icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Tierra de Babel
Los juegos de la ilusión…
Jorge Arturo Rodríguez
28 de febrero de 2013
alcalorpolitico.com
El escritor Julio Cortázar se preguntó alguna vez: ¿hasta cuándo vamos a seguir creyendo que la felicidad no es más que uno de los juegos de la ilusión? No sé ustedes, mis fans, pero a mí me parece que la felicidad la consideramos según nos fue o nos va en la feria; incluso, cambia constantemente, de un lugar a otro, de un tiempo a otro (“El tiempo todo lo fatiga, hasta la dicha”, escribió Luis Cernuda), de sociedad en sociedad. La conceptualización y sentir de la felicidad evoluciona. Vaya, es voluble… Baja y sube su volumen. Es según el cristal con que se mira. Las variables son diversas para su concreción, y muchas veces no dura mucho, es pasajera, huidiza. Feliz el que consigue la felicidad, para decirlo con una tautología.

¿Qué es para usted la felicidad? ¿Es usted feliz? ¿Qué lo hace feliz? En fin, respuestas hay diferentes y diversas. Pablo Neruda decía, por ejemplo, que algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas. Y el escritor estadounidense Henry Van Dyke expresaba que la felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.

En fin, que alguien puede ser feliz tan sólo con un vaso de agua y pan; otros, con champagne y caviar y siempre más. Se entiende, ¿no? El genial Leon Tolstoi manifestaba: “Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo”.


Hace unos días, la Asociación Imagina y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, adelantó algunos resultados sobre el Ranking de Felicidad en México. Señaló, por ejemplo, que los mexicanos para ser felices buscan salud y estabilidad familiar, más que dinero o seguridad.

Según ellos, en su estudio realizado con 26 mil 409 encuestas, entre los municipios más felices se encuentran los de los estados de Nuevo León y Querétaro, además del Distrito Federal; entre los menos felices están las ciudades de Cancún, Acapulco, Michoacán, Tijuana, Ciudad Juárez y Tuxtla Gutiérrez. ¿Cómo la ve?
Este mismo estudio nos dice que en la lista de los factores que los mexicanos asocian con la felicidad están, de mayor a menor: familia, amor, alegría, salud, tranquilidad, bienestar, satisfacción, vida y dinero. O sea, el dinero nel, ¿eh?

Otro estudio, el de Nic Marks, creador de la Fundación Nueva Economía (New Economics Foundation), mide la cantidad de felicidad del planeta basado en tres variables: la esperanza de vida (EV) de una región, el bienestar de vida (BV) y la huella ecológica (HE) que se producen en un país. En su más reciente estudio, publicado en 2012, encontramos que Costa Rica es la nación más feliz del mundo, seguida de Vietnam, y en el tercer sitio se ubica Colombia. En tanto, Estados Unidos ocupa el lugar 105 de los 151 países considerados y México se encuentra clasificado en el número 22. ¡Órale! (Puede consultarlo en: http://www.happyplanetindex.org/).


Bien. El caso es que la felicidad se alcanza de varias maneras, depende de cada quién, del lugar, del país, del tiempo… La felicidad tiene varios caminos, incluso, se bifurcan…

Es sabido que para muchos artistas, escritores, poetas, músicos y demás, la felicidad simplemente es aburrida, por decir lo menos. Ya lo dijo Simone de Beauvoir: las personas felices no tienen historia.

Pero no yéndonos tan allá, varios monjes budistas coinciden en señalar que la felicidad es una capacidad personal que hay que ejercitar todos los días y que se alcanza de forma plena al darse a los demás de manera altruista. Por ejemplo, el monje budista Matthieu Ricard, oficialmente "el hombre más feliz del mundo", ha expresado que prueba de ello es que podemos estar en un paraíso y ser desgraciados, que hay mucha gente que lo tiene todo para ser feliz y no lo es”. ¿Cómo la ven?


De cinismo y anexas

Hablando de la felicidad, aconseja Jules Renard que si el dinero no te da la felicidad devuélvelo. Y por ahí escuché decir que si puedes sonreír cuando todo va mal, es que tienes a alguien a quien echar la culpa.
Por lo pronto, ahí se ven.


Hasta la próxima
[email protected]