icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Tierra de Babel
¿No es hora de cambiar?
Jorge Arturo Rodríguez
12 de marzo de 2013
alcalorpolitico.com
 Para todos es sabido que en muchas ocasiones pagan justos por pecadores. A menudo condenamos al indio, no al compadre; al verdadero culpable ni el polvo le vemos. Por ejemplo, no es que todos seamos flojos, quizás unos cuantos lo sean, pero pensamos que todos son iguales. Incluso, tendemos a generalizar lo negativo, lo peor, nunca lo positivo, porque la negatividad es mucho más atractiva y espectacular, mueve a la burla, al escarnio. ¡Qué sociedad en la que vivimos! ¿No es hora de cambiar?

No sé ustedes, pero parece que ya es mucho el teje y maneje del caso de Elba Esther Gordillo. Ya sabemos de la pestilencia aquí y allá, de la corrupción, tráfico de influencia e impunidad. No sólo en los sindicatos, sino en todas partes y a todas horas. Pero, aclaremos, no todos los gremios sindicales son iguales, o al menos eso esperamos, hay excepciones.

Pese a que el sindicalista y político español Marcelino Camacho haya dicho que los trabajadores seguimos siendo el pariente pobre de la democracia, nosotros mismos tenemos algo de culpa por no exigir cuentas claras, en este caso a los líderes sindicales.


No dudo nadita de nada de la importancia que juegan los sindicatos en México, sea para bien o para mal. Ya se sabe que “un sindicato es una asociación integrada por trabajadores en defensa y promoción de sus intereses sociales, económicos y profesionales relacionados con su actividad laboral respecto al centro de producción (fábrica, taller, empresa) o al empleador con el que están relacionados contractualmente”. (wikipedia.org).

En suma, es una asociación de trabajadores que se juntan para hacer justicia en común. Visto así, pos qué chido, ¿no? Pero a veces resulta que en la realidad las cosas no funcionan así. Vaya, que la vida no es muy seria en sus cosas, ¿o no Juan Rulfo?

Dicen que Dios los hace y el diablo los junta. Y ahí esta el detalle: todo se corrompe. Precisamente, ¿qué tanto daño ha hecho el sindicalismo al trabajador, a la sociedad misma?


Recuerdo un chistecito. Un trabajador pregunta: “¿Sabes que con las nuevas reivindicaciones sindicales sólo vamos a trabajar los lunes?” Y contesta otro: “¿Todos los lunes? ¿No cae ninguno en fiesta?” Me lleva la que me trajo. Estamos pa’ llorar, o ya ni llorar es bueno.

En fin. La empresa encuestadora y de investigación Parametría realizó un estudio donde dio a conocer, entre otros aspectos, que los maestros cuentan con un alto nivel de confianza entre los mexicanos, el 71 % dijo confiar mucho o algo en ellos. Sus niveles han oscilado entre 52 % y 71 % a lo largo de cinco años, siendo una de las figuras que goza de mayor reconocimiento en el país.

Y, bueno, ya se sabe que el SNTE es el sindicato más grande en América Latina. Sin embargo, apunta Parametría, el SNTE no es una buena referencia para los mexicanos, la mayoría (55 %) percibe que el sindicato ha influido de manera negativa en la educación en México, solamente un 26 % considera que influye de manera positiva en la educación que se imparte en el país.


Parametría observa que el 54 % de la población considera que los sindicatos en México han servido más para perjudicar a los trabajadores que para ayudarlos. “A pesar de que de origen estas organizaciones buscan velar por los derechos de los trabajadores parece que no es concebido así por los entrevistados, existe un incremento considerable en el perjuicio que los sindicatos tienen en la clase trabajadora en los últimos seis años”. ¿En serio? ¿Qué dirán los líderes sindicales de esto? Supongo que tienen la conciencia tranquila y las manos limpias, ¿o no?

Pero bueno, en cuanto a la educación, el asunto es para reflexionar y actuar. Porque, dijera el músico de reggae, Ziggy Marley, hijo de Bob Marley, “siempre he pensado que la educación es fundamental para que las naciones pobres se fortalezcan. Es la mejor manera para que un país salga adelante y progrese. Queremos lograr mejores estudiantes en buenas escuelas, con enseñanza con calidad”. Ahí les hablan autoridades educativas y, por supuesto, sindicatos del magisterio.

Por lo pronto, ahí se ven.


Hasta la próxima
[email protected]