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Columnas y artículos de opinión
Prosa Aprisa
Panistas, “llegaron sólo a robar”
Arturo Reyes Isidoro
1 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
Por más que hago memoria, por más que le doy vueltas al asunto, no recuerdo, no encuentro nada relevante, qué destacar, que hayan hecho los panistas en el estado mientras su partido estuvo en la presidencia de la república.

Si bien perdieron el poder en julio pasado y lo entregaron en diciembre, en la entidad, de hecho, su gris gestión acaba de concluir esta semana, o por lo menos así lo considero, cuando tuvieron que entregar la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), la más emblemática representación de las dependencias federales en la entidad por el manejo de los programas de asistencia social que tienen que ver con amplios sectores de la población, a los que a cambio de beneficiarlos se les cobra una cuota en especie, su voto, que ayuda a sostener al gobierno en turno, anteayer el del PRI, ayer el del PAN y hoy nuevamente el del PRI.

Nadie mejor que un panista ha resumido la actuación del panismo en Veracruz durante 12 años, los de Fox y los de Calderón.


El 10 de enero pasado, Francisco Ávila Camberos, quien fue una verdadera excepción por su actuación como presidente municipal del puerto de Veracruz, lamentó lo que sucede en las filas blanquiazules, cuando, afirmó, grupos de poder llegaron sólo para enriquecerse.

Luego de que declaró que está asqueado de su propio partido, cuando hay ahora diputados federales “folclóricos” (es de imaginar que se refería a Rafael Acosta Croda, a quien en el puerto conocen como “El loco” o como Acosta “Cruda” por el espectáculo que brindó en completo estado de ebriedad en el informe de la alcaldesa Carolina Gudiño Corro), fue severo y contundente: “Desde hace años advertimos que esto iba a pasar dentro del PAN, cuando hay corrupción y problemas que no se intentaron corregir cuando los propios panistas lo propiciaron , como aquellos que salieron inmensamente ricos con sus cargos”.

No paró. Soltó todo lo que guardaba mientras veía cómo su partido y las posiciones de su partido se convertían en un verdadero botín, muy lejos de lo que habían prometido cuando llegaron al poder, de que serían el paraíso en la tierra: de la honestidad, de la transparencia, de la ética, del servicio público ejemplar.


“No hablo de nombres pero a quien le caiga el saco que se lo ponga, pero quien vuelva a llegar que llegue a servir y no a robar”. ¡Zas!

Ávila Camberos, un ejemplar alcalde, trabajador, respetuoso, institucional, honesto (me tocó ver de cerca su actuación porque contemporizó con el gobernador priista Miguel Alemán Velasco en cuya administración estaba yo en el área de prensa), no habla a toro pasado. Si se recuerda, en 2007 presentó diversas denuncias ante la Auditoría Superior de la Federación en contra de José Ramón Gutiérrez de Velasco, de su propio partido, al que acusó de crecimiento sospechoso e inaudito de su fortuna personal tras su paso por la alcaldía jarocha. Nunca lo bajó ni lo baja de corrupto.

Entrevistado en el aeropuerto Heriberto Jara aquel 10 de enero, el ex alcalde y ex diputado federal de origen coatepecano fue directo: afirmó que los panistas llegaron al poder “con una mano adelante y otra atrás y salieron ricos”; que muchos hasta metieron a trabajar a los empleados de sus empresas para no pagarles (creo que quiso decir más bien que cobraban en las nóminas oficiales pero trabajan en sus empresas particulares).


Habló de corrupción, de robo, de mala administración, de que saquearon y hasta aviones tienen ahora, y se dijo “asqueado” del panismo hoy día.

Todo eso no lo expresó un priista o un perredista. Lo mencionó un panista y es la fecha en que nadie, absolutamente nadie de su partido ha salido a responderle, a aclararle, a decirle que es mentira. La respuesta ha sido el silencio.

No le falta razón en sus señalamientos. Poco a poco se están yendo los delegados federales panistas. Se van ricos, inmensamente ricos. Residencias, vehículos de lujo, ranchos, abultadas cuentas bancarias, negocios, concesiones, notarías, placas de taxi ostentan ahora como botín de guerra… política.


No fueron más que unos presupuestívoros, que iban y fueron por el dinero. Cuando concluyó el mandato de su jefe Felipe Calderón en noviembre pasado, en lugar de renunciar de inmediato en congruencia con su filiación partidista, se mantuvieron esperando que les dieran la patada por atrás mientras seguían cobrando. Sólo hubo una excepción: Agustín Basilio de la Vega, de la SCT, lo que lo honra.

Pero, ¿qué hicieron de bueno por y para Veracruz?, ¿para sus representados?, ¿para los veracruzanos que confiaron en ellos?

Los legisladores panistas pudieron haberle pedido al presidente Calderón, de su partido, que bajara las tarifas de luz, con lo que le hubieran quitado la bandera a Fidel Herrera Beltrán; pudieron haber gestionado para que de una vez por todas pavimentaran la autopista de Tinajas a Coatzacoalcos; pudieron haber conseguido que se concluyera la autopista Cardel-Poza Rica-Tuxpan; que se construyera la Tuxpan-Tampico, etc. Pero no. Estaban haciendo fortuna, para ellos y sus familias, sus amigos, sus compadres, sus socios, sus cómplices.


Hoy, se han ido del poder. Sin pena ni gloria. Tratando de juntar los despojos que quedan de su partido. Peleándose por las migajas que para ellos representan algún cargo partidista, alguna candidatura.

No se lo merecen gentes buenas, honestas, que creyeron en ellos, que trabajaron y siguen trabajando con honestidad personal por la causa como el propio Ávila Camberos, como Omar Miranda, como Martha Marañón.

Pese a la alianza que concretaron ayer con el PRD, quién sabe cuántos lustros habrán de pasar para que vuelvan al poder presidencial… y a las delegaciones federales. Es muy aventurado predecir, pero por como está haciendo las cosas Peña Nieto, me atrevo a pensar que será tal vez a finales del presente siglo, que ya no estaré para verlo.


Los del PRD que se impusieron ayer y concretaron la alianza deben estar orgullosos de su socio: cuántas virtudes lo adornan, tantas que uno de sus más distinguidos militantes se dice “asqueado” de él. Como dicen luego, que les haga buen provecho.

La alianza; sus consecuencias

Si se impone el sentido común y se escucha la voz de alerta y preocupación de directivos y consejeros priistas de Xalapa, que saben lo que dicen, la primera, o más bien, la segunda en sufrir las consecuencias de la alianza PRD-PAN será la aspirante a diputada local Corintia Cruz Oregón, quien no levanta en las encuestas. Temen que si se encapricha su partido en postularla, contribuirá, pero a la baja, con la candidatura de Américo Zúñiga Martínez: le restará votos. Por eso ha resurgido nuevamente, con fuerza, la idea de convencer al ex alcalde y ex diputado federal Ricardo Ahued Bardahuil que acepte contender como candidato a diputado local por el distrito urbano y que lo mismo acepte el ex alcalde David Velasco Chedraui por el distrito rural. Que se sepa, en esas andan. Pero, decía, la regidora será la segunda en sufrir las consecuencias. El primero ha sido el ex delegado federal de la Sedesol, Abel Cuevas Melo, quien ya andaba en precampaña, pues la candidatura a la alcaldía de la alianza será para el PRD. Pero hay, habrá más damnificados.