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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
El efecto Gordillo
Raymundo Jiménez
28 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
La sorpresiva aprehensión de la maestra Elba Esther Gordillo por presunto lavado de dinero y delincuencia organizada seguramente va a repercutir de diferente manera en el proceso electoral local de Veracruz.

Y es que el proceso penal que la Procuraduría General de la República (PGR) le ha iniciado a la lideresa nacional del SNTE le pega lo mismo a connotados operadores priistas como al recién resucitado ex gobernador Fidel Herrera Beltrán –quien durante su sexenio (2004-2010) siempre se ufanó de su “alianza inquebrantable” con el magisterio gordillista–, que a los actuales caudillos demócratas del PAN, verbigracia Miguel Ángel Yunes Linares, uno de los principales protegidos de la dirigente magisterial que ahora, sin rubor alguno, promueve una alianza electoral con el PRD en la entidad.

Yunes, quien por el madrinazgo político de Gordillo le fue entregada la Dirección general del ISSSTE por el presidente Felipe Calderón –cargo que desempeñó el ex priista veracruzano de diciembre de 2006 a febrero de 2010, fecha en que renunció para ser postulado por el PAN a la gubernatura de Veracruz–, tiene mucho que explicar a sus actuales socios del partido del sol azteca sobre sus complicidades con la lideresa del SNTE que hoy ha caído en desgracia.


Y es que precisamente a mediados de julio de 2011, el dirigente del PRD en el Distrito Federal, Manuel Oropeza, presentó una denuncia de hechos ante la PGR contra Gordillo y Yunes Linares por el presunto desvío de recursos del ISSSTE hacia el Partido Nueva Alianza (Panal), cuya fundadora y dueña es la lideresa magisterial.

En aquella ocasión, el dirigente perredista capitalino pidió a la PGR que investigara a fondo lo declarado por Yunes, quien había afirmado que Gordillo le exigió una “cuota” de 20 millones de pesos mensuales para “financiar” las actividades del Panal, entre otros recursos, así como la entrega de puestos relevantes en el ISSSTE.

“Como ciudadanos todos somos afectados porque son recursos públicos, son recursos de todas y todos, de nuestros impuestos. La PGR es la representante de todos, de acuerdo con la ley, y a partir de las declaraciones de Yunes Linares se puede deducir que hay un agravio general a todos los mexicanos”, puntualizó esa vez Oropeza.


Sobre este mismo escándalo, el diputado local Alejandro Sánchez Camacho manifestó que tanto las declaraciones de Yunes como las acusaciones de Gordillo sobre supuestas irregularidades en el ISSSTE “deben derivar en investigar” el ejercicio de los recursos en esa dependencia, así como en la Lotería Nacional y en la Secretaría de Educación Pública (SEP), “porque son lugares donde la maestra ha ubicado a gente de su entera confianza y es donde existe la sospecha de que se haya apropiado de millones de pesos del recurso público”.

En esa misma fecha, integrantes del magisterio disidente informaron que también denunciarían penalmente a Yunes y a Jesús Villalobos, quien lo había sustituido en la Dirección del ISSSTE, así como a la dirigente del SNTE por el saqueo de recursos de ese organismo.

En conferencia de prensa, miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) indicaron que la querella masiva sería firmada por miles de docentes y por trabajadores de otros sindicatos afiliados al ISSSTE.


Sergio Espinal, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional Democrático del SNTE, condenó que aun cuando los implicados han confesado públicamente el desvío de recursos, la PGR calderonista fuese complaciente ante delitos como peculado y otros. El dirigente sostuvo que el presunto desvío millonario de recursos del ISSSTE era en detrimento de los servicios, prestaciones y derechos de los trabajadores al servicio del Estado.

