En política de Comunicación Social, la administración del presidente Felipe Calderón también fue un desastre.

 

Sus voceros no sólo alimentaron la megalomanía del mandatario mexicano –como se acaba de evidenciar en los primeros spots difundidos en televisión con motivo de su sexto y último informe de gobierno, en los que el michoacano aparece solo–, sino que también cumplieron sin objetar caprichos y venganzas personales de su jefe en contra de gobernadores y otros personajes con los que no tenía afinidad política ni intereses comunes o porque simplemente le eran desagradables.

 

Así, por ejemplo, no sólo presionaron al radiodifusor Joaquín Vargas para que corriera u obligara a la periodista Carmen Aristegui a disculparse públicamente por haber insinuado en su noticiero el presunto problema de alcoholismo de Calderón que el entonces diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, expuso en una sesión del Congreso, sino que también desataron campañas mediáticas en contra de algunos mandatarios estatales del PRI y hasta se les imputó haber filtrado conversaciones telefónicas, grabadas clandestinamente, para exhibir a sus propios correligionarios, entre ellas a la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota.

 

En octubre de 2010 ocurrió un hecho anecdótico: durante las inundaciones provocadas por el huracán “Karl”, el aún gobernador Fidel Herrera Beltrán fue mostrado en el noticiero nocturno de Televisa a bordo de una lancha recorriendo las calles inundadas de Tlacotalpan, mientras el presidente Calderón aparecía caminando, mojándose hasta las rodillas.

 

Lo cierto es que en esa ocasión el mandatario veracruzano nunca se le despegó a Calderón y, al igual que él, también terminó empapado. Los colaboradores del gobernador aseguraron que el video fue editado, ya que las imágenes difundidas de Herrera Beltrán en el noticiero del Canal de las Estrellas correspondían a otro recorrido previo a la visita presidencial.

 

Con la llegada de Enrique Peña Nieto se abrigan esperanzas de que la política comunicacional de la Presidencia de la República también dé un giro de 180 grados a partir de diciembre próximo.

 

Las expectativas son muchas porque todo hace suponer que la coordinación general de Comunicación Social del nuevo gobierno federal recaerá en David López Gutiérrez, un periodista político muy experimentado que ha sido vocero de tres gobernadores del Estado de México, entre ellos Enrique Peña, así como de Renato Vega Alvarado, ex mandatario de Sinaloa, entidad de la que el comunicador es oriundo.

 

 

 

 

Así que novato o improvisado, no es. Nomás 35 años de trayectoria profesional lo respaldan.

 

 

Este jueves 20 se consumó el cambio de director general de Transporte Público del Estado.

 

Mario Rafael Villegas Rivadeneyra duró apenas nueve meses en este cargo, ya que tomó posesión de él a principios de enero de este año luego de que por decreto del gobernador Javier Duarte de Ochoa, aprobado por el Congreso local el 22 de diciembre de 2011, se creó esta dependencia que a partir de entonces depende directamente de la Secretaría de Gobierno, mientras que la de Tránsito fue incorporada a la Secretaría de Seguridad Pública.

 

Villegas fue sustituido por Oscar Guzmán de Paz, hermano del ex alcalde panista de Pánuco, Eddy Guzmán, y de la ex candidata a diputada federal Rocío Guzmán, también del PAN.

 

Al parecer, comenzarían a ser pagadas las facturas del reciente proceso electoral federal, pues Pánuco fue uno de los distritos ganados por el PRI que políticamente le fueron encomendados al secretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón.

 

Pero lo cierto, también, es que los días de Villegas ya estaban contados desde semanas antes de las elecciones federales del 1 de julio, pues cometió el error de comprar pleitos internos con otros funcionarios duartistas de mayor peso y categoría política.

 

 

Ayer le tocó realizar la guardia de honor ante el monumento del Padre de la Patria, en el parque xalapeño de Los Berros, a los miembros de la Fundación Colosio Veracruz que preside Fernando Sánchez García.