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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
HYL: Baja… California
Raymundo Jiménez
25 de enero de 2013
alcalorpolitico.com
Hace un par de semanas, en una reunión privada, el senador Héctor Yunes Landa adelantó a un grupo de seguidores que lo ven como un fuerte prospecto del PRI a la gubernatura de Veracruz en 2016, que en breve recibiría un importante cargo por parte del Comité Ejecutivo Nacional del partido tricolor.

Algunos de sus amigos que estuvieron presentes en ese encuentro comenzaron a elucubrar que podría tratarse de la secretaría general de la CNOP, sector en el que hace 30 años inició el senador veracruzano su trayectoria partidista como dirigente juvenil del sector popular del PRI.

Sin embargo, en los corrillos políticos de la Ciudad de México se filtró la semana anterior que todo parecía indicar que Emilio Gamboa Patrón estaba por dejar la conducción de la CNOP para concentrarse en su labor como pastor del rebaño tricolor en el Senado, y que quien podría relevarlo al frente del sector popular era la senadora de Nuevo León, Cristina Díaz, quien en diciembre de 2012 fungió interinamente como presidenta del CEN del PRI en sustitución de Pedro Joaquín Coldwell, quien fue designado secretario de Energía en el nuevo gabinete presidencial.


Este miércoles 23 se oficializó que Yunes Landa será delegado del CEN del PRI en el estado de Baja California Norte, donde en julio próximo serán electos gobernador, diputados locales y se renovarán los cinco ayuntamientos del estado.

Anteayer, en Mexicali, el dirigente priista César Camacho Quiroz le tomó la protesta al senador veracruzano, quien agradeció la confianza del Comité Ejecutivo Nacional del PRI al encomendarle esa labor y refrendó que seguirá cumpliendo su trabajo como representante popular de Veracruz y presidente de la Comisión de Protección Civil en el Senado. “Mi tarea como delegado en Baja California la desarrollaré los fines de semana, pues es una encomienda partidista”, comentó.

Este encargo de la dirigencia nacional de su partido obviamente interrumpirá por lo menos hasta julio de este año el intenso activismo que venía desplegando por toda la entidad veracruzana, el cual resultaba incómodo para el gobernador Javier Duarte de Ochoa y los duartistas con aspiraciones propias que lo veían como una precampaña muy anticipada por la sucesión gubernamental de 2016.


Es más, Héctor Yunes ya tenía programada para el sábado 16 de febrero entrante la comida anual de su agrupación Alianza Generacional, la cual tuvo que posponerla un par de veces: el 8 de diciembre pasado y luego este 26 enero porque el gobernador Duarte no podía asistir por otros compromisos.

Por ello ha despertado suspicacias que Yunes Landa haya sido enviado como delegado del CEN del PRI al estado fronterizo cuando en Veracruz están por elegirse también diputados locales y 212 presidentes municipales cuyas administraciones durarán cuatro años a partir de esta elección. El resultado del PRI en estos comicios seguramente incidirá en la siguiente sucesión gubernamental.

Sin embargo, quienes han conversado con él, afirman que Yunes Landa se muestra muy entusiasmado por la encomienda recibida aunque sabe que es un reto de doble filo: si el PRI recupera la gubernatura y gana la mayoría del Congreso local y las alcaldías será un mérito que podría abonar a favor de sus aspiraciones por suceder a Duarte de Ochoa en tres años más. Pero si el partido tricolor es vencido, entonces retornará con el pesado estigma de perdedor.


El panorama no pinta fácil para el Revolucionario Institucional, aunque en las elecciones federales de julio de 2012 el presidente Enrique Peña salió triunfador en esa entidad. Y es que más que la relativa fuerza de la oposición, la verdadera amenaza está al interior del PRI por la enconada rivalidad que existe entre los dos aspirantes priistas punteros: el empresario Jorge Hank Rhon, ligado al Grupo Atlacomulco que apadrinó al presidente Peña, y el diputado federal Fernando Castro Trenti, de la cuadra de Manlio Fabio Beltrones, amigo de Héctor Yunes.

En Baja California es público y notorio que los compadres, antes inseparables, ahora no pueden ni verse. Unos dicen que es por cuestión de algunos dineros que quedaron bailando de la pasada campaña de Hank Rhon por la gubernatura, y otros que porque Castro Trenti le está peleando la candidatura a quien fuera su benefactor, dueño de los casinos Caliente y del equipo campeón de futbol “Xolos”.

Por eso no fue casual que en su discurso de toma de protesta como delegado del CEN del PRI, Yunes Landa haya remarcado que el PRI es un partido vivo y renovado, “uno que sabe que gobernar es escuchar; que ha acumulado las experiencias de sus aciertos y aprendido las lecciones de sus errores; un partido de entusiastas que saben que refundar a la República requiere, primero, refundar a la política”.


“El México del siglo XXI, el que nació el pasado primero de diciembre, es el que entiende que pactar es signo de responsabilidad, no de debilidad; el que se abre a las expresiones de la pluralidad; el que construye el consenso desde la divergencia”, agregó.

El senador veracruzano dijo también que como priista tiene un compromiso con el partido y con los vientos de renovación y el impulso reformador que ha imprimido el presidente Peña Nieto.

“Tengo una certeza: no habrá lugar en el país a donde no llegue la fuerza de esta nueva convicción política. Comenzaremos en un lugar simbólico: Baja California, que será el primer gobierno estatal priista electo bajo esta nueva era de grandeza nacional”, expresó.


Dijo estar convencido que los bajacalifornianos votarán por los candidatos del Revolucionario Institucional, tal como lo hicieron en 2010 cuando el PRI ganó las cinco alcaldías y la mayoría del Congreso.

“También Baja California merece dejar atrás la oscuridad. El reloj del cambio no se detiene y Baja California no puede esperar más”, concluyó Yunes Landa, quien fue enviado a un estado muy emblemático para el priismo nacional, pues ahí entregó el ex presidente Carlos Salinas de Gortari en 1989 la primera gubernatura al PAN, y ahí, en Tijuana, fue asesinado en marzo de 1994 el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, quien como dirigente nacional del partido tricolor tuvo que apechugar la primera “concertacesión” del salinismo con el partido blanquiazul que en el 2000 terminaría por sacar al PRI de Los Pinos.

Por cierto, un amigo muy cercano de Yunes Landa, el ex senador Manuel Ramos Gurrión, fue delegado también del CEN del PRI en Baja California, cuando Ernesto Ruffo, del PAN, ganó la gubernatura a la priista Margarita Ortega Villa.


MANZUR Y ANDRADE

Ardua tarea traen a cuestas dos políticos veracruzanos priistas: se trata del alcalde de Boca del Río, Salvador Manzur, y del presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Eduardo Andrade Sánchez.

Ambos fueron designados por el CEN del PRI como vicecoordinadores de la 21 Asamblea Nacional de ese partido que se llevará a cabo del 1 al 3 de marzo.


Junto con la secretaria general Ivonne Ortega, los políticos veracruzanos tendrán la responsabilidad de integrar las propuestas para reformar los estatutos del PRI, cambios que les permitiría impulsar las reformas energéticas y hacendarias.

Y es que actualmente los documentos que rigen al partido tricolor dan prioridad a la rectoría del Estado sobre el petróleo.

Las designaciones de Manzur y Andrade se han tomado como un espaldarazo del Comité Ejecutivo Nacional del PRI al gobernador Javier Duarte, pues ambos son cercanos a quien manda en Veracruz.