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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Señor Presidente, Peña Nieto, lo que tenga que hacer hágalo, a los mexicanos nos urge
Francisco L. Carranco
3 de diciembre de 2012
alcalorpolitico.com
La toma de posesión del nuevo presidente de la república se puede observar desde muchos puntos de vista, sin embargo, todos convergen al mismo asunto: México necesita decisiones y cambios radicales en la política interna de manera urgente.

La investidura presidencial, representada en banda presidencial, permeada de patria y llena de esperanzas fue recibida de las manos del ex Presidente Calderón, quien antes de entregarla a las manos de Peña Nieto, la besó internamente emocionado, el ciclo de PAN en el poder se extinguió totalmente.

El nuevo Presidente Constitucional de México, Enrique Peña Nieto, se dirigió al país y en su primer discurso como mandatario anuncio trece decisiones que definitivamente se deberán convertir en políticas públicas aterrizadas en programas y proyectos para garantizar que se cumplan a través de las secretarías que estrenan secretario y nuevos funcionarios.


El regreso del PRI al poder gubernamental debe detenerse un poco erradicar la inercia pasiva de las autoridades que hizo que la corrupción y la impunidad emergiera como una tarea que el ex presidente saliente, no quiso nunca asumir, con una guerra bastaba en su gestión.

Las protestas que se celebraron en algunos sitios del distrito federal ante la toma de posesión y que fueron secundadas en algunos otros estados de la república. No son, ni representan movilizaciones en contra del nuevo Presidente, pero sí son recordatorios para que el compromiso social sea cumplido; se espera un presidente para todos los mexicanos y se necesita atenderlo, rápidamente, con resultados inmediatos.

La legitimación del poder debe hacerse con el trabajo diario y urgente para, como el mismo dijo, en sus trece decisiones, que el entramado político con el social y garantice el bienestar de los ciudadanos, definitivamente, se percibe un atención especial para mujeres y ancianos, una cruzada nacional contra el hambre, ampliación de la red carretera, de nuevo los trenes de pasajeros, homologación de los códigos penales y la educación.


Y sobre la seguridad encargó, especialmente, a la Secretaría de Gobernación, Desarrollo Social, Salud y educación crear un programa de Prevención del Delito, que, por las secretarías involucradas, pronto sabremos cómo se actuará en contra del crimen.

El gobierno de Peña Nieto distinguirá 5 ejes, el primero lograr un México en paz, un México incluyente, un México con educación, un México próspero y un México participativo globalmente.

La Presidencia está estructurada y las Secretarías de Estado, también, los mexicanos esos que sobreviven a la clase media que necesitan nuevas oportunidades y todos los trabajadores que aspiran mejores incentivos para incorporarse al bienestar.


El discurso político de lo que se hará en el país está escrito, pero así como los opositores políticos de gavillas partidistas manifestaron su descontento, falta ver las reacciones de esos grupos invisibles que tejieron hilos y vasos comunicantes con la corrupción y que mantienen al gobierno federal con mala fama, un alto ambiente de inseguridad y violencia en un país de 110 millones de habitantes que, como siempre, aspiran a que éste si pueda aterrizar la esperanza de la paz y tranquilidad de este México, que se niega a sucumbir. Que sea para bien.

Suburbio 1

Ojalá que no se vaya a extrañar al antecesor.


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