El 63% del total de empleados en Veracruz (1,210,169 personas) no se encuentran afiliados al IMSS lo cual impide que mejoren sus condiciones económicas a pesar de que tienen derecho a esa prestación y que sus patrones tienen la obligación de otorgarla. Esto significa que de un total de 1,923,994 trabajadores, tan sólo 713,287 obtienen la prestación mencionada.


Otro aspecto que destaca es la desaceleración que ha mostrado el crecimiento del empleo formal, el cual creció apenas 1.7% en los primeros ocho meses de 2012, mientras que durante 2011 su ascenso fue del 3.8%.

En este comportamiento destaca el hecho de que el crecimiento del empleo se concentró primordialmente en la delegación Veracruz-Norte, donde se observó un avance de 3.8%, mientras que en la delegación Veracruz Sur el empleo se redujo en -2.1%.



La situación descrita expresa la necesidad de resolver dos problemas que son fundamentales para la economía veracruzana. Uno es promover el incremento del empleo a un mayor ritmo, para poder dar respuesta a la creciente demanda de ocupación de la población. La otra es que al tiempo que crece el número de puestos de trabajo, se debe cuidar que los trabajadores reciban las prestaciones laborales establecidas en la ley, pues de otro modo el empleo no se convierte en ese instrumento que sirve para mejorar las condiciones materiales de vida de la población, de modo que los beneficios del crecimiento económico no llegan a los empleados, aunque perciban un ingreso alto, puesto que las prestaciones son un elemento detonador del bienestar social y si se carece de ellas, las condiciones de rezago social no se logran eliminar.

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