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Columnas y artículos de opinión
Hablemos en serio de Xalapa
Uriel Flores Aguayo
23 de noviembre de 2012
alcalorpolitico.com
Uno de los efectos positivos de los preparativos electorales, descontando ocurrencias y calenturas de a peso, es que se empieza a hablar de nuestra ciudad, de sus fortalezas y debilidades; eso es bueno en sí mismo. Propongo como Xalapeño que se hable en serio, que se traten de manera seria sus problemas, cualidades y retos; no debemos permitir que gane terreno la superficialidad, el lugar común y la repetición. Esta Xalapa de hoy anda sin rumbo, sin identidad y sin proyecto; ha sido víctima de manoseo partidista (oficial), de dedazos y frivolidades; tanto abandonarla tiene sus consecuencias en forma de rezagos y de una sociedad alejada de su vida pública en cuanto a sus derechos y obligaciones. En principio los partidos tienen la obligación moral y democrática de poner sobre la mesa sus ideas y rostros de mujeres y hombres comprometidos con la política de calidad y la participación ciudadana; ese es un paso central, no privilegiar cuotas clientelares o de dinero en la integración de las planillas para que, vuelta cabildo, sea representativo y capaz. El sistema clientelar con que funciona la ciudad es un cáncer, es la causa de todos nuestros males, solo con su supresión se puede pensar en una ruta distinta. Esa es una definición fundamental, más de lo mismo o un cambio sustancial en ese aspecto.

Xalapa debe pensarse como una ciudad de igualdad, donde se impida la exclusión social, donde todos seamos sujetos de los mismos derechos; no aceptemos Xalapeños de primera y de segunda. La Xalapa democrática que es perfectamente posible implica la dignidad de los ciudadanos, el no condicionamiento partidista de los servicios, programas y obras; si los ciudadanos son respetados, respetaran; si son tratados con dignidad, ellos corresponderán con participación, estarán pendientes de los asuntos públicos y oxigenaran todo la vida social. El Ayuntamiento debe ser fuerte, ejercer su autonomía, desarrollar sus políticas e impulsar un proyecto propio; debe alejarse de las nociones de regencia que actualmente representa y de las ataduras partidistas y económicas. Los problemas de fondo, los estructurales, no se van a resolver en un cuatrienio pero es importante, vital, tenerlos bien estudiados y en posición de solución seria y duradera; identificados los retos centrales, agua y marginación como ejemplo, debe promoverse un proceso de soluciones efectivas, que tenga sus plazos pero que camine en una dirección determinada; al respecto, es notable actualmente que nada se mueve en ese sentido, que todo es coyuntural, de mirada corta , con ánimos electorales y de carreras políticas.

Xalapa, bien vale una lucha electoral, pienso, en tanto es nuestro origen vital y sede de nuestra existencia; para hablar de Xalapa, hay que conocerla y para gobernarla, hay que, además, quererla. Estamos convocados todos, con o sin color y siglas, a una etapa superior, donde lo partidario sea algo relativo a las postulaciones, nada mas; nuestro nivel cultural debe incidir en lo público, tanto en ideas y propuestas como en las candidaturas edilicias; de tantos especialistas que trabajan en nuestra ciudad deben salir los datos y las líneas de acción para una ciudad más humana y con mayor calidad de vida. Guerra a la prepotencia, el influyentismo y todo tipo de ilegalidad; nunca más se debe negociar el interés general; ante todo los afanes y sueños colectivos van por delante.


Decepcionado de las élites económicas por su poco compromiso democrático, aunque entiendo sus condicionamientos empresariales, considero que para cualquier transformación positiva se requiere voluntad política, sin ella poco se puede avanzar; igualmente se necesita a muchísima gente de buena voluntad, con ganas de participar, de ser tomada en cuenta; ahí está el motor de los cambios. Estoy convencido de que, aspiraciones aparte, los cambios son necesarios, que no se debe permitir la oxidación de la vida pública de Xalapa, que para que ocurra algo nuevo y extraordinario hace falta una coalición social y política, un bloque que trabaje por los cambios. En esa dirección, para reflexionar y proponer, varios grupos ciudadanos se están convocando a foros y diálogos diversos; es el caso de RECIVE y de entusiastas promotores democráticos como Eduardo de la Torre, Donato Flores y Javier Kuri, entre otros. Como ellos, pronto veremos como se abren espacios de debate y análisis, lo cual es una buena noticia. Me preocupa que desde el PRI se insista en la anacrónica costumbre de utilizar ámbitos institucionales para presentar una plataforma pretendidamente programática; creo que no sea mucho pedirles que hagan un esfuerzo serio, que se basten por sí mismos, que dejen de pensar como funcionarios y que lo hagan como políticos, limitados pero políticos al fin. En fin, Xalapa, es nuestra, de todos, la casa grande, que requiere estar limpia, hospitalaria, digna, de calidad, justa, alegre, segura, sana y participativa. Eso solo será posible con cambios, sin continuismo.

Recadito: foro sobre el presente y el futuro de la izquierda en Xalapa y la región, sábado 24 Noviembre, 10 horas, en el Hotel Xallapan.

correo:[email protected]