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Columnas y artículos de opinión
Al Pie de la Letra
Los idus de marzo
Raymundo Jiménez
12 de marzo de 2013
alcalorpolitico.com
El sorpresivo retorno político del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien la tarde del miércoles 6 de febrero reapareció en una comida privada en la Casa Veracruz donde departió con su sucesor Javier Duarte de Ochoa, el grupo de diputados locales del PRI y el dirigente estatal priista Erick Lagos Hernández, cayó como “bomba” entre algunos altos funcionarios del gabinete duartista que ignoraban el motivo de dicha reunión.

Los primeros sorprendidos con la aparición de Herrera fueron el secretario y el subsecretario de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón y Enrique Ampudia Mello, quienes se enteraron de la presencia del ex mandatario por una fotografía que circuló unas horas después en algunos portales de internet.

Posteriormente trascendería que en esa reunión el ex gobernador habría sido invitado para participar en la elección local de julio próximo como candidato de representación proporcional a la diputación local. Es de suponerse que Herrera vendrá a hacer también campaña electoral con el resto de los candidatos de su partido y que operará políticamente de manera coordinada con el gobernador Duarte de Ochoa y el dirigencia priista Lagos Hernández.


La mano y el estilo de operar del experimentado político cuenqueño han comenzado a sentirse en las decisiones y reacomodos burocráticos que empiezan a desgranarse al interior del gabinete estatal y en algunos ayuntamientos.

La semana pasada, por ejemplo, se dio la abrupta salida del doctor Pablo Anaya de la Secretaría de Salud. Al parecer, su obsesión por la candidatura a la alcaldía de Poza Rica estaba descomponiendo políticamente para el PRI esa importante cabecera distrital. Anaya fue sustituido por Juan Antonio Nemi Dib, cuya vacante en la secretaría particular de la oficina del gobernador sería ocupada por el actual coordinador de los diputados locales del PRI, Jorge Carvallo Delfín, quien el sexenio anterior ocupó ese mismo puesto con Herrera.

Con Nemi Dib acaba de incorporarse como director de Administración y Finanzas el doctor Arturo Navarrete Escobar, quien solicitó licencia para separarse de la alcaldía de La Antigua, donde en 2010 ganó la elección municipal postulado por el PAN.


A Gerardo Buganza, otro ex panista, están tratando de convencerlo de que vaya al Congreso local por la vía plurinominal. Según ha trascendido, el cordobés se resiste a ocupar una curul. Si el ex diputado federal y ex senador decidiera entregar la Secretaría de Gobierno, su lugar sería ocupado por el presidente municipal de Tuxpan, Alberto Silva Ramos, muy allegado al gobernador Duarte y también a Fidel Herrera.

Otro de los presuntos “damnificados” por la resurrección política de Herrera Beltrán es Tomás Ruiz González, de quien ayer un influyente diario de la ciudad de México insinuó que habría decidido renunciar a la Secretaría de Finanzas y Planeación por “congruencia”, ya que “dicen que luego de haber batallado tanto con las cuentas torcidas que les dejó Fidel Herrera, está difícil quedarse a trabajar en Veracruz ahora que el ex mandatario regresará por la puerta grande como número uno en la lista de candidatos plurinominales del PRI al Congreso local.”

Su renuncia a la Sefiplan hace recordar el berrinche que en agosto de 2007 protagonizó molesto por el acuerdo que Elba Esther Gordillo pactó con el entonces gobernador Herrera para que el PANAL fuera en coalición con el PRI en las elecciones locales de Veracruz. Sumamente molesto, en aquella ocasión Ruiz dimitió como presidente del CEN de Nueva Alianza. Y a través de un correo electrónico le reprochó a su patrona que hacía “prevalecer sus intereses por encima de cualquier lógica política a favor de su partido”.


Para sustituir a Ruiz González está listo el alcalde de Boca del Río, Salvador Manzur Díaz, compadre del gobernador Javier Duarte y ex subsecretario de Ingresos de la Sefiplan, cargo que desempeñó en la administración fidelista de diciembre de 2004 a marzo de 2009, fecha en que renunció para ser postulado por el PRI a la diputación federal por el distrito boqueño.

La decisión de Manzur ha implicado un gran sacrificio político personal, pues el edil de Boca del Río ha tenido que dejar con nueve meses y medio de anticipación el Ayuntamiento y, con ello, el liderazgo que desde hace un año ejercía como presidente de la mesa directiva de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM), la Asociación Civil municipalista más grande e importante del país, ya que están adheridos más de 1,500 gobiernos municipales de las 31 entidades federativas.

A cambio, Manzur asumirá la Sefiplan cuya tesorería aún enfrenta serios problemas de liquidez derivados de la abultada deuda del gobierno de Herrera Beltrán que oficialmente se reconoció de 9 mil millones de pesos en diciembre de 2010, casi la sexta parte del monto “real” que han difundido sus detractores.


FARARONI UNIFICA

Por cierto, hablando de alcaldes priistas, al ingeniero Rafael Fararoni Mortera, munícipe de San Andrés Tuxtla, se le vienen acomodando las circunstancias para representar al partido tricolor como abanderado a la diputación local por el XXV Distrito Electoral.

Fararoni, al parecer, se ha erigido en un importante factor de unidad, ya que los grupos priistas más representativos de Lerdo de Tejada, Ángel R. Cabada, Saltabarranca, Catemaco y, obviamente, San Andrés, han comenzado a manifestar sus simpatías a favor de la virtual precandidatura del edil sanandrescano, quien ha quedado prácticamente solo en el escenario político luego del lamentable deceso del alcalde catemaqueño Eliut Alberto Cervantes Ramírez, fallecido hace aproximadamente un mes de un paro cardiaco.


Y es que otro de los que se candidatean es el empresario Octavio Pérez Garay, actual presidente de la Liga Invernal Veracruzana de Beisbol, pero a quien los tiempos políticos no favorecen porque tiene en contra el hándicap de que su señora madre es la ex alcaldesa Marina Garay Cabada, actual diputada federal, cuyo desgaste político por el ininterrumpido ejercicio del poder que mantiene desde hace más de dos sexenios se reflejó en la última elección de julio de 2012, comicios que ganó muy apretadamente gracias a los votos que le aportó el PVEM, ya que el PRI perdió en la mayoría de las casillas electorales.