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Columnas y artículos de opinión
Tierra de Babel
Las apariencias engañan
Jorge Arturo Rodríguez
24 de enero de 2013
alcalorpolitico.com
¿Qué tan difícil es decir la verdad? ¿Qué tan complicado actuar con la verdad? ¿La verdad nos hará libres? Preguntas que no sé realmente contestarme, porque pertenecen, qué contrariedad, al terreno de lo incierto filosófico, y como tal, indocto que soy pero no tonto, no me meto en camisa de once varas. Pero ya en la práctica, en la realidad cruenta de estos días, percibo que todos o casi todos andamos enmascarados, mostrando apariencias, ocultándonos en mil máscaras de inocencias, moscas muertas, pero también de vanidades, jactancias, presunciones y demás. Caras vemos…

Ya lo dijo Baltasar Gracián, es tan difícil decir la verdad como ocultarla. Quedan pocas personas sinceras y honestas, que luchan con la verdad por la verdad. Esos imprescindibles de los que habla Bertolt Brecht.

Sí, la verdad no hace tanto bien en el mundo como el daño que hacen sus apariencias, dijera François de la Rochefoucauld. Somos engañados por la apariencia de la verdad, ¿verdad, Quinto Horacio Flaco?


En fin, desde hace mucho creo poco en los políticos, nada, casi nada, Precisamente porque a menudo dicen una cosa y hacen otra, casi siempre a favor de sus propios intereses o de grupos, pero para el grueso de la población, pos ya ven como estamos.

Es decir, casi todos fingimos: hacemos como que trabajamos porque hacen como que nos pagan, dicen. Pero no todos, desde luego; hay quienes sí se chingan el lomo, y les va de la chingada.

El caso es que parece que este nuevo gobierno federal nació y se mantendrá en la simulación. Pero no nos adelantemos ni seamos drásticos, ahí iremos viendo, dejemos que trabajen, apoyemos en las buenas nuevas… y al tiempo.


Por lo pronto, ya saben que hace unos días mi presi Enrique Peña Nieto y su gabinete presentaron sus declaraciones patrimoniales. ¿Alguien le creyó?
En “Rayuela” de La Jornada (17 de enero/2013), leo: “¿Es transparencia a medias, o remedo de transparencia?” Refiriéndose a la declaración patrimonial del gobierno federal. Y tan sólo menciono un caso de los varios ocurridos que nos hacen pensar en que nomás están simulando. Actúan en el teatro político de la simulación, defendiendo a toda costa la opacidad, la confusión, la vaguedad.

El arquitecto, diseñador y escultor Fernando González Gortázar expresó hace poco que “el llamado nuevo PRI está por verse; yo estoy dispuesto a observar sin prejuicios, pero no me hago demasiadas ilusiones, hay muestras de que el viejo PRI sigue agazapado detrás de una retórica del régimen patrimonialista cuando sus políticos se sentían dueños del país”.

Ni a quien irle, pero bueno, estamos ahora con este gobierno. Ya el escritor José Agustín lo dijo: “No veo ninguna diferencia; el PRI de ahora sigue siendo el mismo de antes. Y si antes no esperábamos nada de aquél, menos del de ahora. Es absolutamente lo mismo”. Y añadió: “PRI y PAN son lo mismo; es un juego político nefasto, está muy corrupto el país. Por el momento, para los mexicanos no hay para dónde”. ¿En serio?


Y chance tenga razón, porque como escribió Thomas Fuller, la astucia puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda. Y nuestros políticos nunca andan desnudos.

Vaya, nuestros políticos y gobernantes saben que la mentira necesita siempre complicidad, por lo que se hacen acompañar de cada fichita. Han tomado muy en serio lo que manifestó Groucho Marx, que el secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido. ¿A poco no?

De cinismo y anexas


El monero Magú, en una de sus entregas, nos dice: “Resucitó el PRI”; “Resucitó el Sub”; “Van a resucitar la Cocopa”; “Espero que resuciten el movimiento obrero, porque así resucitarán a Fidel Velásquez”; “Y no serán los perros los únicos que nos den temas para cartones”.

Claro, también resucitará “Solidaridad”. Ya empezó el juego del hambre… Pero eso es otra historia.
Por lo pronto, ahí se ven.


Hasta la próxima
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