Siguen las sorpresas, después de la Reforma Educativa, mas las de Amparo y el Fuero, ahora toca el tuno a la Reforma Constitucional en materia de telecomunicaciones, radio, telefonía y servicio de datos; todo indica que estamos ante un cambio de fondo en esos campos. El giro del país con el retorno del PRI a la Presidencia de la Republica en la persona de Peña Nieto, merece un análisis aparte, de lo que nadie tiene duda es que algo se está moviendo en México. Sobre la reforma en cuestión hay que decir que está en la ruta del llamado "pacto por México", acuerdo que cada vez mas adquiere rostro y sentido, y que requiere un rápido pero profundo estudio ya que su aprobación será muy rápida, tal vez en una semana; regístrese tan solo el dato siguiente: una vez que se le dio entrada en el pleno de sesiones de la Cámara de Diputados fue suscrita por un poco mas de 300 Diputados; esto habla de un muy amplio consenso.

 

De forma muy preliminar anoto algunos aspectos de la reforma a efecto de que se tengan elementos para el análisis y la toma de posición, en el entendido que estamos ante el nivel Constitucional, faltando, por supuesto, las leyes respectivas: las telecomunicaciones y la radiodifusión son declarados servicios públicos de interés general; el presidente ya no tendrá la facultad de otorgar y revocar concesiones, ahora le corresponderá al Instituto Federal de las Telecomunicaciones; el IFETEL (que feo nombre) adquiere autonomía Constitucional y tendrá atribuciones mayúsculas en aspectos de concentración de frecuencias, propiedad cruzada y otras regulaciones fundamentales; se prohíbe la publicidad engañosa, la que se disfraza de noticias; se reconocen los medios que no tienen fines de lucro, entre ellos los comunitarios; se crea un Sistema de Radio y TV pública con cobertura nacional; se crean tribunales específicos en materia de telecomunicaciones y radiodifusiones ordena establecer mecanismos para promover la producción de contenidos independientes; ordena la regulación del derecho de réplica; se instruye el establecimiento de criterios que garanticen el derecho a la información; se garantiza una ley convergente (telecomunicaciones y radiodifusión); la transmisión de la TV abierta será gratuita en la TV de paga (must offer y must carry).

 

Este solo es una parte de la iniciativa que suscriben el Presidente y los coordinadores parlamentarios de cuatro partidos, entre ellos el PRD; hay muchos elementos a considerar en el análisis y la valoración de sus alcances y significados. Rescato dos o tres más: el establecimiento de dos cadenas televisivas, el porcentaje máximo de concentración y la propiedad en manos de capitales extranjeros. Con todas sus fortalezas políticas y ,ahora, legislativas, es previsible que la reforma salga adelante, sin embargo media un debate ya en el Congreso de la Unión y hay un poco de tiempo todavía para la reacción definitiva de los poderes facticos involucrados que pueden actuar a través de sus "tele bancadas". Nos da cierta certeza contar con las opiniones favorables de gente como la Diputada Purificación Carpinteyro, conocedora de la materia y luchadora anti monopólica, y otros expertos igual de comprometidos democráticamente como ella.

 

Es tan repentino todo lo de reformas para algunos de nosotros que no hemos terminado de comprender exactamente lo que está pasando políticamente en nuestro país; pensamos que se vive otro momento, donde urgían cambios de fondo, y que en el inicio del sexenio Peñista se dan las condiciones para efectuarlos. Por supuesto que hay dudas y desconfianzas sobre el riesgo del "gatopardismo" y que los avances no se traduzcan en desarrollo democrático, al contrario, que caigan en la tentación de otra Presidencia Imperial. Lo que sí se puede visualizar, es que las reformas pueden liberarnos de los cuellos de botella múltiples a que nos tienen sometidos los mopolios y los poderes facticos.