El número abrumador me sorprendió ayer en un periódico: 83% de mexicanos, según una encuesta, están en contra de la resolución de la Suprema Corte que liberó a Florence Cassez.

Y leo, escucho y veo a muchas personas no enojadas, ¡encabronadas!, y tienen razón. Pero no creo que estén enojadas por el fallo de los ministros. Es algo más profundo, estén conscientes de ello o no: están —y estamos— enojados porque el resultado de ayer —muy mediático, que escaló hasta de conflicto internacional— realmente nos habla de un sistema de justicia podrido en México y de la impunidad.

El caso de Florence Cassez (quien salió del penal de Tepepan sólo con algunos muñecos de peluche, el resto de sus pertenencias las dejó o las regaló) es además paradigmático en más cosas: se suma la indignación de que no ha habido castigo alguno —vaya, yo diría que hasta ha habido premio— para los responsables de que esta mujer que estuvo presa siete años saliera sin que sepamos nunca si es culpable o inocente de secuestrar personas, sin que eso fuera discutido.


Entonces, en lugar de enojarse con Olga Sánchez Cordero, Arturo Zaldívar o —¿sorpresa?— el nuevo ministro Alfredo Ortiz Mena, creo que deberíamos voltear hacia otro lado. Como a Florida, Estados Unidos, donde sabemos que viven tranquilamente, sin que nadie les reclame nada, personajes como Genaro García Luna, quien hizo ese y otros montajes que derivaron, en parte, en la liberación de Cassez.

Leo a mucha gente dolida porque Cassez, “la francesa” (y se dice con cierto rasgo de xenofobia), salió sólo por su nacionalidad y porque tuvo mucho dinero para lograrlo. Y tienen, en parte, razón. De este caso sabemos por los involucrados, por lo mediático, pero ¿a cuánta gente presa le violaron su derecho al debido proceso? No tengo cifras, pero decir miles no creo que sea exageración. ¿Todos pueden llegar hasta la SCJN? No, no todos. ¿Depende del dinero? En parte, sí. O de que una organización de defensa de derechos humanos impulse el caso hasta allá como ha sucedido con al menos ocho casos que durante el pasado sexenio defendió, por ejemplo, el Centro Pro de Derechos Humanos.

El caso Cassez también nos pone un espejo: hay personas que más allá de plantear siquiera la posibilidad de que fuera inocente o si se le respetaron sus derechos, quieren más que justicia, revancha. Quieren que alguien pague por los muchos agravios del país, incluso que sufra. “Que se pudra en esta cárcel y no en una francesa donde la tratarán bien”, leí muchas veces cuando en el sexenio pasado se planteó que pagara su pena en Francia. Como si fuera motivo de un poco de orgullo la mala situación de las cárceles de nuestro país.


Estamos enojados, encabronados. Muy. Y debemos estarlo porque en este país 11 millones de delitos se cometen pero sólo son denunciados un millón, y escasos 170 mil reciben sentencia: sólo 0.1%. Son cifras del libro Seguridad y justicia, de Alejandro Gertz Manero. Pero al mismo tiempo, cómo no ser sensible a las palabras de Ezequiel Elizalde, víctima de secuestro y que dice: “Somos una porquería de país”, y pregunta: “¿Ahora vamos a tener que andar armados como el pueblo de Guerrero? ¿Dónde quedan nuestros derechos como víctimas?”.

Sí, pero de todo eso no son culpables los ministros de la SCJN, que sólo fallaron sobre un amparo, y no es su papel perseguir delitos sin sancionar autoridades. Y dejar a alguien en la cárcel sin importar que sus derechos humanos fueron violados, sólo nos rebajaría como país al nivel de los delincuentes (que son eso: delincuentes, sólo el Estado viola derechos humanos).

Bien lo dijo Miguel Carbonell: Florence se fue a Francia, fue recibida como heroína, ¡incluso dice mmm… que ahora desde allá trabajará por víctimas en México!, pero nosotros nos quedamos en el país. Y aquí todos estamos expuestos, queda clarísimo, a un sistema judicial mediocre y sin tanto apuro, corrupto. Todos. La pregunta es: ¿y qué vamos a hacer con esto?



Sobre Genaro García Luna, ayer los senadores perredistas, en voz de su coordinador Miguel Barbosa, anunciaron que andan deshojando la margarita para decidir si presentan o no denuncia penal en contra del ex secretario de Seguridad Pública, por todo lo sucedido con el expediente Cassez.

Ya se habían tardado, la verdad. Recordemos que en octubre de 2011, los entonces diputados perredistas Leticia Quezada, Alejandro Encinas y Teresa Reyes Sahagún presentaron en San Lázaro una solicitud de juicio político en contra del ex funcionario, por “las violaciones graves y sistemáticas a las garantías individuales o sociales…”, misma que no prosperó. Ayer el diputado Silvano Aureoles declaró que podrían presentar una nueva petición.



Una respuesta sobre qué hacemos después de Cassez vino ayer de parte del Presidente. De las declaraciones que también dio el procurador Jesús Murillo Karam.

Peña Nieto dijo que había dado ya instrucciones claras a la secretaria de Gobernación y a la PGR para que todas y cada una de las acciones de la policía y el MP se hagan con "estricto apego a derecho". Y eso incluye, claro, el respeto a los derechos humanos.

Todo para evitar que un caso como el de Cassez vuelva a suceder.


Murillo Karam también opinó de inmediato: "Es inaplazable tomar las acciones indispensables para acelerar la implementación, a la brevedad posible, del nuevo Sistema Penal Acusatorio que señala la Constitución... así como la revisión exhaustiva de las técnicas de investigación sobre el delito".

