El domingo se anticipó la conmemoración de la expropiación petrolera de 1938, ante la circunstancia del viaje del presidente Enrique Peña Nieto al Vaticano, para estar presente el día de hoy, en el ungimiento formal de S.S. Francisco, como Papa de la Iglesia Católica.

Pero si el discurso presidencial del domingo, no alcanzara para dejar en claro cómo será la reforma energética que se calcula formalizar en iniciativa de reformas a la Constitución para el segundo semestre de este mismo año, el jueves, en la celebración del natalicio del presidente Benito Juárez García y cambio estacional del invierno a la primavera, el espacio será propicio para amacizar el proyecto presidencial para fortalecer la industria petrolera y de pasada, la generación y costos de la energía eléctrica.


Si entendemos bien, la reforma a Pemex no sería para entregar la industria a los extranjeros y a la industria privada, sino, por el contrario, superar el modelo agotado de esa fuente de energía, y pasar de vender crudo y comprar gasolinas, a extraerlo y refinarlo.

La reforma a las telecomunicaciones es el otro trompo que baila en las uñas de los legisladores y que, de entrada, supera a los mandatarios mexicanos, de Calderón para atrás, que no se atrevieron a tocar la banda ancha y propiciar el surgimiento de nuevas televisoras nacionales, sin la participación de las actuales.

Y si bien la primavera del presidente Enrique Peña Nieto entrará mañana, habría que esperar que en los tres meses que dura la estación, serán suficientes para crear en la conciencia colectiva nacional, el ánimo de que se va para adelante.


Con opiniones fundadas en favor y en contra, seguramente se podrá mejorar la iniciativa que hasta hoy, es un hito histórico que todos los mexicanos hemos visto con ánimo y aliento, y que ojalá el espíritu belicoso de algunos sectores del PANismo, no generen nueva división entre los mexicanos, y den al traste con la iniciativa de cambio del presidente república.

PD.- La celebración de la expropiación petrolera sirvió, también, para que MoReNa y su mesías, reaparecieran en las planas de los periódicos e informaciones de radio y televisión. La causa: “La venta de petróleos mexicanos”. La izquierda de AMLO sigue en lo suyo: dinamitando lo que no les gusta, y así, no avanzarán.

Y eso que la Iniciativa aún no se presenta.