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Columnas y artículos de opinión
Nuevo Siglo
Acortar tiempos para elección del 2018
Jenaro del Ángel Amador
3 de octubre de 2012
alcalorpolitico.com
Los “izquierdistas” repiten su número en torno a la Cámara de Senadores. No tienen remedio.
 
Hace algunas semanas, apunté la necesidad de acortar tiempos en relación a la elección federal que se celebra el primer domingo de julio, cada seis años, y la toma de posesión de quien haya sido elegido presidente de la república, con un intervalo de cinco meses entre un evento y otro. Y señalé, también, como en otros países el tiempo entre la elección y toma de posesión, es relativamente corto.
 
El día de ayer, en San Lázaro, la fracción parlamentaria del PRI, presentó por conducto de Manuel Añorve Baños <<el fallido aspirante al gobierno de Guerrero>>, una iniciativa para reformar el artículo 83 de la Constitución General de la República, y acortar a dos meses, el citado período, achicando, también, en un par de meses, el mandato presidencial.
 
Esto expuso el diputado Manuel Añorve Baños:
 
Exposición de Motivos: “…En una democracia, el funcionamiento óptimo del gobierno es parte fundamental en la realización de objetivos, proyectos y programas.
 
La tendencia en el mundo es reducir los tiempos de espera entre la elección y la toma de posesión de un representante popular. Tratándose del Ejecutivo, en los sistemas presidenciales como el nuestro, los lapsos largos pueden llegar a ser perjudiciales para la buena marcha de la administración: el que está en funciones ya está en franca retirada y el electo no incide porque aún no asume el cargo. La disyuntiva entre el que todavía no se va y el que aún no toma las riendas constituye un nivel de riesgo que debemos aminorar.
 
Si la premisa en nuestro sistema electoral es desahogar todas la impugnaciones y contar con el principio de exhaustividad en el desarrollo y la conclusión del proceso electoral, es dable reducir el tiempo de espera, pues si la elección se realiza la primera semana de julio, el órgano jurisdiccional electoral tendría dos meses, más que suficientes, para desahogar con éxito en tiempo y forma cada una de las impugnaciones que se presentaren.
 
Una vez teniendo presidente electo, en el lapso de dos meses, tras la jornada electoral, se dispondría de un mes para el periodo de transición, tiempo suficiente para una entrega-recepción ordenada.
 
La reforma planteada es y debe ser parte de una reforma política integral de gran calado, que nos permita hacer una rediseño del nuevo andamiaje institucional; reducir el tiempo de espera en la toma de posesión facilitará el relevo en la administración, evitará la inanición de ésta por el tiempo de espera y posibilitará reformas colaterales, como la entrega y discusión del Presupuesto de Egresos antes de diciembre, en razón de que la asunción en el cargo sería el 1 de octubre.
 
Hay consenso en que la actual fecha de inicio del cargo y toma de posesión resulta inadecuada para la formulación y presentación del Presupuesto de Egresos de la Federación y la Ley de Ingresos. Como es sabido, actualmente se dispone que la presentación del paquete económico debe hacerse a más tardar el 15 de diciembre; empero, nos encontramos con que el Congreso concluye sesiones el 31 de diciembre. Tal situación reduce el tiempo del presidente prácticamente a 15 días para presentar su proyecto e implica que el Congreso de la Unión tenga únicamente 15 días para cumplir sus atribuciones. Es evidente que se abdica de un examen minucioso, completo y responsable.
 
Es evidente que el denominado “periodo de transición” es sumamente amplio, un plazo de cinco meses, donde se tiene a un presidente constitucional saliente y uno electo, lo cual lleva a un riesgo de estabilidad política. Por ello, son muchos los efectos favorables con esta reforma: se reduce el tiempo de transición, se garantiza el funcionamiento pleno de la administración pública federal, se posibilita que el presidente constitucional saliente pueda presentar su último informe al Congreso de la Unión, que el entrante cuente con tiempo suficiente para elaborar el Presupuesto de Egresos de la Federación y la Ley de Ingresos y que el Congreso de la Unión tenga el tiempo necesario para desarrollar sus funciones y una discusión y aprobación serena y objetiva de éstos.
 
Otra razón que no debe soslayarse es el costo económico de una transición tan larga como la actual.
 
Por lo expuesto y fundado, me permito someter a consideración de esta soberanía el siguiente proyecto de
 
Decreto que reforma el artículo 83 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
 
Único. Se reforma el artículo 83 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:
 
Artículo 83. El presidente entrará a ejercer su encargo el 1 de octubre y durará en él seis años. El ciudadano que haya desempeñado el cargo de presidente de la República electo popularmente o con el carácter de interino, provisional o sustituto, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto.
 
Transitorio
 
Único. El presente decreto entrará en vigor a partir del periodo presidencial comprendido entre 2018 y 2024….”
 
Como se ve, ahora se sabrá si también los “zurdos” se molestan con esta iniciativa, que, por lo demás, necesitará de una votación calificada <<333 o 334 votos, con mayor claridad>> que no tienen, solos, PRI, PVEM y PANAL. Necesitarían los votos del PAN para que pase.
 
Sin embargo, esta iniciativa es una más en el primer mes de labores legislativas, y si no es tratada con indulgencia, se irá al archivo muerto de la Cámara de Diputados.
 
P.D. Leticia Perlasca Núñez, ¿chambista? Seguramente no…
 
P.D.- El candidato presidencial republicano Mitt Romney, realizó rounds de sombra para enfrentar el inminente debate con el presidente Barack Obama, y paró para almorzar, ayer, en un restaurante mexicano, el Chipotle Mexican Grill, de Denver, para atraer el voto de los tricolores. Los burritos de cerdo pagaron los platos rotos…El debate será hoy en la Universidad de Denver.
 
P.D. El diputado Uriel Flores Aguayo pegó ayer una propuesta en San Lázaro, para enfrentar los fenómenos meteorológicos que azotan Xalapa y su conurbación. Alejandro Montano se montó a la tribuna para seguirlo, y el también xalapeño Manuel R. Huerta Ladrón de Guevara, alejado de la entidad pero atento a ella, apoyó para buscar soluciones…