Y sin embargo se mueve. Ahora sí, como dicen en el diario Notiver, mi chambero en el Distrito Federal me reportó que fue larga y tendida, cordial, la comida que sostuvo el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán con el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell. Sentados a una mesita apartada, discreta, en el famoso restaurante Au Pied de Couchon, en Polanco, ambos personajes se mostraban relajados y sonrientes. Pese a que, según el reporte, trataron de pasar inadvertidos, varios comensales que los reconocieron se acercaron de inmediato a saludarlos. Por lo que se nota, FHB goza de cabal salud… política. La última vez que hablé con él en el Distrito Federal, en julio pasado, el famoso Tío Fide me aseguró que está decidido a permanecer alejado de la política activa, que su retiro lo mantiene en firme y que está dedicado en cuerpo y alma a su tarea como asesor de la industria azucarera. ¿De qué hablaría entonces con Pedro Joaquín?

 

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¡¿No qué no tronabas pistolita?! Al parecer, el rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo, jaló ayer accidentalmente el gatillo ¡y se pegó un tiro en el pie! Porque en su declaración a la prensa al ir a montar guardia de honor ante la estatua a Miguel Hidalgo en el parque de Los Berros barrió parejo, no hizo distinción ni aclaración alguna y de paso se llevó entre las patas al Fesapauv, al Setsuv y al Afecuv, los sindicatos de académicos, de trabajadores técnicos y manuales y de empleados de confianza, así como a sus directivos. No dejó títere con cabeza, pues.

 

De acuerdo a la nota de la reportera Ángeles González Ceballos, de alcalopolitico.com, la máxima autoridad de la Casa de Estudios “opinó que no hay vida democrática en los sindicatos, tampoco hay mejoramiento en las condiciones de trabajo ni salarial, ‘vivimos completamente en una simulación total’, ello con relación a la reforma laboral que se discute en el Congreso de la Unión”.

 

Quién sabe qué habrá desayunado Raúl pero no lo conocía en ese plan. Mire que haber asegurado que no es un académico antiobrero sino al contrario, que le gustaría ver que las condiciones salariales y de trabajo de todos los sectores del país mejoraran porque "lo que hemos tenido hasta el momento es un fraude y un engaño", no es cosa menor ni de todos los días.

 

“Al trabajador le llegan y le dicen: a ver, ¿está de acuerdo en cambiar la Ley Federal del Trabajo? El trabajador dice que no. Se le empieza a preguntar por qué no y no sabe. No hay vida democrática en los sindicatos, no hay mejoramiento en las condiciones de trabajo, tampoco hay mejoramiento salarial, entonces vivimos completamente en una simulación total”.

 

Arias Lovillo señaló la necesidad de acabar con los mitos del pasado, se pronunció a favor de la reforma laboral, que es urgente, “pues mientras los mercados laborales en el mundo tienen 25 años que hicieron sus ajustes, México se ha retrasado muchísimo” y “porque una flexibilidad laboral en algunos casos es ampliamente benéfica para los trabajadores".

 

¡Cuidado que el rector sacudió, y de qué manera, fuerte, muy fuerte, el árbol sindical y de paso al sistema político mismo, de gobierno, que lo sostiene y lo tolera! Qué bueno que dijo lo que dijo, porque no expresó ninguna mentira y porque como máxima autoridad de la principal Casa de Estudios de Veracruz, donde confluye lo mejor del pensamiento, de las ideas, del talento, de la ilustración, no refleja más que el sentir de una comunidad abierta, plural, de avanzada, que está en contra de las injusticias, de la mentira, del engaño y de la simulación.

 

¿Qué dirán al respecto los dirigentes de los sindicatos de la propia UV? ¿Lo acusarán, como hacen los de la CTM, de la CROC, de la CROM, de la FSTSE, del SNTE, de los sindicatos ferrocarrileros y de petroleros respecto al presidente Felipe Calderón de que pretende intervenir en la vida interna de las organizaciones de los trabajadores porque envió al Congreso la iniciativa de Reforma Laboral? Creo que para su fortuna, ya no vive doña Eloína Vargas, la casi sempiterna lideresa del Setsuv, porque ayer mismo hubiera parado toda la Universidad exigiendo una aclaración o pidiendo al rector que se retractara.

 

Pero, ¿por qué ahora sí y a estas alturas del partido Raúl Arias Lovillo se lanzó a la carga contra la simulación total, contra el engaño, contra el fraude, contra la antidemocracia sindical? ¿Acaso pretende llamar la atención al Presidente electo Enrique Peña Nieto para que lo tenga presente ahora que termine su gestión al frente del rectorado? ¿Acaso quiere fortalecerse y fortalecer a su grupo para influir en la decisión a la hora de designar a quien habrá de sucederlo? ¿Acaso es cierto que tiene aspiraciones político electorales y que quiere ser candidato a presidente municipal de Xalapa y con una declaración como la de este lunes pretende atraerse todo el voto de la comunidad universitaria, que es muy fuerte, que fue decisivo para que el candidato de la izquierda ganara la diputación federal? ¿Acaso quiere marcar muy claramente y hacer valer la autonomía de la máxima Casa de Estudios respecto al sistema político que prohija y cobija a todos los sindicatos charros?

 

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