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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
El timbrazo de Duarte
Arturo Reyes Isidoro
6 de diciembre de 2012
alcalorpolitico.com
Se advierte relajado el gobernador Javier Duarte de Ochoa. Cómo no va a estarlo si, por lo que dijo ayer, se ve que, por fin, dos años después, ya tiene claro el panorama económico.
 
Dice la letra de la canción “Quinto Patio”, que puso de moda la orquesta de Luis Arcaraz y luego popularizó Javier Solís, que el dinero no es la vida, es tan sólo vanidad, ¡ah!, pero cuánto soluciona y da tranquilidad.
 
"Hoy por hoy Veracruz tiene una perspectiva distinta, las calificadoras así lo han demostrado, la perspectiva de Veracruz como una economía sólida, en crecimiento y con una responsabilidad puntual en el manejo de los recursos públicos es buena".
 
Esta declaración suya bien podría tomarse como el mensaje central del inicio de su tercer año de gobierno, que comenzó el pasado sábado 1 de diciembre, fecha que pasó inadvertida quizá por todo el ruido que causó el ascenso al poder del nuevo Presidente (quizá era oportuno un mensaje a los veracruzanos, en cadena estatal de radio y televisión, tanto por el inicio de su tercer año de gestión como por el de la nueva Presidencia, ya de su partido).
 
Duarte ya entró a la mitad de su administración. Desde que yo empecé a hacer periodismo, en los años 70 del siglo pasado, nunca había visto que un gobernador sorteara tantas crisis como las que ha padecido el cordobés en sus dos primeros años de gobierno. Va saliendo.
 
Heredó una cuantiosa deuda económica cuyas consecuencias, todo indica que por fin las ha controlado. Decidió acabar con la mentira de que aquí no pasaba nada en materia de inseguridad a la vez que inició el combate frontal, abierto, contra la delincuencia organizada en el estado y la violencia afloró en las calles. Luego, la imagen de su gobierno se ha visto seriamente dañada en especial a causa de la muerte violenta o desapariciones de varios periodistas.
 
Parece que el tercer año le pinta mejor y acaso sea decisivo para que ello se materialice el retorno al poder del PRI, su partido, lo que le quitaría obstáculos y le significaría apoyos de todo tipo, más cuando al centro le interesa consolidar su poder en un estado tan importante como Veracruz y seguramente hará cuanto tenga que hacer, incluso darle todos los apoyos, para que se ganen los principales municipios en las elecciones del próximo 7 de julio.
 
Duarte de Ochoa habló ayer de la fortaleza y estabilidad económica del estado, destacó la colocación que hizo su gobierno de certificados bursátiles por casi 5 mil millones de pesos y "por ende el sistema bursátil nos hace un reconocimiento, al gobierno 
de Veracruz, y por ello nos invita a dar el timbrazo de inicio (este jueves)".
 
Sin duda, es buena señal para su administración. Significa que le ven viabilidad económica. Pero también, significa buena señal para los inversionistas interesados en venir al estado. Significa buena señal para los veracruzanos.
 
Debe tranquilizar pero también alentar a proveedores y prestadores de servicios su afirmación de que en este momento su gobierno tiene suficiencia económica para hacer frente a todos sus compromisos; que se han estado pagando los
adeudos que se tenían pendientes, que
falta poco por pagar, pero que van bien, de tal modo que antes de finalizar el año terminarán de saldar todo.
 
Su frase de que se puso orden en casa resume dos años de sacrificios, que nos alcanzó a todos, y por eso es de desearle que los hechos correspondan a su optimismo. Todos queremos que le vaya bien al estado.
 
***
 
Alguna vez me ofreció que me contaría la historia cómo fue. Y me interesa, porque como bien me dijo cierto día Juan Antonio Nemi Dib, el hecho de haber estudiado con el filósofo alemán Jünger Habermas, tan solo eso merece mucho respeto.
 
Por eso leí con atención el mensaje inaugural que a nombre del gobernador Javier Duarte de Ochoa dirigió el subsecretario de Gobierno, Enrique Ampudia Mello, en el acto de inauguración del Coloquio Veracruzano de Otoño, que realiza anualmente la Universidad Veracruzana, el pasado 26 de noviembre.
 
Y sí. Maneja ideas. Su discurso responde a su actitud personal. Un hombre abierto a las ideas, al pensamiento crítico, que postula que “Sólo con una educación sustentada en valores como la libertad, la igualdad, la civilidad, la tolerancia y el pluralismo se forjan buenos ciudadanos que contribuyan al desarrollo de la sociedad”.
 
No disponemos de mucho tiempo para hacerlo con frecuencia, pero con Enrique me gusta platicar. Sabe escuchar. Sabe el valor de la crítica, la acepta e incluso la alienta. Ha leído, tiene cultura. Rebate con ideas, con argumentos, siempre con respeto y cordialidad. Es un muy buen interlocutor. De sobra está decir que sabe de política, que no es ningún principiante ni ningún improvisado.
 
En el acto inaugural de la UV sostuvo que “Sólo con la contribución de universitarios críticos y comprometidos con su colectividad, en el clima de apertura, diversidad y pluralismo que es consustancial a nuestra convivencia social, es posible encontrar los equilibrios que sustentan la gobernabilidad democrática de Veracruz y de nuestro país”.
 
Interesantes los conceptos de tolerancia, universitarios críticos, clima de apertura, diversidad, pluralismo, equilibrios, gobernabilidad democrática. Interesantes porque fueron dichos a nombre del gobierno del estado y se entendería que los avala totalmente el gobernador Duarte de Ochoa.
 
“Fortalecer a la universidad nos obliga a intensificar nuestro compromiso con el pluralismo, con la equidad, con su autonomía, con la libertad de cátedra, en un marco de un uso equilibrado y transparente de los recursos y de una visión de su misión educativa que anteponga el interés general, el de su comunidad académica y estudiantil, el de la sociedad en su conjunto, a cualquier injerencia externa, fin particular o ambición de grupo”.
 
Ampudia Mello apuntó, y con razón, que “La educación superior es hoy quizá más que nunca una de las empresas colectivas más importantes en la concepción moderna del desarrollo y en la consolidación de una ciudadanía democrática, participativa, propositiva y capaz de ejercer y procurar sus libertades, obligaciones y responsabilidades con altura de miras, comprometida con el avance del país y del estado”.
 
Entre quienes lo escucharon ese día estuvieron José Sarukhán, Guy Haug, Fabrice Hénard, Gabriela Sabulsky y Gustavo Hawes, destacados pensadores. Duarte se hizo representar muy bien por quien tenía toda la solvencia para hacerlo de la mejor manera. Y cumplió.