumplir con labores sindicales. ¿Por qué entonces en México tenemos miles y miles?”.
 
“Ante este agravio tan evidente a la hacienda pública y a todos los mexicanos, nosotros tenemos una propuesta: ¡Fin al abuso! ¡Fin a las comisiones sindicales!”, proclama, se pregunta cómo y ofrece el mismo una respuesta: “Demandemos que el futuro gobierno no asigne recursos en el siguiente presupuesto de egresos para cubrir esas plazas. Es decir, que no se vuelva a pagar una sola comisión sindical del erario público. Si el Sindicato quiere maestros comisionados, que los pague. Es así de sencillo. El dinero que nos ahorremos, pedimos se destine a la capacitación de maestros y directivos escolares”.
 
El tema es de interés y de actualidad. Yo estoy de acuerdo en que se pague más y mejor a los verdaderos maestros, a los que están frente a grupo, a los que con frío, sol, lluvia acuden a cumplir con su verdadera misión, y que no se continúe solapando a quienes gozan de privilegios, a los que viven a costa del trabajo de sus compañeros y de nuestros impuestos. El país no puede seguir con esa carga.
 
¿Le entrará el nuevo gobierno al tema y pondrá orden o de plano acabará con el abuso?
 
¿Delegados federales, del altiplano?
 
Puede ser sintomático. El hecho de que en el equipo de transición presidencial no esté ningún veracruzano podría apuntar a que la titularidad de las delegaciones federales podría recaer en funcionarios no necesariamente veracruzanos y con sello totalmente peñanietista, esto es, que vendrían del altiplano, con lo que muchos aspirantes de la aldea se quedarían con las ganas de pasar a formar parte de la nómina federal. Por lo que se empieza a ver, el del mexiquense es un equipo muy cerrado y seguramente querrán tener como funcionarios a personas que respondan a su confianza. Lo que sí se espera es que algunos veracruzanos se integren al gabinete aunque no precisamente como titulares de alguna Secretaría.
 
Xalapa hoy y hace un año
 
Quién lo recuerda. Hace un año, por estas fechas, el rumor era incontenible y a la vez atemorizante hasta el extremo: la delincuencia organizada sentaba sus reales en forma abierta y se especulaba de un posible atentado en Xalapa durante la ceremonia de la noche del Grito. En este espacio publiqué entonces el ambiente previo que se vivía en la ciudad, donde prácticamente ya nadie salía de sus casas después del anochecer, la vida nocturna casi se había muerto, ya no había servicio de taxis por las noches y la capital era una verdadera ciudad fantasma. Hoy, percibo que ya nadie se acuerda de ello y que, por lo menos en Xalapa, se ha recuperado la tranquilidad y hacemos la vida normal, lo que no implica que no haya riesgos, pero ahora no hay ni el rumor ni la zozobra de hace doce meses. Tiene que reconocerse el papel que ha jugado la Marina-Armada de México, el Ejército mismo, pero tampoco no veo por qué no tiene que reconocerse la decisión del gobernador Javier Duarte de Ochoa de haber solicitado ese refuerzo, así como también el esfuerzo y la preocupación del secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, quien a veces, según me han referido, no solo tiene que luchar contra los de afuera, sino también cuidarse de los de adentro.
 
El olvido de la memoria
 
Se me habló ayer para invitarme a la presentación del libro El olvido de la memoria de Alberto Peláez, cuya presentación estará a cargo de Pablo Hiriart. Será la mañana de este jueves en el puerto de Veracruz. Autor y presentador son buenos periodistas. La presentación la patrocina el Gobierno del Estado a través de la Coordinación General de Comunicación Social.