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Columnas y artículos de opinión
La mirada de los otros
Elecciones en el ojo de la tormenta
Tomás Rodríguez Pazos
1 de noviembre de 2012
alcalorpolitico.com
La tormenta “Sandy” ha tocado la costa este de los Estados Unidos de Norteamérica como nunca se había visto, a decir de los afectados; 43 muertos, 8 millones de viviendas sin servicio eléctrico, 15 mil vuelos cancelados, carreteras destruidas o bloqueadas, el metro paralizado, son los reportes periodísticos al 31 de octubre. Ello, sin contar los daños que dejó en República Dominicana, Haití –donde 54 personas perdieron la vida- Cuba y Bahamas.

No voy a referirme a la tragedia y a su vínculo posible con el cambio climático, pues seguramente los expertos lo harán. Con celeridad el Presidente Obama reaccionó y declaró zona de desastre Nueva York y Nueva Jersey para poder canalizar toda la ayuda necesaria: “nada de burocracia y atrasos” dijo el mandatario.

El próximo martes 6 de noviembre se cierran las votaciones por la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica y los representantes en la cámara baja. La contienda ha estado centrada en tres debates y las campañas locales que los dos candidatos fuertes Obama y Romney realizan en los estados de la Unión, para conseguir la victoria; aparte, las redes sociales y los medios tradicionales hacen su aporte. La tormenta “Sandy” ha venido a cambiar el escenario final, pues el presidente ha tenido que atender la emergencia, mientras el otro candidato hace su mejor esfuerzo para ayudar a los afectados. Las elecciones pasan a segundo término, como tema mediático, pero su resultado importa al mundo. El manejo de la crisis tendrá también su impacto en la elección.


Algunos analistas señalan que ganen los demócratas o los republicanos, a México le irá igual, pues somos su “patio trasero” o su línea de contención para la droga y la inmigración centroamericana a su territorio. En su intento por captar votos latinos Obama promete leyes que resuelvan de manera humanitaria la presencia e incorporación de los ilegales; Romney lo rechaza y propugna por la autoexpulsión y el reforzamiento del muro fronterizo sur, aunque dice que se debe atender a Latinoamérica.

Importa a los mexicanos el resultado porque la política exterior de USA nos afecta gravemente en el tema de las drogas y la relación comercial – si su economía no crece “nos da pulmonía”-.

El nuevo gobierno federal tiene ante sí una gran oportunidad de replantear ante cualquiera que resulte presidente una política de vecindad solidaria: ¿Cómo es posible que a Egipto se le otorgan 10 mil millones de dólares en ayuda y a México 400 millones para la “lucha contra las drogas” ¿Por qué se arriesga a la población civil de México introduciendo armas, disque para descubrir las redes de la delincuencia? Respeto y solidaridad efectivos es lo menos que puede exigir el presidente electo de México - en actitud, ahora sí, valiente - al próximo de los Estados Unidos.