Luego de firmar el Pacto por México, el presidente Enrique Peña Nieto inició sus giras de trabajo por el país, pero hasta ahora, dos semanas después de haber asumido el poder, no ha pisado las tierras veracruzanas que como precandidato y candidato del PRI a la Presidencia de la República tantas veces frecuentó.

 

La semana anterior, el mexiquense decidió viajar primero al estado de Nuevo León, luego al de San Luis Potosí, y este miércoles 12 estuvo en Baja California, donde le llovieron infinidad de peticiones.

 

A los priistas veracruzanos se les cuecen las habas porque su correligionario, quien luego de 12 años de gobiernos del PAN logró volver a meter al partido tricolor en la residencia presidencial de Los Pinos, haga acto de presencia en esta entidad que en menos de siete meses tendrá votaciones para elegir a 212 presidentes municipales y 30 diputados de mayoría relativa.

 

De Peña se espera mucho en Veracruz, pues en su campaña hizo varias promesas y dejó sentir que quienes gobiernan el estado estaban muy bien posicionados en su ánimo.

 

Por lo mientras, en su gabinete ha incorporado a algunos veracruzanos, como Fernando Aportela Rodríguez, en la Subsecretaría de Hacienda y Crédito Público, y a José Antonio González Anaya, en la Dirección General del IMSS, pero ambos son muy cercanos al titular de la SHCP, Luis Videgaray, y, en el caso del sureño, debió pesar también su parentesco político con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

 

El hecho es que hasta ahora ningún fidelista, de los que en la campaña presidencial tanto se ufanaban de su aparente cercanía con el ex gobernador del Estado de México, ha logrado ser invitado a un puesto mediano o relevante en la nueva administración federal.

 

Sorprende la exclusión de los discípulos del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, ya que hasta ex colaboradores del “Gober Precioso” de Puebla, Mario Marín Torres, y de Ulises Ruiz, de Oaxaca, acaban de ser designados en la Secretaría de Desarrollo Social este miércoles 12.

 

Juan Carlos Lastiri Quirós, ex secretario de Desarrollo Social y ex presidente del CDE del PRI en la entidad poblana, fue nombrado subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la Sedesol, mientras que Pablo Ramírez Puga Leyva, ex coordinador de Comunicación Social del gobierno oaxaqueño, asumió la Dirección General de Leche Industrializada Conasupo (Liconsa).

 

Habrá que aguardar para ver si por lo menos a los fidelistas les tocan algunas delegaciones federales.

 

Aunque algunos miembros del gabinete estatal no sean invitados finalmente al gobierno federal, en el equipo de trabajo del gobernador Javier Duarte de Ochoa están por realizarse algunos reacomodos debido a que serán varios los funcionarios que a más tardar en febrero de 2013 se irán a hacer campaña para presidentes municipales y/o diputados locales.

 

Uno de estos casos es el de Juan Manuel del Castillo González, secretario particular del gobernador, quien es perfilado para la diputación por el distrito de Córdoba.

 

Para sustituir a Del Castillo se menciona a otro duartista también de origen cordobés: Juan Antonio Nemi Dib, quien actualmente despacha como director general del DIF Estatal.

 

De concretarse la designación de Nemi, seguramente la Oficina de la Secretaría Particular del titular del Poder Ejecutivo del estado volvería a recuperar la operación política que distinguió a otras administraciones anteriores con funcionarios como Erick Lagos Hernández y Jorge Carvallo Delfín en el régimen del gobernador Fidel Herrera Beltrán, y Roberto López Delfín con Miguel Alemán Velasco.

 

Por el momento, Juan Antonio está dedicado de tiempo completo a la organización del segundo informe de labores de la señora Karime Macías de Duarte, el cual ha sido aplazado precisamente hasta febrero debido a que la esposa del gobernador está por dar a luz a su tercer hijo, un varón que será registrado con el nombre de “Emilio”.

 

 

El pasado miércoles 12, el presidente municipal de Boca del Río, Salvador Manzur Díaz, rindió su segundo informe de labores.

 

Pero tal como aconseja el sabio dicho popular, al mal tiempo el edil le tuvo que poner buena cara.

 

Y es que debido a las malas condiciones climatológicas que de última hora se presentaron, el alcalde boqueño debió sortear una serie de contingencias, desde problemas con el equipo de sonido y video hasta con la interrupción del fluido eléctrico, ya que la sesión solemne de Cabildo se realizó al aire libre en la plaza cívica de la cabecera municipal.

 

Sin embargo, Manzur se sobrepuso a todas estas adversidades y logró salvar dicho acto protocolario, al cual asistió el gobernador Javier Duarte de Ochoa como invitado de honor.

 

Al edil priista este tipo de situaciones ya no lo impresionan ni descomponen.

 

Peor tormenta fue la que enfrentó en 2010, cuando ganó muy apretadamente al PAN la elección municipal.

 

Ahora estaría preparándose para resistir otra igual, pues es candidateado para abanderar en 2013 al PRI en la lucha por la diputación local, lo que lo obligaría a solicitar licencia en un par de meses al Congreso del estado para separarse de la alcaldía.

 

Manzur puede darse el lujo de hacerlo, pues en su segundo informe de labores afirmó que hasta ahora lleva cumplido el 92 por ciento de su plan de gobierno municipal.

 

Por cierto, quienes asistieron a este evento, comentan el tono optimista que el edil le imprimió a su discurso. Palabras más, palabras menos, el alcalde de Boca del Río se refirió a que la alternancia en el poder a nivel federal representará buenos tiempos al país y “mejores a Veracruz”.

 

“La sólida alianza entre el gobernador de nuestro estado, Javier Duarte de Ochoa, y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, hará que cada veracruzano, cada boqueño sienta en su estómago, en su bolsillo, en su corazón que México está en movimiento”, dijo Manzur.