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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Pobreza moral
Raymundo Jiménez
24 de octubre de 2012
alcalorpolitico.com
Aún cuando su inexplicable riqueza fuese bien habida, pero la ostentación que últimamente han hecho de ella los neopanistas de la familia Yunes Márquez resulta inmoral y cínica por haber medrado en los dos gobiernos federales del Partido Acción Nacional, cuyas administraciones dejaron un saldo de 52 millones de mexicanos que viven en situación de pobreza, de los cuales casi una quinta parte padecen “pobreza extrema”, un eufemismo usado por los tecnócratas para aludir a la miseria.
 
Y es que el clan familiar que encabeza el ex candidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares, protagoniza tremendo escándalo mediático luego de que el pasado fin de semana su primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez, ex alcalde de Boca del Río y actual coordinador estatal del programa Oportunidades, inauguró su majestuosa mansión valuada en 35 millones de pesos, la cual fue construida sobre un terreno de 3 mil metros cuadrados en un exclusivo fraccionamiento residencial de la llamada Riviera Veracruzana, perteneciente al territorio municipal del puerto de Alvarado.
 
Según las versiones periodísticas difundidas, el palacete del ex munícipe boqueño dispone de un amplio garaje para 7 vehículos; tiene 7 habitaciones y 8 baños completos con jacuzzi; una oficina con biblioteca; una cava con los más caros vinos y licores franceses y españoles; una sala de cine con 15 sillones más lujosos y cómodos que los de Cinépolis VIP; una sala de juegos completa, con billar, ruleta, black jack y mesa de dados; dos albercas; un cuarto de sauna; un cuarto de vapor; un gimnasio completo; un Spa con 4 camas profesionales de masajes; los pisos están cubiertos con mármol de Carrara, y los vidrios de todas las habitaciones tienen un blindaje de máxima seguridad.
 
Estos excesos obviamente han sido aprovechados por los adversarios internos y externos de Acción Nacional para cuestionar el origen de la exorbitante e inexplicable riqueza de Yunes Linares y su hijo mayor, quien apenas en 2004 debutó como político profesional gracias a la poderosa influencia de su padre, quien inicialmente lo hizo diputado local plurinominal, luego candidato del PAN a la presidencia municipal de Boca del Río y ahora coordinador estatal del Programa Oportunidades, cargo que negoció para apoyar primero las fallidas aspiraciones presidenciales del actual senador Ernesto Cordero Arroyo y posteriormente para sumarse a la campaña de Josefina Vázquez Mota, quien de manera sorpresiva ganó la elección de julio pasado en la entidad veracruzana.
 
La inauguración de la soberbia residencia de Yunes Márquez ha hecho recordar también a sus detractores el caso de la mansión que recientemente construyó su padre en el exclusivo Club de Golf Villa Rica, un principesco inmueble cuyo valor se calcula en 45 millones de pesos.
 
Tanto Yunes Linares como su primogénito han sido duramente criticados no sólo por el origen humilde del jefe del clan familiar –nativo de Soledad de Doblado, donde sus progenitores y hermanos mayores se dedicaban todavía en los años setentas a producir escobas–, sino porque ambos, también, encabezaron respectivamente administraciones desastrosas al frente de la Dirección General del ISSSTE y del Ayuntamiento boqueño, cargos desempeñados de manera coincidente entre 2007 y 2010.
 
Pero tanto el ex aspirante del PAN a gobernador como a su cachorro les gusta hacer alarde de su inmensa pero cuestionada fortuna familiar, la cual parece no haber menguado pese a los gastos que realizaron sobre todo en la fracasada campaña de Yunes Linares por la gubernatura en 2010, y en este año por la candidatura de su hijo menor Fernando Yunes Márquez al Senado de la República, donde alcanzó el escaño de primera minoría y, por presiones de su padre, obtuvo la presidencia de la Comisión Permanente de Defensa Nacional.
 
Y es que, por ejemplo, el mismo boato que se le pretendió imprimir este fin de semana al festejo de inauguración del palacete del ex alcalde boqueño fue casi el mismo que se le dio hace exactamente cinco años a su enlace matrimonial con Patricia Lobeira, aunque en aquella fastuosa boda celebrada a finales de octubre de 2007 sí asistieron encumbrados personajes de la política nacional como Juan Camilo Mouriño, a la sazón poderosísimo jefe de la Oficina de la Presidencia; Eduardo Medina Mora, entonces procurador general de la República; Elba Esther Gordillo Morales, lideresa vitalicia del SNTE y por esa fechas aún protectora y amiga entrañable de Yunes Linares; el todavía senador y ex secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, y hasta el polémico boxeador y empresario Jorge Kahwagi Macari, quien acababa de sustituir a Tomás Ruiz González en la dirigencia nacional del partido gordillista Nueva Alianza.
 
En cambio ahora, según versiones periodísticas, a la rimbombante inauguración de la majestuosa residencia del junior, en la cual se ofrecieron los más deliciosos manjares y exquisitos vinos y licores de importación, sólo acudieron como invitados los familiares y una cauda de incondicionales que los Yunes todavía tienen incrustados en las oficinas estatales y regionales de la Sedesol, del programa Oportunidades y en la Delegación del ISSSTE.
 
Pero personajes destacados y empresarios relevantes de la sociedad porteña fueron vistos muy pocos, con excepción de los mismos aduladores de siempre que no suman más de siete.
 
LENTO ENROQUE
 
Desde hace casi un mes se encuentra acéfala la Dirección del Registro Público de la Propiedad y de Inspección y Archivo General de Notarías, pues su ex titular, Fernando Vásquez Maldonado, fue nombrado desde finales de septiembre pasado como subprocurador de Justicia Zona Veracruz en sustitución de Gerardo Cruz Tejeda, quien en un convenido enroque ocuparía el cargo que en Xalapa dejó vacante su sucesor.
 
Sin embargo, hasta la fecha, Cruz Tejeda –sobrino de Mario Tejeda Tejeda, director general de Administración de la Procuraduría General de Justicia del Estado– no ha asumido aún la titularidad de este organismo público centralizado de la Secretaría de Gobierno, el cual continúa oficialmente en manos de una “encargada”.
 
Al respecto corren dos versiones: una, que supuestamente el ex subprocurador porteño todavía anda de “vacaciones”, y, la otra, que dicha Dirección le parecería poca cosa comparada con la Subprocuraduría del puerto de Veracruz. ¿Cuál será la verdadera causa de su demora?