Hace diez días estuvo en el puerto de Veracruz el ex gobernador Miguel Alemán Velasco.

 

El ex mandatario veracruzano vino acompañado de un entrañable amigo: del Arzobispo Primado de México, el cardenal Norberto Rivera Carrera.

 

Aunque ambos tenían una invitación muy especial para asistir a la fiesta de la virgen de La Candelaria, en Tlacotalpan, el ex gobernador y el cardenal decidieron descansar el fin de semana en el puerto jarocho.

 

Ni uno ni otro se dejó ver públicamente. Tampoco buscaron la compañía de las máximas autoridades del estado.

 

En cambio, el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán apareció unos días después –primero el jueves 7 en la Casa de Gobierno y luego el domingo 10 en el desfile matutino del carnaval porteño–, por lo que su presencia desató todo tipo de elucubraciones, algunas verosímiles y otras de plano descabelladas.

 

Lo cierto es que el cuenqueño parece no gozar más del mismo carisma y popularidad que irradiaba cuando estaba en la cumbre “del pinche poder”.

 

Su imprudente afán de hacerle sombra a su sucesor no ha caído bien entre algunos miembros del gabinete duartista y tampoco entre los propios líderes del PRI, con excepción de la alta burocracia del Comité Directivo Estatal del partido tricolor.

 

A Herrera Beltrán se le sigue recordando con simpatía por su estilo populista de ejercer el poder, pero entre algunos influyentes sectores sociales –sobre todo el de los constructores y proveedores del gobierno del estado– aún se le recrimina el desastre financiero que dejó y su consentimiento a las bandas criminales que al gobernador Javier Duarte y a las fuerzas federales les ha representado un alto costo económico y político combatir.

 

De ahí que a los priistas más les valiera ponderar qué tanto les puede abonar o restar que Fidel Herrera siga fotografiándose al lado del gobernador Duarte de Ochoa, pues a partir de la reaparición del ex mandatario en la Casa Veracruz se han maquinado elucubraciones de todo tipo: que viene a operar la selección de candidatos y las campañas del PRI; que será diputado local plurinominal para enfrentar a su archienemigo Miguel Ángel Yunes Linares, quien sería postulado por el PAN; y, entre otras muchas más, que ya hasta se reunió supuestamente en un departamento de Boca del Río con la maestra Elba Esther Gordillo para acordar las candidaturas que le cederían al Partido Nueva Alianza, como si a la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) le preocuparan más algunas alcaldías o diputaciones aldeanas que las embestidas del gobierno federal y de organizaciones civiles como la de “Mexicanos Primero” que a través de la recién aprobada reforma educativa buscan minar su monárquico poder sindical, intocable desde hace cuatro sexenios.

 

 

De los 212 municipios del estado, el de Xalapa es el único donde los líderes reales y formales del PRI siempre han tenido claro quién debe ser el candidato a la presidencia municipal.

 

Tan es así que a diferencia de otras regiones, los priistas xalapeños no se han hecho bolas.

 

El abanderado a la alcaldía capitalina será el diputado local Américo Zúñiga Martínez, a quien el gobernador Javier Duarte de Ochoa suele definir en privado como “un joven político limpio, honesto y capaz, sin cola que le pisen…”

 

Obviamente no faltan los detractores del ex secretario de Trabajo del estado que buscan intrigarlo sembrando la duda de si podrá ganar la elección al candidato que postule la “Gran Alianza Por Ti” del PAN y PRD.

 

Pero en la sucesión estatal de 2010, que fue una elección también muy competida, Américo ya demostró que sí puede hacerlo.

 

Ahora lo puede lograr con mucha más razón, ya que se le siguen acomodando las circunstancias favorablemente, pues el priismo xalapeño ha encontrado una fórmula triunfadora para la elección de julio próximo: nominar a los tres priistas que puntean en las encuestas para contender por la alcaldía y las dos diputaciones locales.

 

Así, pues, Américo Zúñiga será postulado a la presidencia municipal, mientras que los ex alcaldes Ricardo Ahued y David Velasco Chedraui harán campaña en los distritos electorales de Xalapa Urbano y Xalapa Rural, respectivamente.

 

 

El próximo viernes 15, a las 12 horas, un magistrado supernumerario del Tribunal Superior Agrario (TSA) dará cumplimiento al amparo 804/2012 del Juzgado Sexto de Distrito del Séptimo Circuito con residencia en Boca del Río, por el que la justicia de la Unión ampara y protege a José Lima Cobos para que continúe fungiendo como magistrado numerario agrario en el distrito número 40 con sede en San Andrés Tuxtla, impartiendo justicia agraria a los municipios que comprenden toda la Cuenca del Papaloapan y el sureste veracruzano, hasta los límites con el estado de Tabasco.

 

Si bien es verdad que un magistrado supernumerario del TSA estuvo supliendo interinamente al magistrado Lima Cobos, no menos cierto es que sólo cubría quince días y retornaba a la ciudad de México, por lo que muchos asuntos quedaron pendientes de afrontarse y resolverse.

 

Este retraso en la impartición de la justicia agraria fue originado en buena parte por la irresponsabilidad del ex presidente Felipe Calderón, apoyado por la actitud complaciente del Senado de la República que persistió en la ilegalidad y violación a los derechos del magistrado suspendido.