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Columnas y artículos de opinión
La incertidumbre intrapriista hacia el 1 de diciembre de 2012
Eduardo de la Torre Jaramillo
5 de octubre de 2012
alcalorpolitico.com
 La desarticulación del sistema priista bajo los gobiernos panistas no fue producto de una estrategia albiazul, sino más bien fue el resultado de una crisis priista de aquellos trances antes del año 2000 entre los tecnoburócratas y los políticos, basta recordar que los priistas le pusieron candados a las candidaturas presidenciales y de gobernadores, como lo fueron haber tenido cargos de elección popular o cargos directivos en el PRI, lo que se traduce en ese año en el conflicto entre Francisco Labastida Ochoa y Roberto Madrazo Pintado (“dale un madrazo al dedazo” fue la frase que concentró la disputa), éste último en ese contexto con su narrativa democrática.

El resultado electoral del año 2000 favorable al PAN, provocó el ahondamiento de la crisis del PRI, ya que el hecho político de haber perdido la presidencia de la república, cuyo significado fue dilapidar el control desde la presidencia de la república sobre los gobernadores y los ayuntamientos más importantes del país, donde aquellas facultades metaconstitucionales que con Ernesto Zedillo se dejaron los férreos controles, inclusive marcó “una sana distancia con el PRI”, esto mostrado en los cinco presidentes nacionales de ese instituto político en su sexenio: María de los Ángeles Moreno, Santiago Oñate Laborde, Humberto Roque Villanueva, Mariano Palacios Alcocer, y José González Fernández.

En esa crisis político-partidista en el interior del PRI, en primer lugar sus acciones se dirigieron hacia su interior, al convocar el mes de noviembre de 2001 a la XVIII Asamblea, allí mantuvieron los candados a la candidatura presidencial y de gubernaturas, se crearon más candados, se elegiría de manera directa en 2002 a la dirigencia nacional, en el tema de las candidaturas el 50% eran para mujeres y el 30% para los jóvenes, ampliar el Consejo Político Nacional y “la apertura del PRI a las alianzas electorales, legislativas y sociales con otras fuerzas políticas” (para que no se asuste el PRI de Veracruz en 2012); y en lo externo se constituyó un trípode político para sobrevivir: a) los coordinadores parlamentarios (por eso defenestraron a Elba Esther Gordillo, en el caso de Enrique Jackson hasta aspiró en 2006 a la candidatura presidencial), b) los gobernadores y c) el desvencijado corporativismo(por eso su imposible modernización y democratización en la reciente reforma laboral). En esta ocasión me centraré en el papel que jugaron los gobernadores, éstos ya sin el control presidencial en la alternancia en el año 2000 y con una pugna en la presidencia del CEN del PRI; es así como Dulce María Sauri en 2002 le entrega el CEN del PRI a Roberto Madrazo y a Elba Esther Gordillo, donde la diferencia fue sólo del 1.7% de la votación frente a Beatriz Paredes Rangel.


El conflicto intrapriista continúo, ahora en la versión entre Manlio Fabio Beltrones y Elba Esther Gordillo, primero por la coordinación de la bancada en la cámara de diputados, y después ésta última es defenestrada por Roberto Madrazo como coordinadora de la bancada del PRI porque estaba negociando con Vicente Fox una reforma fiscal que incluyera tasar el IVA a alimentos y medicinas, el final de todo esto le costó a Roberto Madrazo Pintado la presidencia de la república en 2006 y que la maestra Gordillo Morales renunciara al PRI y construyera de manera patrimonial su partido: el Panal.

Ante este panorama de pugna interna que duró más de 6 años, los gobernadores se convirtieron al “feuderalismo”, una vertiente tropical del viejo presidencialismo, inclusive los señores feudales (Fidel Herrera, Humberto Moreira, Ulises Ruiz, Mario Marín, los más conspicuos) optaron en 2006 por abandonar al candidato Roberto Madrazo. Pero, ¿por qué los gobernadores en esa coyuntura no decidieron fortalecer al candidato presidencial del PRI?: a) por la pugna con el grupo Atlacomulco (Roberto Madrazo liquidó de la precandidatura a Arturo Montiel), b) desde la propia candidatura de Roberto Madrazo se creó un grupo adverso a él, que se le conoció como el TUCOM (Todos Unidos en Contra de Madrazo) que lo integraban exgobernadores, excoordinadores parlamentarios, c) si continuaba el PAN en la presidencia de la república podían mantener su status quo, lo que significaba designar sucesor local, vivir en la opacidad financiera, crecimiento al doble de sus presupuestos estatales, ingresos extras como los provenientes de los excedentes petroleros, etc., por eso era preferible cohabitar con el PAN que apostarle al regreso autoritario en la vertiente de Roberto Madrazo, tal y como lo vivieron en su presidencia nacional del PRI.

Pero ahora los priistas en el 2012 con el triunfo de Peña Nieto, simbólicamente están haciendo creer a la ciudadanía que regresa el PRI (sin haberse modernizado ni cambiado, tal y como es, la ciudadanía le votó en un 38%), enviando iniciativas de ley aun estando Felipe Calderón como presidente, a diferencia de Vicente Fox con Ernesto Zedillo, que teniendo 206 diputados federales y los del PRD, pudo haber sacado iniciativas sin ser presidente, todo ello por el “bono democrático” y por la ausencia de conflicto con el PRD de julio a noviembre de 2000, y no lo hizo; de igual forma Felipe Calderón respetó a Vicente Fox; así como también la limitada gira por América Latina, donde muchos gobiernos no lo recibieron porque no era presidente formalmente, estas pequeñas muestras del “ejercicio de poder”, seguramente se trasladarán hacia el interior del PRI, obvio buscando su tradicional legitimación, y considero que empezará por “invitar” a algunos gobernadores a dejar sus estados por los estragos de ingobernabilidad en los que se encuentran, y ya hay candidatos, los de Nuevo león, Quintana Roo y Veracruz.


Este es el regreso o mejor dicho la regresión política que experimentará el país en los próximos 12 o 18 años, porque mientras estén divididos el PRD y el PAN, le seguiremos dejando el poder político al PRI.