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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Otro fraude calderonista
Raymundo Jiménez
22 de enero de 2013
alcalorpolitico.com
Aunque usted no lo crea, la semana anterior la refinería “General Lázaro Cárdenas”, de Minatitlán, se quedó sin gasolina.

Sí, la misma que data de 1906 y que abastece de energéticos al sur de Veracruz y a los estados de Puebla, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, a la que según la administración del ex presidente Felipe Calderón se le desarrolló “un completo proyecto de reconfiguración” que costó más o menos 3 mil millones de dólares, el cual dizque “le permitirá afrontar los retos del siglo XXI, como un centro de trabajo moderno y rentable”.

En 2011, el gobierno calderonista anunció que ese ajuste de la refinería de Minatitlán había terminado y que todo resultó un “éxito”. Ah, pero eso sí: el último Presidente de la República surgido del PAN aclaró que nada más nos costó el doble de lo originalmente planeado.


Pero la realidad es que no se quedó sin gasolina, sino sin hidrógeno, insumo clave para quitar a las gasolinas el azufre corrosivo y vender combustible de buena calidad y menor impacto al ambiente.

¿Y por qué la falta de hidrógeno? Porque la planta que debía producirlo en el complejo petroquímico La Cangrejera falló. No opera por una maniobra indebida de los ingenieros en el periodo de arranque. Las compresoras de gas reventaron y sólo hay que esperar hasta que las repongan, para que puedan volver a funcionar.

Hasta la semana anterior no había fecha precisa todavía para arrancar estas máquinas.


Mientras tanto, la cacareada “reconfiguración” de la refinería de Minatitlán seguirá sin tener un impacto en la práctica, pues los aumentos mensuales en el precio de las gasolinas continúan puntualmente sin fallar.

El caso de Minatitlán, y en general la baja utilización de las refinerías de Pemex, es un claro ejemplo de los retos operativos y laborales de la paraestatal, que en los primeros 11 meses del año pasado apenas logró un nivel de utilización del 67 por ciento de su capacidad instalada.

Esto es un problema de años: en el 2011 la utilización fue del 75 por ciento. Este pobre desempeño devela tres pecados capitales: Primero, para una industria intensiva en capital, la utilización de la capacidad es un factor clave para la rentabilidad. Cuando una planta que tiene una inversión millonaria no se utiliza, el costo del capital tendrá que ser prorrateado entre menos producción.


Esto es relevante para la refinación del petróleo, una industria con bajos márgenes y que enfrenta retos.

Según el reporte anual de Exxon, 2011, “el pronóstico es que los márgenes de refinación se mantendrán débiles al enfrentar una competencia intensa en la industria y mientras que las adiciones de capacidad en el corto plazo serán mayores al crecimiento en la demanda global”.

Según el “benchmark” internacional –un anglicismo que en las ciencias de la administración de empresas suele definirse como un proceso sistemático y continuo para evaluar comparativamente los productos, servicios y procesos de trabajo en organizaciones–, de acuerdo con cálculos del Centro de Investigación del Transporte de Estados Unidos (EU), en los últimos años el nivel de utilización de las 148 refinerías del vecino país ha sido del 90 por ciento.


Inclusive, hay refinerías más eficientes: las de la región centro de Valero Energy –el refinador independiente más grande de EU– operaron al 94 por ciento en el 2011.

El segundo pecado capital se deriva de que México importe el 51 por ciento de las gasolinas que se consumen en el país, a un costo muy alto para los consumidores.

De hecho, Pemex-Refinación es la subsidiaria que peores resultados tiene: en el 2011 tuvo pérdidas operativas por 290 mil millones de pesos, casi la tercera parte de los 977 mil millones de pesos que ganó la paraestatal petrolera en Exploración y Producción.


¿Cuántos barriles de gasolina podría producir Pemex si sus refinerías operaran al estándar internacional? Si la diferencia entre 90 y 67 son 23 puntos porcentuales, sobre una capacidad instalada de 1.6 millones de barriles por día dan 368 mil barriles diarios de petrolíferos refinados que no se están produciendo actualmente.

Si se aplica el 33 por ciento que representan las gasolinas de Pemex del total de productos petrolíferos, daría 121 mil barriles de gasolina diarios. Es decir, se podría reducir en 34 por ciento la importación de gasolinas que realiza Pemex si sus refinerías operaran al estándar internacional.

Es más, si esto se redujera a la mitad, por lo menos la sexta parte del déficit se arreglaría sin mayores inversiones.


Pero el tercer pecado capital, y quizá el más grave, es el de la productividad. Otra área donde no es fácil precisar aunque existen algunos referentes como el caso de Valero Energy que produce 3 millones de barriles al día con 22 mil empleados, incluyendo a los que laboran en su amplia red de gasolineras, mientras que en el 2011 Pemex-Refinación produjo 1.18 millones de barriles con 42 mil 800 empleados.

La proporción entre ambas empresas es abismal: Valero, 136 barriles por empleado; Pemex, 28.

Estos tres pecados capitales ejemplifican el gran reto de la reforma petrolera que viene. Pero algunos expertos opinan que cambiar el marco legal no será suficiente. Se tiene que entrarle a la manera en cómo operan las plantas refinadoras y, por ende, a los obstáculos laborales que impone el poderoso sindicato petrolero dirigido por el senador priista Carlos Romero Deschamps.


Ayer, en conferencia de prensa, el legislador veracruzano Héctor Yunes Landa anunció que esta semana se desarrollará la reunión plenaria de los Senadores del PRI, donde uno de los temas centrales que se plantearán será la agenda legislativa que se propondrá en este segundo periodo ordinario de sesiones que iniciará en febrero. Refirió también que se discutiría la reforma energética que de concretarse permitiría mantener la rectoría del Estado en Petróleos Mexicanos y que los precios de los combustibles puedan ser detenidos. Y es que apuntó que actualmente uno de los principales impedimentos que tiene Pemex para modernizarse son sus pasivos que ascienden a más de 190 mil millones de pesos.

DUARTE A ESPAÑA

Por cierto, el sábado 16 de febrero será la comida anual de Alianza Generacional, la nutrida agrupación política que lidera el senador priista Héctor Yunes.


Originalmente este convivio se iba a realizar el 8 de diciembre, pero se les atravesó un día antes el festejo de Vía Veracruzana, del procurador Felipe Amadeo Flores Espinosa.

Entonces decidieron posponerla para este sábado 26 de enero; sin embargo ahora tuvieron que moverla otra vez debido a que ese día el gobernador Javier Duarte de Ochoa no podría acompañarlos ya que se hallará en Madrid, España, donde acudirá a recibir su doctorado.