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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Tentaciones del poder
Raymundo Jiménez
7 de noviembre de 2012
alcalorpolitico.com
A diferencia de Fidel Herrera Beltrán, su antecesor, que fue un gobernante débil ante el encanto de las mujeres y del dinero, el gobernador Javier Duarte de Ochoa, hasta ahora, ha sido cuidadoso de no caer en las mismas tentaciones.

La semana pasada, por ejemplo, el ex candidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares, intentó difamarlo en el diario “Reforma” con la inserción de unas fotografías de una casa ubicada en la ciudad de Scottsdale, Arizona, cuya propiedad le fue atribuida al mandatario veracruzano. Sin embargo, en una misiva publicada el jueves 1 en el influyente periódico capitalino, Duarte de Ochoa aclaró que ese inmueble –que según afirmó “dista mucho de ser considerada una mansión”, ya que detalló que está asentado en una superficie de 300 metros cuadrados y sólo cuenta con tres recámaras, sala, comedor y una cochera para dos vehículos– fue adquirido en el año de 2005 en 6 millones de pesos por el señor Jesús Antonio Macías Yazegey, el cual lo registró a nombre de su hija Karime Macías Tubilla, esposa del Ejecutivo estatal, pero que luego fue vendido en 2007 “dejando desde entonces de formar parte de mi patrimonio familiar”.

Sin embargo, a Duarte aún le falta un buen tramo del camino por recorrer, pues apenas está por llegar al primer tercio de su administración sexenal. El próximo jueves 15 habrá de rendir ante el Congreso local su segundo informe de gobierno, e inmediatamente después deberá determinar nuevos ajustes en su gabinete, pues algunos colaboradores serán reacomodados y otros más están por irse a contender por las diputaciones y alcaldías.


Precisamente el proceso electoral local de julio de 2013 será otra prueba de fuego para el gobernador priista, ya que por segunda vez se erigirá en el gran elector de los candidatos del PRI si es que el Presidente electo Enrique Peña Nieto, quien el año entrante ya estará en funciones de jefe máximo del partido en el poder, le da la misma confianza que le delegó en la selección de aspirantes al Congreso de la Unión en los pasados comicios federales, en los que perdió sólo 6 de los 21 distritos electorales.

Ahora corresponderá a Duarte encauzar la nominación de los 212 candidatos del PRI a presidentes municipales y de otros 30 a diputados locales por el principio de mayoría relativa. Pero para asegurar un rotundo triunfo electoral, inapelable y transparente, el líder del priismo veracruzano deberá avalar a los mejores prospectos, los que acrediten mayor simpatía, arraigo, confianza y credibilidad popular.

Precisamente ayer, al ser entrevistado durante la reunión que sostuvo con Enrique Ramos Rodríguez, dirigente estatal de la CTM, el presidente del CDE del PRI, Erick Lagos Hernández, advirtió que la simulación en la selección de sus candidatos sería un grave error.


Por ello, el dirigente priista dijo que en el Revolucionario Institucional se acabaron las recomendaciones y los compadrazgos, por lo que ahora la única recomendación será el trabajo, la honestidad y la vocación de servicio.

Además, el ex subsecretario de Gobierno adelantó que los candidatos del PRI deberán someterse a exámenes de confianza y a pruebas toxicológicas, pues dijo que su partido evitará a los aspirantes que tengan algún vínculo extraño.

AJEDREZ PRIISTA


Si finalmente se confirma que el maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo encabezará la lista de candidatos plurinominales del PRI a la diputación local, entonces resultará más que obvio que el guía moral de la poderosa Sección 32 del SNTE sería el sucesor de Jorge Carvallo Delfín en la coordinación de los diputados priistas y en la presidencia de la Junta de Coordinación Política durante la LXIII Legislatura del estado.

La versión suena verosímil dada la sólida alianza política que Callejas Arroyo pactó con el gobernador Javier Duarte desde la víspera de la sucesión estatal del año antepasado.

Entre 2009 y 2010, como diputado federal, Juan Nicolás coincidió con Duarte de Ochoa en la LXI Legislatura al Congreso de la Unión, donde el líder magisterial coordinó al grupo de legisladores priistas veracruzanos.


En el proceso electoral federal de este año Callejas Arroyo quiso ser candidato a senador, pero el mandatario estatal ya tenía un compromiso anticipado con José Francisco Yunes Zorrilla, ex coordinador de su campaña al gobierno de la entidad. A cambio, el maestro consiguió que su fiel escudero, Gaudencio Hernández Burgos, ex líder de la Sección 32 del SNTE, fuera postulado a la diputación federal por el distrito de Poza Rica, lo que vino a complicarle al gobernador su relación con el dirigente nacional del sindicato petrolero Carlos Romero Deschamps, quien primero se molestó porque no pudo imponer a su tesorero Ricardo Aldana Prieto como candidato al Senado y luego porque tampoco pudo sacar la nominación del líder seccional pozarricense Jorge del Ángel Acosta para diputado de mayoría relativa, sino que con fuertes presiones sólo pudo acomodarlo de última hora en la lista plurinominal.

De concretarse esta hipotética promoción política del profesor Callejas Arroyo, ¿qué hará entonces el primer priista de Veracruz con el alcalde tuxpeño Alberto Silva Ramos, a quien se candidateaba para liderar a los próximos legisladores locales del PRI?

El rumor que corre ahora es que el presidente municipal de Tuxpan, quien ha hecho un excelente trabajo político y electoral en esa complicada región del norte del estado, estaría siendo considerado para suceder a Erick Lagos Hernández en la presidencia del CDE del PRI, si es que en el ajedrez político del gobernador Javier Duarte el actual dirigente del partido tricolor fuese deveras movido a una posición relevante en Palacio de Gobierno ante el anunciado reacomodo o sacrificio de algunas piezas importantes del gabinete duartista, cuyos movimientos están por darse con motivo del proceso electoral local de 2013 y por el cambio en la administración pública federal a partir de diciembre próximo.