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Columnas y artículos de opinión
Reforma educativa
Luciano Blanco González
7 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
¿Corrupción Magisterial? (1)
 
 
En el afán de ser originales, cuando analizamos un problema generalizamos de tal manera que acostumbramos tomar el todo por las partes, lo particular por lo general, lo insubstancial por lo importante confundimos el árbol con el bosque, así enfocamos el problema educativo de México como un gran problema en crisis que requiere de una urgente reforma, cuando más que nada la nación está urgida de una revolución educativa de fondo, que ofrezca al país la oportunidad de crecer a mayor velocidad, a partir de una educación de calidad, como un medio sustentable para la superación individual y colectiva de los Mexicanos.
 
La reforma como está concebida, más que nada es una reforma burocrática, es un parche con tintes políticos de un sistema que pretende recuperar el control y la rectoría de la educación pública y privada, arrancándola de las manos sospechosas de los sindicatos magisteriales -principalmente del SNTE- que actualmente administran mediante complacientes contubernios con las autoridades del ramo, para substituir ese control por el manejo directo que le daría la burocracia oficial, con mandos apegados a reglamentos y normatividades que exigen y obligan a los hoy supuestamente consentidos maestros a la asistencia, puntualidad, capacitación y rendimiento profesional en su desempeño.
 
La reforma parece tener más por objeto desarraigar las practicas viciosas que se da en la selección de docentes, situación que mantiene paralizado el avance en el arte de enseñar, al presumir que la transmisión de las plazas por el sistema de herencia o de asignación amiguista es nocivo para la calidad académica que se desea, atribuyéndole a esta razón, ser la causa de que el carro de la educación, se encuentre atascado en un pantano pútrido y mal oliente
 
El derecho a heredar las plazas es común en el mundo laboral mexicano, los petroleros, los burócratas, los trabajadores de todos los gremios o políticos sueñan con dejar a sus hijos o a sus recomendados, en sus respectivos puestos. Se vive con la idea de que la chamba es un patrimonio familiar. Hasta El presidente de la Republica, los gobernadores, los presidentes municipales todos sueñan, o soñamos con dejar instalado al sucesor en nuestro puesto no importa si es bueno o malo, al fin, que los hay peores.
 
Para lograr el objetivo, de analizar la reforma, debemos de hacerlo con una actitud cordial y amigable, los maestros no son nuestros enemigos, no son nuestros adversarios, no pretendamos ver en cada maestro un aviador o un holgazán, no nos neguemos a nosotros mismos que somos su fruto, ya que la mayoría de las veces, cuando hablamos de los maestros perdemos de vista el fondo y nos extraviamos en generalidades absurdas, empeñados en señalar que en materia educativa todo está mal, que los sindicatos magisteriales se han corrompido, que los líderes venales llenaron las plazas de los docentes, de puros amigos, recomendados, familiares, de compadres, de queridas y de queridos y de compra plazas ignorantes, impreparados y torpes, sin ningún perfil académico y que han despojado a los verdaderos maestros, a los que se desvelaron, a los que se quebraron la cabeza, a los que sí estudiaron, del digno derecho de ejercer desde las aulas oficiales la honrosa profesión de enseñar.
 
Y en esta apreciación se señala por igual a las estructuras caducas y carcomidas del secretariado educativo y a sus mandos, de estar incoados ambos, por el virus letal de la decadencia, de la obsolescencia. Los jefes, secretarios, subsecretarios, directores, delegados, inspectores, como personajes improvisados, loterilleros, enquistados en esos puestos porque no había donde más colocarlos, jamás han dado clases, sin un compromiso real con la educación, y sus altos fines, que apenas mal pergeñan su nombre. Sin ninguna responsabilidad frente a la sociedad, genuflexos a sus superiores, soberbios con sus colaboradores, no saben lo que es un pizarrón y un gis de por vida, pero saben sonreír, engañar, agradar a quienes los mandan y mantener arrinconados en los desvencijados escritorios, a nuestros valiosos investigadores y científicos, pedagogos de la educación que nunca aprendieron el arte de simular, de reptar o de lisonjear.
 
Estas verdades a medias forman parte del catálogo general de los diálogos cotidianos, corregidos y aumentados por la Vox pópuli que no siempre tiene la razón, la realidad es que estos problemas de nuestra educación en crisis, para entenderlos, tenemos que diseccionarlos por salón, por escuela, por sector y por estado, o sea por maestros, directores, inspectores, delegados, el secretario del ramo. Y desde luego por materias.
 
Todos conocemos escuelas primarias, secundarias y de bachilleres, en nuestro estado, que se caracterizan por su dedicación y disciplina, cuyo alto rendimiento es admirable, por su elevado nivel de primera calidad educativa, no tan solo en Xalapa, sino que estos prototipos existen de norte a sur. Sabemos de la capacidad y el ahínco que las autoridades y sus profesores de esas escuelas ponen en cada uno de sus alumnos y también son del SNTE y también son de la SEV Lo que quiere decir que no todo está mal. Y sabemos de su existencia por experiencia propia, como también podemos afirmar que en cada comunidad los padres saben y recomiendan determinadas escuelas, por eso las hay algunas rebosantes de alumnos y otras semivacías con plazas sobradas de maestros.
 
Claro, en esta apreciación superficial, tenemos que reconocer que no es lo mismo el rendimiento en una escuela con alumnos de la clase media, con el de otra escuela ubicada en una colonia marginada donde concurren niños desnutridos, anémicos, enfermos, explotados, mal ejemplados sin mínimo acceso a la modernidad. Como también es cierto que nuestra patria con decenas de lenguas indígenas y culturas autóctonas diferentes al modelo nacional educativo, globalizador y anglo hispanisante, por lo que no se puede uniformar el rasero evaluador, ante niños y jóvenes de distintas clases sociales, con distinta concepción de sí mismo, del país y del universo.
 
Cuando hablamos de nivel, nos referimos al estándar de los obsoletos planes de estudio, que actualmente se desarrollan en las instituciones de enseñanza, con métodos y sistemas que corresponden a épocas pasadas y no a la actual, ni los niños, ni los jóvenes, ni nadie, necesita estar enclaustrado para investigar o aprender. El conocimiento por medios virtuales es lo que nos debe de interesar en todo el país, bajo guías entusiastas muy actualizados y disciplinados comprometidos con la educación.
 
Esto último debe de ser la esencia de la reforma, no la insana politiquería, que la misoginia nacional, ha enfocado sobre este sector, por considerar a su máxima líder en el país, como una mujer ambiciosa, corrupta, cuyas actitudes y prepotencia insultan y deshonran a una clase pensante y creativa que diariamente con su quehacer forma y engrandece a la niñez y a la juventud y en general a toda la sociedad que se cree, se siente y se sueña libre y democrática, contraría a toda forma de autoritarismo y de imposición, que la señora Elba Esther ostenta y presume en todas las latitudes de la patria, para cuya satisfacción de su egocentria, los poderosos, los que reparten, los que dan, le crearon su propio partido político para que tuviera un juguete más, en que distraer a los maestros que si son ambiciosos, que al no atender las aulas, tienen mucho tiempo para cultivar sus vanidades, jugándole al político.
 
Pero en el SNTE de Veracruz…