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Columnas y artículos de opinión
A consultar que algo queda
Uriel Flores Aguayo
22 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
Soy un convencido de la indispensable consulta ciudadana desde los diferentes niveles de Gobierno para la aplicación de ciertas medidas públicas como planes y programas; es evidente que hay muchas materias en el servicio público que sencillamente se aplican. El déficit democrático de nuestras administraciones hacen más imperiosa a las consultas, pero también la búsqueda de eficacia y la insustituible participación ciudadana; muchas medidas y propuestas de las autoridades simplemente han fracasado por la ausencia de consultas a los principales interesados. Por esas razones y por la urgencia en que se ha convertido la crisis de la vialidad y el transporte en Xalapa, convoqué a una consulta ciudadana sobre esa materia; sobre la marcha se adhirieron el Regidor del ramo en el Ayuntamiento local y algunas asociaciones civiles, sobresalientemente los jóvenes ciclistas; con los recursos propios de que disponemos se hizo una difusión regular, logrando cierta centralidad en los medios de comunicación, poniendo el acento en las fechas y en el tema; el día indicado se instalaron las 18 mesas receptoras programadas con resultados alentadores en cuanto a la participación y a las opiniones y propuestas de la gente, sin omitir las fuertes criticas dedicadas a las autoridades de todos los niveles.

Me interesa destacar algunos aspectos de la consulta referida, un poco de mis observaciones y aprendizaje al respecto: a pesar de que Xalapa es una ciudad de tamaño considerable la consulta se pudo realizar como un esfuerzo independiente, lo cual aclara que es perfectamente posible para las autoridades, con sus recursos, hacer algo mucho más amplio y definitivo; la consulta generó un relativo debate entre quienes la cuestionaban o la apoyaban, lo cual, también, amplificó sus efectos y su difusión. Se puede decir lo que sea, criticar sus intenciones pero es más que claro el tema que trató, con sus enfoques y derivaciones; nadie podrá objetar racionalmente las intenciones perfectamente normales de un ejercicio como ese; ahora no faltará quien piense que lo pudo haber hecho mejor, y así es, puede ser, el único problema es que no lo hicieron; a toro pasado se puede decir cualquier cosa.

Me dio mucho gusto ver a familias y ciudadanos en lo individual acercarse a preguntar sobre la consulta, externar sus opiniones y presentarse de manera abierta; su gesto implica, también, confianza en nosotros; detenerse en las cantidades de la participación, nada despreciable, por cierto, es mezquindad pura; hay otros rasgos de peso más sustanciales; la cuestión es responder sobre lo que sigue, sobre la incidencia de este ejercicio democrático, sobre la respuesta que darán las autoridades, que pueden minimizar la consulta o, positivamente, la pueden aprovechar para tomar en cuenta las opiniones de los ciudadanos. Digamos que la consulta cumplió con sus fines, que arrojó un resultado claro, que es un indicador de opiniones e informaciones actuales de los ciudadanos; fueron más de cuatro mil las participaciones, no se deben omitir por ningún motivo.


Afortunadamente la consulta no pasó de noche, antes y después de su realización, sobre todo posteriormente, despertó debate, opiniones en todos los sentidos; ha resultado tan importante que ocupa un buen lugar en la discusión publica de Xalapa, prácticamente todas las autoridades se han referido a ella. En ese sentido, la consulta ya fue importante, ya es un referente, lo que se haga de manera similar la tendrá como invariable antecedente; es un buen ejercicio, ejemplar, que logró abrirse camino contra viento y marea. Después de ella vendrán otras, tanto de transporte como de otras materias, ya se verá; pusimos el ejemplo, cumpliendo con nuestro deber. Prácticamente no he contestado las alusiones políticas hacia mí, por considerarlas corrientes, de bajo perfil y de mala fe; somos como el cuetero: si los cuetes truenan, nos chiflan y, si no, también; si hacemos algo estamos mal, si no lo hacemos, también. Es evidente que en el sistema estaban acostumbrados a que nada se moviera sin su permiso, de ahí su molestia y extrañeza; les cuesta trabajo digerir nuestra independencia; a todo le ven moros con tranchetes. Ni modo, lo siento, solo cumplo con un deber; estamos ante un problema que supera siglas partidistas, que no se debe postergar es una verdadera emergencia; ante eso, ni la inactividad ni las consignas, hay que trabajar, hacer algo, el que quiera o el que pueda.

En este contexto se presentó un plan de movilidad por el Ejecutivo Estatal, todavía muy general; bienvenido, todo lo que se haga para aliviar el caos vial de Xalapa, es poco; tal vez la única objeción es que no se nos convoque a los que estamos en esos temas desde la autoridad local o tenemos alguna representación popular, sería mejor, mucho mejor, tomarnos en cuenta. Igual es deseable que los planes no sean de coyuntura electoral, de esos que deslumbran por unos meses y luego se esfuman en el vacío.

Expreso mi agradecimiento a los participantes de la consulta, mis respetos para ellos; de igual manera para los que se unieron a la convocatoria y a los que la llevaron a cabo. De aquí en adelante ¡a consultar!.


Recadito: manden algo mejorcito a cuestionarme, pura morralla; es un honor que varios miserables me ataquen.

Xalapa, Veracruz., a 21 de Enero del 2013.

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