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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Indiferencia o displicencia de la autoridad para someter los taxistas ante la Ley
Francisco L. Carranco
14 de enero de 2013
alcalorpolitico.com
Volcadura de taxi en la zona universitaria dos heridos graves. Es inaudito ver el aumento de los accidentes en los que participan vehículos de alquiler (taxis), que realmente se han convertido en un asunto peligroso para los ciudadanos en general, automovilistas y los usuarios de ese servicio que, son los más perjudicados por sufrir, ahora, lesiones físicas ante la indiferencia de las autoridades del ramo.

Probablemente, el término “indiferencia” de la autoridad, no sea el más adecuado para señalar la amenaza constante del manejo temerario de los taxistas en las ciudades del estado, en donde los titulares de los periódicos consignan cotidianamente accidentes viales de taxis que, antes no pasaban de ser meros choques y causar daños, hasta convertirse en una situación preocupante por ocasionar lesiones físicas a los usuarios.

Esta situación puede tener varios orígenes: la saturación de vehículos de alquiler, la inexperiencia de los conductores para manejar, el falso concepto del tiempo que ocasiona exceso de velocidad, señales patológicas en los choferes causadas por el estrés y cansancio de jornadas de más de ocho horas al volante, presión por sacar la cuenta del “patrón”, desahogo de la frustración de no poder encontrar otro trabajo mejor a ser taxista y, quizás el más severo el desconocimiento del reglamento y la ley de transito así como la irrespetuosa posición de arreglar todo con una mordida.


Pero, entre todos estos síndromes que comentamos y que la autoridad, la Secretaría de Seguridad Pública, a través de la Dirección de Tránsito del Estado, que es responsable de normar la vialidad en las ciudades, prácticamente, ha dejado a los automovilistas solos para que sean ellos quienes regulen el transito vehicular en las calles, avenidas y bulevares.

Recientemente la SSP en palabras del vocero de la Dirección de Tránsito del Estado, Ernesto González Quiroz, anunció un operativo para implementar medidas y evitar congestionamientos en la avenida Lázaro Cárdenas; tomo este ejemplo para demostrar que cuando la autoridad está al pendiente de las necesidades de los ciudadanos sí funciona.

Otro ejemplo que se hace necesario para demostrar que las autoridades de Seguridad Pública están dando resultados positivos, son los operativos de vigilancia y patrulleo de unidades policiacas inscritas en los programas de Veracruz Seguro en todo el Estado y en los operativos propios de esa dependencia, definitivamente han otorgado a la sociedad un clima de seguridad.


Sin embargo, cuando hablamos de tránsito y vialidad, es ahí en donde evidenciamos la total falta de operación de la Dirección de Tránsito pata poder controlar a los automovilistas, las autoridades han llamado a los propietarios de los autos a cooperar, pero en ningún momento se ha convocado a los transportistas del servicio urbano (camiones) y a los taxistas a que se sumen a las tareas de ordenar la vialidad en Xalapa y otras ciudades del estado, por el contrario los taxistas se vuelve el enemigo numero uno de la sociedad.

Si hablamos de la indiferencia de la autoridad, es porque vemos como aumentan las violaciones al reglamento por parte de los taxistas: vueltas en lugares prohibidos, invasión de las rayas para peatones, no respetar los altos en lo semáforos, excesos de velocidad, rebases por la derecha, cerrones a otros vehículos, no hacer alto total en las esquinas y otras tantas acciones que se traducen en el aumento de accidentes que pasa de ser un asunto de daños económicos a un asunto de salud pública por las lesiones que ocasiona a los usuarios del servicio.

Displicencia pues quizás tampoco haya, porque los agentes de tránsito han abandonado las calles, las patrullas solo en las principales avenidas y operativos, mientras en los cruceros sólo la ausencia del agente y el letrero de uno por uno.


Quizás, si la autoridad, dedicara un operativo especial para regular la vialidad tal y como ha destinado agentes y recursos para otros operativos con excelentes resultados, probablemente, se reducirían los accidentes, las lesiones, las muertes, los daños económicos a los ciudadanos, vehículos e infraestructura urbana y lo más importante se recuperaría el respeto por la autoridad vial.

Pero mientras esto sucede y ante la displicente “indiferencia de la autoridad”, usted amigo lector, aumente su precaución al manejar, evite conflagración con los salvajes choferes de taxi, respete el uno por uno y si le toca ser usuario de taxi lleve a la mano los teléfonos de las instituciones de emergencia, los datos de un familiar a quien hablar en caso de accidente y si es creyente encomiéndese a su santo de devoción mientras circula en uno de esos temerarios vehículos del mal llamados taxis.

Suburbio 1


La obra pública de relumbrón parecieran eventos de precampaña.