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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
El ejemplo de Querétaro
Arturo Reyes Isidoro
24 de septiembre de 2012
alcalorpolitico.com
A propósito del derribo de un arco divisorio entre los municipios de Veracruz y Boca del Río por parte de los actuales alcaldes priistas Carolina Gudiño Corro y Salvador Manzur Díaz, respectivamente, arco que había sido construido por autoridades municipales panistas, el pasado 28 de agosto escribí (“El simbolismo del arco mocho”): “Aunque no es asunto mayor para los políticos en el poder, no estaría mal que los nuevos diputados federales legislaran para evitar estos despilfarros levantando este tipo de arcos o que impidieran por ley que los edificios públicos sean modificados a capricho de las autoridades según su procedencia partidista, como pasó en el pasado reciente con la llegada de los panistas a la Presidencia y a presidencias municipales y entonces palacios municipales, escuelas, oficinas públicas, calles, puentes, postes, etcétera, fueron pintados de azul, mientras que los priistas hicieron lo mismo, aunque utilizando el color rojo en las demarcaciones bajo su dominio político administrativo. Millones y millones de pesos se votaron en pintura cada tres años cuando hubo alternancia en el poder municipal de panistas y priistas y hasta perredistas, mientras que las obras urgentes y necesarias han tenido que estar esperando”.
 
Pues resulta que en el estado de Querétaro, los diputados locales, por ley decidieron poner fin a esa práctica onerosa, a capricho de los políticos pero con dinero del pueblo.
 
La prensa de aquella entidad dio cuenta el miércoles 19 de septiembre que integrantes de la 56 Legislatura local aprobaron la Ley que Regula la Utilización de Colores y Símbolos en Bienes Muebles e Inmuebles del Sector Público, con lo que se acabaron las obras pintadas de rojo, azul, amarillo o cualquier otro color alusivo a algún partido político. Debido a ello, en ese estado solo podrán difundirse acciones y pintarse obras en color blanco, diversas gamas de gris y negro, colores designados como institucionales.
 
La nota del corresponsal del diario Reforma, Fernando Paniagua, ofrece todos los detalles, y por tratarse de un tema que ofrece un ejemplo que debiera seguirse en todos los estados, incluido Veracruz, y para que nuestros diputados locales se enteren y sepan que sí es posible actuar a favor de los intereses populares, de poner orden cuando se quiere actuar con toda responsabilidad, de evitar que se siga tirando el dinero del pueblo, de todos quienes pagamos nuestros impuestos, mejor leemos completo el cuerpo de la nota periodística:
 
“Planteada por la Comisión de Transparencia y Rendición de Cuentas, la citada ley tiene por objeto regular la utilización de colores en bienes públicos. Además, busca que la utilización y difusión de la imagen institucional de los Poderes del Estado, los Ayuntamientos y las entidades públicas impidan la promoción de los partidos políticos de los que han emanado, y disminuir y hacer más eficiente el gasto público.
 
"‘Lo que se pretende es fomentar la unidad en torno a los símbolos institucionales que representen a todos. En esta iniciativa de ley se reconocen como colores institucionales: el blanco, las gamas de gris, negro y aquellos que directa o indirectamente no hagan alusión a los de los partidos políticos’, se indica en la exposición de motivos.
 
“En el documento aprobado por los legisladores locales se señala además que en la construcción, ampliación, adecuación, remodelación, conservación, mantenimiento o modificación de las obras públicas, así como en la planeación y el diseño de un proyecto urbano o arquitectónico, sólo podrá utilizarse la imagen institucional.
 
“En tanto, en la ejecución, adecuación, mantenimiento y uso de bienes muebles de carácter público, deberán utilizarse colores institucionales.
 
“De acuerdo con el diputado panista, Antonio Rangel Méndez, uno de los promotores de la iniciativa, esta propuesta tiene que ver, sobre todo, con la economía de los municipios y de todos los Poderes del Estado.
 
"Era recurrente ver, al cruzar un municipio, o cada tres años ver que variaban los colores de todos los bienes muebles o inmuebles, haciendo referencia directa al partido político del cual la administración en turno emanaba.
 
"‘A nivel nacional son gastados, cada tres o cada seis años, millones de pesos para poder cambiar las imágenes institucionales, todo esto con el único objetivo de hacer referencia a la administración pública del partido político del cual se emana’, argumentó el legislador.
 
“Rangel Méndez sostuvo que la idea de proponer esta iniciativa surgió de diversos partidos políticos, de los ayuntamientos y de los ciudadanos.
 
"‘Podemos contribuir a mandar un mensaje de unidad a los queretanos y dar más trabajo a los diseñadores para que sean más creativos y puedan hacer imágenes institucionales’.
 
"‘Pueden ser diseños interesantes que puedan utilizarse cuando se deba, no cada tres o seis años, para así despersonalizar la política y no hacer referencia directa ni a los a partidos, o personas’, expresó el diputado blanquiazul.
 
“Proyectan sanciones y multas
 
“Los funcionarios públicos que violenten la nueva Ley que Regula la Utilización de Colores y Símbolos en Bienes Muebles e Inmuebles del Sector Público podrían enfrentar desde una amonestación hasta la inhabilitación del cargo.
 
“El cuerpo de la ley remite a las sanciones contempladas en la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Querétaro, en la que se indica que un burócrata que decida pintar inmuebles o promover obras con colores no oficiales podría también ser sancionado con una multa por hasta 180 días de su sueldo base.
 
"‘Amonestación, suspensión por el tiempo que se determine, destitución definitiva del cargo, inhabilitación para ejercer cargo público de 1 a 5 años, reparación del daño y multa de uno a 180 días de su sueldo base’, señala la ley en su artículo 65.
 
“El nuevo marco legal destaca que tanto en bienes muebles o inmuebles de carácter público se prohíbe la utilización de cualquier slogan publicitario que directa o indirectamente se vincule con algún partido político o candidato.
 
“Además, en la ejecución de programas de carácter gubernamental, queda prohibido el uso de colores, escudos, símbolos o frases que directa o indirectamente se vinculen con un partido político o candidato.
 
“En enero de 2008, las autoridades estatales intentaron, sin éxito, cambiar los colores del edificio que alberga la Secretaría de Gobierno.
 
“Un edificio de cantera rosa y mampostería, fue pintado de color azul y naranja y, posteriormente, el color le fue cambiado ante el señalamiento del INAH de que dichos colores no podían ser utilizados en un edificio del Centro Histórico de la ciudad, considerado por la ONU como patrimonio de la humanidad.
 
“En aquella época, en menos de tres semanas el edificio de la Secretaría de Gobierno estatal fue pintado en dos ocasiones, lo que implicó un costo aproximado de 140 mil pesos”.
 
¿Actuarán algún día de igual forma nuestros diputados locales? ¿Por qué no aprovechar la circunstancia de que el actual gobernador Javier Duarte acabó con la aberrante práctica de atiborrar de rojo todo lo que oliera a oficial? ¿Por qué ante el derribo del arco divisorio de la zona conurbada por parte de presidentes municipales priistas sus compañeros legisladores no los secundaron con una iniciativa como la ley queretana? ¿Por qué no asegurar para siempre que no se continúe despilfarrando el dinero del pueblo con prácticas como las de pintar los edificios públicos a intereses de los políticos según el partido al que pertenezcan? ¿Por qué ningún diputado local, de ningún partido ha tomado una iniciativa como la de sus homólogos queretanos?