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Columnas y artículos de opinión
A salto de mata
El Senado y la Reforma al Bachillerato
Gino Raúl De Gasperín Gasperín
4 de marzo de 2013
alcalorpolitico.com
 Un hito muy importante en el restablecimiento del área de humanidades, dentro del currículo de bachillerato, ha sido la expedición del  dictamen del 26 de febrero de 2013 de la Comisión de Educación con un Punto de Acuerdo del Senado de la República, en el que se establece textualmente: “PRIMERO.- El Senado de la República exhorta respetuosamente a la Secretaría de Educación Pública a remitir un informe sobre el estado de avance de la Reforma Integral de la Educación Media Superior.
 
SEGUNDO.- El Senado de la República exhorta a la Secretaría de Educación Pública a remitir un informe sobre el proceso de implentación (implementación) del Acuerdo Secretarial No. 656, en relación con la incorporación de las Humanidades a la Educación Media Superior”.
 
Este dictamen lo emite la Comisión de Educación del Senado como respuesta a la solicitud presentada  por la senadora del PT, Ana Gabriela Guevara, en la sesión ordinaria del 19 de febrero de 2013, ante el Pleno de la Cámara.
 
Como hemos escrito, la Secretaría de Educación Pública, a fines de noviembre del año 2012, aceptó esa modificación mediante el Acuerdo 656, que es de suma importancia en la formación de los jóvenes bachilleres, y que contempla la reincorporación de las asignaturas de Lógica, Filosofía, Ética y Estética al currículo de bachillerato, mutilación que se había perpetrado por la misma administración federal anterior al establecerse la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), y que ha quedado trunca, incompleta y torcida.
 
Precisamente por eso, y yendo más allá de la reincorporación de la Filosofía, la Comisión de Educación del Senado está solicitando a la SEP un informe sobre el estado de esa reforma, pues, como señala el mismo Punto de Acuerdo, esta “ha sido formalizada mediante la expedición de por lo menos una docena de acuerdos secretariales”, varios de los cuales se quedaron en el aire o simplemente se hicieron sobre las rodillas, como sucede con el acuerdo 480 que contiene los lineamientos para el ingreso de instituciones educativas al SNB, y sobre lo que hay mucho qué decir.
 
Desde luego que este affaire de la Filosofía en el bachillerato tiene ya una historia larga, pues fueron los propios docentes de Filosofía quienes no han cejado en su lucha por hacer respetar este derecho que tienen los jóvenes de ser educados bien, en un sistema que les permita aprender y desarrollar las habilidades que les son indispensables para su vida profesional y su desarrollo humano integral. No de otra manera pueden ser elementos sanos, dignos, conscientes, participativos, respetuosos, tolerantes, analíticos, creativos y propositivos en un mundo que se los exige cada vez de manera más perentoria.
 
Precisamente, en el número 12 de sus “Consideraciones”, la Comisión señala explícitamente que  “Desde que se publicaron los Acuerdos que dieron origen a la RIEMS, diversas organizaciones profesionales como la Asociación Filosófica de México; la Academia Mexicana de la Lógica; el Círculo mexicano de profesores de Filosofía, y la Asociación Nacional de profesores de Filosofía de enseñanza media-superior organizaron diversos coloquios para reflexionar sobre las  características de la nueva reforma. El 18 de marzo de 2009, reunidos en el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, se funda el Observatorio Filosófico de México (OFM) como una reunión de diversas asociaciones filosóficas y profesores-investigadores de diversas instituciones de enseñanza superior, con el propósito de configurar un bloque encaminado a empujar la integración de las Humanidades como campo disciplinar de la EMS”.
 
La reforma del bachillerato pretendió reducir la enorme disparidad de currículos que existen en el país, pero empezaron las dificultades desde el mismo diseño y el procedimiento seguido, dado que el establecimiento de un modelo único para todo el país implicaba hasta una reforma constitucional. La SEP, y especialmente la Subsecretaría de Educación Media Superior, no tenía todos los hilos en la mano, y pronto se mostró incapaz de justificar tanto el diseño como los fundamentos, demasiado chatos y sesgados, y el descontrol se volvió caos con la emisión de acuerdo tras acuerdo tras acuerdo, uno modificando al otro y el siguiente al anterior, formando una cadena de despropósitos. Entre ellos destacan el relativo al proceso de incorporación de las escuelas al Sistema Nacional de Bachillerato, con su componente de la Acreditación y Certificación de los docentes, y el que nos ocupa de la mutilación del mismo currículo con la supresión del área de humanidades y la consecuente anulación de las asignaturas de Lógica, Filosofía, Ética y Estética.
 
Finalmente, la administración anterior dejó todos los hilos colgando y nadie pensó en los millones de jóvenes que están navegando en un currículo deforme, torcido y brutalmente mutilado.
 
Con este Punto de Acuerdo parece que se abre un camino hacia la reconsideración de lo que se está haciendo con el sistema educativo mexicano. Ojalá pronto veamos que la SEP enfrenta el caos y se empiezan a corregir las barbaridades que están dañando a millones de niños y jóvenes.
 
Hay muchas materias pendientes y que deben ser revisadas y corregidas. Entre ellas, además de lo señalado, el pernicioso sistema de evaluación (desde primaria hasta bachillerato), la vacuidad y superficialidad de los planes y programas de estudio, los mecanismos de incorporación de los planteles particulares (en todos los niveles), el proceso de evaluación de los docentes y su carrera magisterial, la formación de los maestros en las Normales (especialmente ese currículo también desarticulado y misérrimo que se decretó en el 2012) y muchísimas cosas más.
 
Como se ve, la reforma educativa va o tiene que ir mucho más allá de las declaraciones rimbombantes y demagógicas y de los escándalos mediáticos.
 
*AME-OFM
 
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