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Columnas y artículos de opinión
¿Diputados pluris o uninominales?
Helí Herrera Hernández
17 de septiembre de 2012
alcalorpolitico.com
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Twitter:HELIHERRERA.es

Hay políticos que sin entrar a un debate serio sino callejero, banquetero diría yo, vienen proponiendo la desaparición de los diputados plurinominales en las legislaturas federal y estatales. Su mejor argumento es “que no sirven, que no funcionan, que son una carga para los presupuestos, que no tienen razón de existir".

No conozco ninguno que haya convocado, desde años atrás en que ha surgido el planteamiento, a un foro para debatir sobre la eficacia de los legisladores uninominales o de mayoría relativa como los conocemos, respecto del quehacer cameral que realizan los plurinominales. Es decir, que analicemos con profundidad qué legisladores son más productivos basados, desde luego, en estadísticas de las cámaras de diputados federal y local.


Todos cobran lo mismo, pero varios periodistas que también rehúyen al debate sobre este tema, manifiestan como “litis” que los plurinominales no hacen campaña como los uninominales y que por tal razón deben desaparecer, pero olvidan que los diputados, como cualquier otro profesionista, deben ser evaluados por su eficacia profesional y rendimientos en su trabajo diario.

De que sirve que haya miles y miles de médicos en este país, si solo unos cientos son inteligentes, talentosos, eficaces en el diagnóstico y en las operaciones quirúrgicas que realizan, que dan resultados en su actividad de salvar vidas humanas, mientras que el resto están incrustados en los sistemas de salud gubernamentales con un muy bajo perfil, y otros tantos ni trabajo tienen, por referirme a una sola profesión como ejemplo.

En todos gasta el gobierno el dinero que pagamos en impuestos, pero solo unos cientos son médicos acertados y efectivos, distinguiéndose de la mayoría que algunos solo curan heridas de primer o segundo grado, y otros tantos ni siquiera gripes o resfriados.


Así debería evaluarse el trabajo de los diputados en su conjunto, tanto de los legisladores de mayoría relativa como de los plurinominales y no solo llevarnos por lo que dicen los medios de comunicación, por el modismo que dictan, por las campañas que emprenden, dado que nuestro pueblo y/o sociedad mayoritaria, está influenciada, de manera extraordinaria, por los poderes fácticos y si éstos dicen a través de sus agoreros que es de noche, prenden las luces de sus casas y se preparan para dormir.

Está demostrado en la vida parlamentaria de México que los legisladores más talentosos, más eficaces en el quehacer legislativo han sido los plurinominales y es triste decirlo, pero en cada legislatura federal o local, existen diputados o diputadas que solo fueron a calentar la curul y que nunca se pararon en tribuna a defender algún proyecto, alguna iniciativa y ni que decir que propusieran una.

¿Cómo llegaron a ser diputados o senadores muchos de ellos? Ah, porque fueron artistas como Silvia Pinal o Julio Alemán que le arrimaban miles de votos al PRI por sus caras bonitas y fama ganada en los medios, pero que al final de su gestión como legisladores el que salió perdiendo fue el país porque nada aportaron a su trabajo cameral, y solo fueron una carga económica para el presupuesto, independientemente del desprestigio popular que midiendo a esos legisladores, terminó calificando a todos como ineptos y buenos para nada.


Hoy el PRI propone la reducción de 100 diputados plurinominales en una contradicción ideológica, porque sus mejores cuadros ideológicos han llegado por esa vía, pero nada dice que mediante la misma han metido a veces como diputado y otras como senador al niño verde, al Kaguachi, a Elba Esther Gordillo, entre otros, que solo han servido para desprestigiar al sistema de representación proporcional.

Los mejores diputados que registra la historia parlamentaria de México han sido plurinominales. Allí están Vicente Lombardo Toledano, Adolfo Christlieb Ibarrola, Fernando Ortiz Arana, Diego Fernández de Ceballos, Porfirio Muñoz Ledo, Martín Tavira Uriostegui, Francisco Ortiz Mendoza, por mencionar solo algunos, de los distintos partidos políticos en México, que con sus aportaciones han salvado las legislaturas de las que formaron parte.

La representación proporcional surgió no solo como apertura democrática, para darles voz a los partidos políticos que viviendo un sistema antidemocrático, de dictadura de partido único como la llegó a denominar Mario Vargas Llosa, cada vez acumulaban más millones de votos sin tener voz en las cámaras de diputados o senadores. Su espíritu original era el de asignar a los hombres y mujeres académicamente más preparados para enriquecer el trabajo legislativo, como en la práctica ocurrió, y bajo ese sistema el PRI, el PAN, el PRD, y antes el PPS o el PT llevaban a la Cámara de Diputados a verdaderos trabucos, viejos lobos de mar que daba gusto escucharlos en tribuna, independientemente de la ideológica que abrazaban y defendían. Los resultados que dieron fueron extraordinarios.


En cada legislatura se recuerda siempre el trabajo y nombres de diputados plurinominales que de diputados de mayoría relativa. Por ejemplo: en la actual legislatura de Veracruz hay legisladores que solo se han parado a leer algún posicionamiento de su partido, pero nunca a debatir, y otros ni a eso. No doy los nombres porque creo que escribirlos me da más pena a mí que a ellos.

Ha sido la perversión de algunos políticos y de muchos comunicadores los que han atacado, sin debatir a profundidad, al sistema de representación proporcional y conste, que en este momento no meto a debate que en países europeos, donde nos llevan años y años de ventaja en cultura democrática, solo se elige a los diputados por listas de representación proporcional.

Respecto a la desaparición de los senadores de representación proporcional yo diría: ¿Y porque no desaparecemos mejor la totalidad de los Senadores que ya no tienen razón de existir, trasladando sus facultades a la cámara de diputados?


Buen tema éste último para cuando los promotores de la reforma de la desaparición de diputados plurinominales quieran entrarle a la discusión seria, responsable, profunda, con estadísticas de rendimientos y resultados, sin corifeos que lleven para que les aplaudan todo, buscando solo la foto y la nota en aquellos medios que mediante pago, la adulación va incluida.