Y más: "La forma más fácil de que la procuraduría y la policía federal funcionen es cuanto tienen la confianza de la ciudadanía. Ganar la confianza de la ciudadanía es la tarea".

Confianza que hoy, no tienen.


Dice Murillo que harán un "análisis profundo y serio" para ver si hay autoridades relacionadas con esta investigación que pudieron haber cometido un delito. ¿Lograrán inquietar la tranquilidad de García Luna en Miami?


Para no llorar de tristeza por ver a una institución deshacerse a sí misma, yo mejor propongo que con el IFAI hagamos una telenovela.

Señores productores de la tele (García Luna abstenerse, por favor): tienen todo para hacer una gran historia. Tienen al consejero perezoso, que piensa que su trabajo es nimio, y que sueña con ser un aristócrata inglés; al consejero ardido o patriota que denuncia todo esto, inmolándose a sí mismo; la consejera que destina tiempo a investigar a sus pares y que para negar que sí tuvo que ver con las peticiones de información que sí fueron hechas de su computadora nos informa que... ¡fue hackeada!


Gran trama.


No cabe duda que a veces --ojo solamente a veces-- los mexicanos nos damos de topes tratando de entender las resoluciones jurídicas y electorales que toman nuestras autoridades.


Esta semana, los consejeros electorales tomaron una de las decisiones postelectorales más esperadas de esta temporada de invierno.

Discutieron el importe utilizado en la compra y uso de tarjetas MONEX.

Luego de que se registrara un empate en las votaciones de los consejeros ciudadanos, para saber si se multaba o no al PRI, entró al quite el consejero Sergio García Ramírez, quien se había disculpado por su cercanía con el tricolor, ah, no....¡perdón! Aunque sí fue secretario general del PRI... más bien se había disculpado por su cercanía con dueños de las compañías que dieron las famosas tarjetas MONEX. Y que cree: pues que desempató: a favor del PRI. Bien raro.


Pero no sólo en el IFE se discutió este controvertido caso. Al menos, en su primera comparecencia, al ex diputado del AMLO y ---parajodas de la vida-- hoy titular de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, más conocida como la Condusef, no le fue nada bien.

Él sabe de estas cosas, y posiblemente cuando era legislador, apenas la legislatura pasada, vivió en carne propia los reclamos hacia los funcionarios. Ahora él, que ya está del otro lado de la curul, sabe lo gacho que se siente que le griten "tapadera" "palero del PRI", como le gritaron.

O le hacemos caso al sospechosista Gustavo Madero, quien consideró que la liberación de Florence Cassez fue una especie de cortina de humo para distraer la atención pública sobre la decisión del IFE sobre el caso Monex.


¡Ay, no sé por qué justo al momento de teclear esto, recordé la fantástica historia de los tres pescadores mexicanos que naufragaron en 2006, sobrevivieron y fueron rescatados en aguas australianas! Justo cuando estaba toda la tensión política-electoral por los resultados de las elecciones presidenciales.

Total, que ahora, la Unidad de Fiscalización del IFE determinó que será el SAT, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores y la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda (dependencia encabezada por Luis Videgaray, ex coordinador de la campaña presidencial priísta), quienes realizarán las investigaciones pertinentes.

¡Bravo! Será la prueba de fuego que necesitaba Alberto Bazbaz para legitimarse!


Si no pudo encontrar el cuerpo de una menor desaparecida en su propia casa, ¿podrá ser capaz de investigar la presunta triangulación de recursos financieros a una campaña que involucran a su actual jefe? (música de suspenso)


Si usted está de paseo -o vive-en el DF y está por Paseo de la Reforma, le recomiendo que este viernes se dé una vueltecita por el Paseo de la Reforma, y ahí frente al Zoológico de Chapultepec, visite la estatua de Heydar Aliyev, ex presidente de Azerbaiyán, que fue colocada durante el gobierno de Marcelo Ebrard.

¿La razón? Pues que son los últimos días en que estará en ese sitio. Ayer, el Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera anunció que a más tardar el domingo próximo, la controvertida escultura deberá ser removida de ese sitio. La gran pregunta será. ¿Dónde la colocarán ahora?



La tarde--noche del pasado miércoles, el diario español El País alertó a que en la edición impresa del jueves, tendrían una súper mega exclusiva: una foto del presidente venezolano Hugo Chávez, durante su tratamiento médico al que se somete en Cuba.

La foto fue colocada en el portal de internet, hora de México, y en la portada impresa, hora de España.


En pocos minutos, la noticia fue desmentida. Era una foto falsa.
Pero eso no es todo.

Esta nota nos atañe como mexicanos. Sucede que la imagen fue tomada de un video del doctor Marino Medina, que utiliza para dar cursos sobre medicina. El hombre fotografiado, con lo que parece ser un respirador, en coma, fue uno de sus pacientes.

Fue Tommasso Debenedetti, periodista italiano quien le vio el parecido y vendió la foto como verídica.


En lo que aparece pública y físicamente Chávez, su gobierno -vía el Ministerio de Comunicaciones--anunció que tomará acciones legales contra el periódico español....lo van a demandar.


Ella lo dijo:


-Desde la Secretaría de Turismo el interés que tenemos en Francia es el de poder generar mayor flujo turístico y estamos trabajando en ello: Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Turismo. ¡Bien! Que desde París organicen tours en el DF, que incluyan rigurosa visita al penal femenil de Tepepan, donde estuvo recluida Florence Cassez.