5 de octubre de 2012
alcalorpolitico.com
El fatal accidente ocurrido el pasado 18 de septiembre en el Centro Receptor de Gas Pemex Exploración y Producción de Reynosa, Tamaulipas, es para ponerse a pensar, debe tomarse muy en cuenta por las instancias correspondientes.
La explosión en la que perdieron la vida 30 trabajadores de la paraestatal, además de 48 lesionados, ahora se sabe por los mismos trabajadores que salvaron la vida, que ya días antes habían reportado la detección de una posible fuga de gas, por el fuerte olor que se percibía, solo que nadie prestó atención ni atendió las voces de alarma, que de haberse hecho, se pudo haber evitado el saldo ya mencionado, así como pérdidas económicas cuantiosas.
La tragedia sucedida en Reynosa, debe mover conciencias y voluntades, que para el estado de Veracruz es de suma preocupación, por representar un riesgo permanente, ya que es en esta entidad donde se ubican las instalaciones petroleras más antiguas y obsoletas de todo el país; como lo hemos comentado en este mismo espacio, no se proporciona el mantenimiento adecuado por parte de Petróleos Mexicanos, Pemex.
Lamentablemente para el multimillonario líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deshamps, tal parece que treinta muertos no fueron suficientes; quien se supone debe velar no solo por los intereses laborales de sus agremiados, sino también por su seguridad, presuroso declaró días posteriores al accidente de Reynosa que: “No es lo peor que ha pasado… no tenemos por qué maximizar un evento que no lo merece".
Pemex ha reconocido la falta de mantenimiento y sustitución de ductos e instalaciones obsoletas. El mismo Juan José Suarez Copel, director de la paraestatal ha reconocido que: “el Atlas de riesgo existe, pero hay algo que nos indica que no estemos siendo suficientemente efectivos o que no le estemos dando el uso efectivo a este Atlas… una situación de riesgo similar se vive en prácticamente toda la República. En algunos lugares más en otros menos.”
En Veracruz la ciudadanía no quiere ni pensar en accidentes de esta naturaleza, donde varias ciudades y pueblos están asentados encima de ductos e instalaciones que por falta de mantenimiento adecuado representan un verdadero peligro.
Pemex y Protección Civil tienen en sus manos la vida de miles de personas.
Ojala no se desatiendan las voces de alerta como sucedió en Reynosa.
[email protected]
La explosión en la que perdieron la vida 30 trabajadores de la paraestatal, además de 48 lesionados, ahora se sabe por los mismos trabajadores que salvaron la vida, que ya días antes habían reportado la detección de una posible fuga de gas, por el fuerte olor que se percibía, solo que nadie prestó atención ni atendió las voces de alarma, que de haberse hecho, se pudo haber evitado el saldo ya mencionado, así como pérdidas económicas cuantiosas.
La tragedia sucedida en Reynosa, debe mover conciencias y voluntades, que para el estado de Veracruz es de suma preocupación, por representar un riesgo permanente, ya que es en esta entidad donde se ubican las instalaciones petroleras más antiguas y obsoletas de todo el país; como lo hemos comentado en este mismo espacio, no se proporciona el mantenimiento adecuado por parte de Petróleos Mexicanos, Pemex.
Lamentablemente para el multimillonario líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deshamps, tal parece que treinta muertos no fueron suficientes; quien se supone debe velar no solo por los intereses laborales de sus agremiados, sino también por su seguridad, presuroso declaró días posteriores al accidente de Reynosa que: “No es lo peor que ha pasado… no tenemos por qué maximizar un evento que no lo merece".
Pemex ha reconocido la falta de mantenimiento y sustitución de ductos e instalaciones obsoletas. El mismo Juan José Suarez Copel, director de la paraestatal ha reconocido que: “el Atlas de riesgo existe, pero hay algo que nos indica que no estemos siendo suficientemente efectivos o que no le estemos dando el uso efectivo a este Atlas… una situación de riesgo similar se vive en prácticamente toda la República. En algunos lugares más en otros menos.”
En Veracruz la ciudadanía no quiere ni pensar en accidentes de esta naturaleza, donde varias ciudades y pueblos están asentados encima de ductos e instalaciones que por falta de mantenimiento adecuado representan un verdadero peligro.
Pemex y Protección Civil tienen en sus manos la vida de miles de personas.
Ojala no se desatiendan las voces de alerta como sucedió en Reynosa.
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