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Columnas y artículos de opinión
El Presidente y la ética política
Guillermo H. Zúñiga Martínez
19 de enero de 2013
alcalorpolitico.com
Me gusta recordar la obra de Walter Montenegro sobre las corrientes político-filosóficas porque en este texto encontré una expresión que ha sido una constante en mi manera de ver el comportamiento humano. Según el autor que menciono, el rey Agis IV señaló categóricamente que: “Nadie puede hacerse rico trabajando honradamente”, creo que esta concepción es irrefutable dado que hay ejemplos perennes e inmarchitables que tenemos en todas partes del país y que encontramos de manera fulgurante en el Estado de Veracruz porque, verbigracia, cuando fue Gobernador de esta entidad el distinguido porteño Francisco Landero y Coss no tan sólo se destacó por su honorabilidad, sino porque es el único que como titular del Poder Ejecutivo Estatal jamás cobró salario ni prestación alguna.

Lo anterior tiene relación sobre lo que los mexicanos y el mundo pudimos observar a través de los medios masivos de comunicación ya que de una manera singular, propia, espléndida el señor Lic. Enrique Peña Nieto, públicamente aparece oprimiendo una tecla en una computadora conectada con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, para declarar formalmente su patrimonio personal.

El acto realizado por el Presidente de la República es trascendental por su decisión de transparentar lo que posee incluyendo sus percepciones, herencias y donaciones recibidas a lo largo de su vida, y obliga de manera directa y contundente a que todos los colaboradores del Gobierno Federal hagan lo mismo, siguiendo una línea que me parece de lo más valioso para los mexicanos que es la ética en cada uno de sus actos.


En sus propias palabras, el Presidente Peña Nieto se congratula por cumplir cabalmente con el mandato de la ley y ajustar sus actividades políticas a lo que ofreció en su campaña presidencial para alcanzar el más alto cargo dentro de la administración pública en México. En la ceremonia de referencia expresó textualmente: “Queremos ser ejemplo ante los ciudadanos, aseguramos que el combate a la corrupción, un cáncer que no sólo afecta y es privativo a los órdenes públicos, sino también al ámbito privado, pero corresponde al gobierno establecer un ejemplo claro para quienes trabajan en estas tareas”.

El mensaje es emblemático porque lo expresa junto a su Secretario de Hacienda, el talentoso joven Luis Videgaray Caso, quien se ha destacado de manera brillante en los distintos cargos que ha ocupado.

Como es conocido, para cumplir con las disposiciones jurídicas, los servidores públicos tienen que refrendar año con año su declaración patrimonial, lo cual permite observar de manera nítida las variaciones que se van dando en cuanto al aumento o adquisición de bienes, por lo que aprecio que es en verdad importantísimo lo que ha hecho el señor Lic. Enrique Peña Nieto.


He afirmado -y hoy lo reitero- que nos ha faltado preocuparnos por tener un comportamiento acorde con las líneas que dicta la moral pública, porque no es posible esconder la riqueza de muchísimos políticos que han utilizado cargos oficiales para resolver problemas personales, familiares y el de las generaciones que les sucedan, en detrimento del pueblo.

La honradez es una actitud del hombre frente a la vida ya que tiene mucho que ver con su carácter, temperamento y misión social; abundan situaciones de personajes que han vivido, como lo decía el Benemérito de las Américas, en la medianía que les permiten sus percepciones y de estos casos por lo general no se habla pero para hacer un homenaje sincero, recordemos en Veracruz a don Adolfo Ruiz Cortines quien fue demasiado importante y al partir de este mundo su patrimonio era realmente muy modesto. Otros ilustres gobernadores y personajes de Veracruz merecen también admiración y respeto porque nunca, ni por equivocación, alguien los ha exhibido públicamente de haber faltado a la probidad. A algunos he dedicado menciones de gratitud en este espacio y así lo haré cuando sea necesario.

Los mexicanos son honrados y millones de ellos presumen de esa característica; mas, lamentablemente, han habido falsos políticos que una vez que ocupan una posición importante, cuando miran y sienten el poder del dinero, se corrompen, faltando así a sus compromisos; es por ello que resalta de manera singular el proceder del nuevo Presidente de México, que está despertando confianza por el cumplimiento de su palabra y sus deberes. De seguir así, practicando la ética, con certeza México avanzará en forma acelerada para lograr su esplendor y progreso.


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