Acompañado por líderes históricos de la CNTE, como el profesor José González Figueroa, y por dirigentes de las secciones sindicales del magisterio en Baja California Sur, San Luis Potosí, Tlaxcala, Morelos, valle de México, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo, Puebla, entre otros, Espinal informó que buscarían recabar firmas por todo el país, tanto de maestros como de burócratas, para que se sumaran a la demanda que presentarían ante la PGR durante la tercera semana de agosto.

Desde aquella ocasión los líderes disidentes, como el profesor González Figueroa, vaticinaron que la época de Gordillo estaba en su momento terminal y que ya no habría poder que la pudiera salvar. Este martes 26, casi dos años después, su premonición se cumplió.


Esa misma vulnerabilidad olfateó Yunes Linares, quien a principios de julio de 2011 rompió públicamente con Gordillo al acusarla de pretender corromper al ISSSTE.

Yunes, quien en los últimos doce años había sido cobijado políticamente por la lideresa magisterial –pues lo hizo director Jurídico del CEN del PRI, diputado federal plurinominal y luego lo recomendó con los presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, del PAN, para ocupar sendos cargos en sus administraciones, primero en la Secretaría de Seguridad Pública federal y luego en el ISSSTE–, se había distanciado de Gordillo desde la sucesión estatal de 2010 porque la maestra no apoyó como él esperaba su candidatura al gobierno de Veracruz y terminó aliándose con su archienemigo Fidel Herrera Beltrán y su sucesor Javier Duarte de Ochoa.

Por eso el año antepasado, en conferencia de prensa, Yunes se le fue a la yugular a su protectora al declarar que cuando asumió la dirección del ISSSTE Elba Esther le entregó una lista con los nombres de quienes debían ocupar los puestos de dirección y también le exigió un apoyo mensual de 20 millones de pesos para el Partido Nueva Alianza.


“Elba Esther quiso corromper al ISSSTE y yo no lo permití, y me siento muy orgulloso de no haberlo permitido”, subrayó Yunes Linares, quien en ese entonces retó a la lideresa magisterial a llevar a cabo una serie de auditorías al SNTE y a sus bienes privados y hacerlas públicas, ya que, dijo, no entendía cómo ella puede hablar de moral y ética cuando ha corrompido al sistema educativo nacional y a la vida sindical del país.

La comparó “con una especie de Rey Midas, pero al revés, porque corrompe todo lo que toca”, y enfatizó que Elba Esther no tenía otro interés que el poder y el dinero.

Pero la virulenta reacción de Yunes en contra de la maestra se le revirtió al neopanista veracruzano, ya que destacados militantes del PAN lo descalificaron.


La senadora panista Beatriz Zavala Peniche, por ejemplo, dijo que “no podemos permitir que la política se manche de esta manera, estamos obligados a rendir cuentas claras, a hacer nuestro trabajo”.

“Lo que se debe hacer es procurar la investigación y procurar que se escrute y se den cuentas a los ciudadanos sobre lo que aquí se ha planteado en torno a la labor o cuotas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE)”, precisó la legisladora del PAN.

Por su parte, el entonces coordinador de los senadores panistas, José González Morfín, mencionó que lo pertinente sería que Yunes sustentara sus acusaciones, en el sentido de que Gordillo le exigía 20 millones de pesos mensuales para el Partido Nueva Alianza.


“Si él (Yunes) tiene conocimiento de actos indebidos se debería, incluso, presentar las denuncias y creo que es un asunto que él tendrá que aclarar y dar sus puntos de vista”, apuntó.

Pero Yunes y su ex jefe Calderón, quienes se ufanaban de su valentía, honestidad y compromiso con la democracia, jamás tuvieron pantalones para proceder legalmente en contra de la arrogante dirigente magisterial.

En cambio, al presidente Enrique Peña y a su procurador Jesús Murillo Karam no les ha temblado la mano para procesar penalmente a la lideresa del SNTE ante su amenaza de boicotear la reforma educativa recién promulgada por el mandatario priista; una acción legal que ha despertado la envidia “de la buena” al ex secretario calderonista de la Función Pública y ex dirigente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares.