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Columnas y artículos de opinión
Tantima - El petróleo
Luciano Blanco González
4 de diciembre de 2012
alcalorpolitico.com
La Sierra de Otontepec, no fue una gran ruta de comercio o paso de grandes ejércitos, su accidentada sierra y sus cenagosas planicies hicieron poco atractivo el tránsito masivo de caravanas. Ubicada entre los puertos de Tampico y Tuxpan equidistante unos 100 Kilómetros de cada uno, estos puertos tienen distintas rutas hacia el altiplano.

Tantima fue un gran bastión contra la intervención del Ejercito Napoleónico, ahí se amadrigó la resistencia Huasteca, al igual que en Ozuluama y Pánuco, en su geografía se celebraron varios enfrentamientos encabezados por el Coronel Manuel Casados Juárez, Quien finalmente fue aprehendido y ahorcado por el jefe antiguerrillas del Ejercito francés Coronel Charles Dupin el 12 de Julio de 1864

Sin embargo su ubicación, característica de refugio militar y los méritos de campaña de sus habitantes, le hicieron objeto de intrigas y para menguar su poderío y grandeza, fue despojada de gran parte de su territorio en los años de 1862 y 1865, para crear los Municipios de San Nicolás Citlaltepec y Tamalín con los Puertos de San Jerónimo y Saladero, se le cercenó toda la costa, inclusive en su catastro figuraba la Isla de Juan A. Ramírez, fue hasta el año de 1980 en que se reincorporó un pedacito de la laguna de Tamiahua en el poblado de Higueros, lo que permite a Tantima un acceso al Golfo.


A diferencia de todos los poblados de la región, en que la población extranjera estaba conformada por Árabes y Chinos, Tampico, Pánuco y Naranjos, en la alteña Villa, permanecieron los hijos de los Españoles que propiciaron una pujante economía, Los Peres, Los Sandoval, Castro, Melo, Parra, Casados, Arbona, Clemente, Blanco, Zaleta, García, de corte siempre altivo, y un tanto presumidos, tanto que ahí había entre sus habitantes los de la clase Numero Uno, que bailaban Chotis, en un salón de fiestas ubicado al frente del Palacio Municipal, con duela pulida, espejos biselados, poltronas acojinadas y hermosas cortinas orladas de encaje, los de la otra clase bailaban en el Barrio de San Francisco a ritmo de violín y jarana en fiestas interminables que se desarrollaban de día y de noche sin interrupción.

Ahí se producían y se producen los mejores fustes y sillas de montar, sus curtidurías producían y exportaban un cuero denominado del timbre por su alta calidad, con él se visten todavía las monturas, con arciones, estribos, chaparreras, cinchos, pretales, cuartas y sus recuas de acémilas eran el transporte que llevaba a los puertos de cabotaje ubicados en Terreros, Paso Real y Mamey o hacia el altiplano miles y miles de zapatos, botín y bota con excesiva demanda en el mercado nacional, por su excelente calidad. Su fábrica de tejas, cubría y adornaba los techos en todas las grandes haciendas, siendo orgullo por su acabado.

Don Bruno Lorenzo, casi Noventón de la Congregación de Vicente Guerrero, afirma que su abuela le informó que el asunto del petróleo es un asunto muy viejo en la región, antes de que llegaran las compañías petroleras en los albores de 1900, los naturales y los hacendados, extraían en grandes cantidades pencas de chapopote que eran depositadas en cajas de madera para exportarla a Tampico, donde producían mediante un proceso de alambicación un combustible común para los mecheros denominado también petróleo al igual que era utilizado para calafatear embarcaciones de todos los tamaños, era un bogar ir y venir en botes hasta Tampico para vender el chapopote, que se extraía en pozas enormes de hasta 30 metros de profundidad con un diámetro de hasta 40 metros a las que los trabajadores bajaban en círculos y plataformas apoyados en escaleras en las paredes y en el centro tendidas para ir atravesando y cortando. Aquí los pozos Chiconcillos, fueron sobreexplotados por las compañías de El Águila, La Cóndor, La Sharmex, La Corona, La Cortes. Desde 1908, y desde entonces manan como si fueran inagotables a diferencia de los demás mantos petrolíferos de otros pueblos que ya están agotados.


PEMEX, ha sido ingrato con Tantima, actualmente mas de 100 pozos son explotados Los Chiconcillos, Los Tres Hermanos, Los de Cerro de Ayahuil, La Ceiba, Gutiérrez Zamora, La Cabecera, El Uno y Medio La Cortez, La pithaya Etc. Ni la paraestatal, ahora mercachife contratista, sin sentido social. Ni la Secretaría de Hacienda, han entregado un centavo, que digo, un céntimo por este concepto, algún día si no lo hace Zita Pazzi, actual diputada federal o la mano amiga del Gobernador Javier Duarte, demandaremos jurídicamente el pago retroactivo y actual de esta prestación a la que el municipio tiene derecho. No es limosna lo que se pide si no pago justo mediante apoyos, aun que hay que reconocer que sus autoridades no tienen siquiera un censo de los posos en producción. Lastima, ha sido mas importante la grilla.

En el agro en toda la región, sobre todo en la parte baja sobre sus fecundas praderas florecieron grandes haciendas dedicadas a la ganadería, a la caña de azúcar y al chapopote, entre otras: La Hacienda de Santiago Chiconcillo de los Gallardo, García, Flores y Cruz, la Hacienda de San Lorenzo de Juvencio Lugo aquí crecen los Escalante, Los Cardona, Los Rossete, San Miguel Tres Aguas, Familia Castro Del Ángel y Lugo. La Hacienda de San José Tepetate, Adrián Sandoval y La Corte. La Hacienda de El Azadón, Los Castro. La Hacienda de Palmarillo, la Hacienda de Soledad Paso Real, entre otras, hoy la mayoría Ejidos.

La irrupción del petróleo en la parte baja del municipio, permite dimensionar una región altamente desarrollada, con la llegada de las compañías petroleras, llega la Brecha de la Huasteca, primera carretera del país. El Ferrocarril que iba desde Cerro Azul hasta San Jerónimo, el Teléfono y sus guarda líneas, El Correo, el agua entubada, la Escuela Primaria en Vicente Guerrero donde se dice que hasta los Hermanos masones levantaron columnas, lo que si había eran escuelas de catecismo y un agresivo comercio inmediato con el puerto de Tampico, un ir y venir de caminantes y de caballerangos iluminados en la noche por los mechones de los quemadores y con el ambiente perfumado por las pailas de dulce en las moliendas que chisporroteaban el agua miel en sus hornillas.


La cabecera en cambio tuvo un desarrollo lento en materia de comunicaciones, caminos de andadura y de terracería, intransitables en tiempos de agua, fueron reivindicados en 1985, por Don Agustín Acosta Lagunes, con una Carretera panorámica de una magnífica construcción, pues a pesar del escaso mantenimiento, ahí esta al servicio de los siete municipios de la Sierra Otontepina.

Agustín Acosta Lagunes, ha sido el mayor benefactor de esta región, su obra se truncó porque en 1985 el sismo defeño obligó a los estados a remitir todos sus fondos económicos para reconstruir la Ciudad de México por eso no se concluyeron los 4 kilómetros que faltan para comunicar la sierra de Otontepec con la sierra de Chicontepec y con Tantoyuca, ahí están, son 4 kilómetros de frustración, de olvido, ¿será que es el tramo denominado la esperanza? Que desemboca en San Sebastián, ahí están esperando un nuevo gobernante que se preocupe por acortar distancias y darle bienestar a sus gobernados.

Con Don Agustín llegaron las secundarias a la Sierra, a Tantima llego la Secundaria Jaime Torres Bodet en tiempos en que era Presidente Macedonio Martínez Santiago y el empujón final para concluirla fue la gestión de Pedro Muñoz Pérez, ante Miguel Alemán, vía delegado de la SEC, el Lic. Flavino Ríos Alvarado, quien ordenó su inmediata terminación. Destacó a pesar de que Don Agustín, contribuyó grandemente al desarrollo de estos 7 municipios. En ninguno hay calle o un aula que llene su nombre.


Actualmente la lucha política de las viejas familias Pérez…