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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Aliancista santurrón
Raymundo Jiménez
14 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
Principal promotor de la alianza electoral PAN-PRD en Veracruz, el ex gobernador panista de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez, se jacta haber tratado cara a cara con el Papa Benedicto XVI al menos 11 veces.

“Dos veces lo vi en El Vaticano y nueve en Guanajuato”, recuerda con orgullo Oliva, quien precisamente se separó de la gubernatura después de la visita papal para asumir la operación electoral del CEN del PAN en la campaña presidencial de Josefina Vázquez Mota.

Y es que Oliva se atribuye haber gestionado que el Pontífice visitara su entidad en la visita que tenía programada realizar a México en marzo de 2012.


En entrevista con un diario capitalino, el ex mandatario confiesa que el “mejor recuerdo” que guarda de la visita de Joseph Ratzinger fue la escena en que su hija Paulina de Jesús, entonces de 14 años de edad, obsequió en Silao un solideo al Papa y éste “se quitó el que tenía para ponerse el que le acercaba mi hija”.

Además dice que en el Vaticano, acompañado del arzobispo José Guadalupe Martín Rábago, tuvo dos veces la oportunidad de saludar a Benedicto XVI: la primera, en una ceremonia del palio arzobispal, y, después, al entregar al Papa un nacimiento hecho por artesanos de Guanajuato.

Según el ex gobernador, los más cercanos colaboradores del Papa se interesaron en su entidad por concentrar uno de los más altos porcentajes de católicos de toda la República Mexicana, amén de que ningún Pontífice había visitado el estado.


Identificado como un ferviente católico, defensor e impulsor de las reformas constitucionales en materia de culto religioso y asistente fiel a misas y peregrinaciones, Oliva –cuyo seudónimo en la organización ultraderechista del Yunque es el de “Eugenio Passelli, Pío XII”, quien fue Papa de 1939 a 1958 durante la Segunda Guerra Mundial, en la que alcanzó el concordato con la Alemania de Adolfo Hitler– decidió echar la casa por la ventana en marzo de 2012 durante la estancia de tres días de Benedicto XVI, cuya visita calificó como “una cita histórica con el destino”.

“Es una cita que nosotros buscamos… Nunca antes Guanajuato había tenido una visita que le diera tal dimensión ante los ojos del mundo”, expresó el entonces gobernador en una conferencia de prensa previa a la llegada del Obispo de Roma a suelo mexicano.

Ante los medios de comunicación, Oliva dijo que Guanajuato “está listo… será un digno y orgulloso anfitrión”. Y no mintió, pues una semana antes del viaje del Pontífice, el secretario de Gobierno de la administración estatal panista reconoció que “la visita papal implicó la disposición de 35 millones de pesos del erario, costo del despliegue de seguridad, protección civil y del cerco sanitario”.


A Benedicto XVI también le esperaba un nuevo sistema de iluminación para el Santuario Votivo de Cristo Rey de la Montaña, en el cerro del Cubilete, sistema denominado Luz del Universo.

Pocos días antes del arribo del Papa, diversos medios publicaron que, en total, el gobierno estatal y los municipios inmiscuidos en su visita gastarían 126.5 millones de pesos en organización, obras, logística e infraestructura. Tan sólo en la pura explanada del Parque Bicentenario, donde el Papa ofició la misa masiva, se destinaron 75 millones de pesos.

Gracias a este y otros despilfarros y malos manejos de su administración, Oliva hizo el “milagro”, en los cinco años que gobernó, que la deuda pública de Guanajuato creciera 287 por ciento, al pasar de mil 972 millones de pesos a siete mil 632 millones de pesos.


Para dimensionar el peso del endeudamiento, hasta el año pasado éste representaba el 45.3 por ciento de las participaciones federales y el 41 por ciento de los ingresos totales del gobierno estatal, es decir, casi la mitad la debe.

Al inicio de la administración de Oliva el peso de la deuda representaba la tercera parte del actual, pues era del 16.1 por ciento de las participaciones que anualmente da a la entidad la Federación.

Sobre los acreedores del estado, la Secretaría de Finanzas de Guanajuato reporta que la mayor parte, el 85.15 por ciento, son instituciones de la banca comercial: Banco del Bajío, BBV-Bancomer, Banamex, Scotiabank y HSBC, a los que debía seis mil 499 millones de pesos. Para pagarles acordó un plazo que vence hasta el año 2027, con lo que están comprometidos ya los próximos tres gobiernos y al menos la próxima generación de guanajuatenses.


Sólo el 14.85 por ciento restante de la deuda, mil 133 millones de pesos, se lo debía a Banobras.

A pesar de que el ex gobernador Oliva triplicó la deuda en los cinco años de su sexenio, Guanajuato es la entidad que más migrantes expulsa a Estados Unidos: según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2010 se fueron de la entidad 118 mil 800 personas, 10.8 por ciento del total de migrantes que abandonaron el país para buscar una mejor vida.

En rezago educativo Guanajuato se sitúa en quinto lugar, con un millón 838 mil 463 personas que, según el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), son analfabetas.


En cuanto a los índices de pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el estado tiene a más de la mitad de su población en calidad de pobreza patrimonial. Es decir, de cuatro millones 893 mil 812 habitantes, el 51.6 por ciento (2 millones 567 mil personas) no tiene acceso a la vivienda.

El INEGI también ubica a Guanajuato en el séptimo lugar de desempleo a nivel nacional, con 2 millones 34 mil 449 personas sin empleo formal ni acceso a la seguridad social.

Ah, pero eso sí, ahora que Benedicto XVI renunció al pontificado, Oliva afirmó que se “trata de la decisión valiente y objetiva de un hombre que en su momento vino y conquistó el alma y los corazones de Guanajuato”. Y no sólo eso, sino que ha tenido el atrevimiento de afirmar que “cuando salió de Guanajuato tomó esta decisión que es valiente, al reconocer que el tema de la edad ya no le permite realizar con fuerza y vitalidad las tareas que el Papado requiere. Benedicto XVI se ha destacado por su congruencia en todos los temas, los escabrosos y los de la fe”.


Congruencia de la que Oliva carece. ¿O con qué cara va a venir el santurrón guanajuatense a impulsar las campañas de la alianza PAN-PRD en Veracruz?